Me Enamoré de ti [Henry Hart y tu] SEGUNDA TEMPORADA

Capitulo 11 T2: Perder Y Ganar.

Narra _(Tn)

Al alzar la vista pude ver frente a mi a una señora de mediana edad, cabello tomado en un moño desordenado, gafas, una falda floreada larga y un suéter que no combinaba. Ella tenía una expresión de disgusto, fue hasta que vio a aquel chico junto a mi que su expresión cambió a una alegre. Parecía ser profesora de ahí.

-¡Oh, Ian! Siempre es un gusto verte -Sonrío en su dirección-.
-Hola señorita Shapen -respondió aquel chico cerrandole un ojo al momento de decir señorita-.
-¡jo! "Señorita" ¡Ja! Tu siempre tan encantador -Rió escandalosamente. Pero se detuvo repentinamente cuando notó mi presencia- ¿Y tu qué te traes? -Alzó una ceja en mi dirección-.
-Nada - respondí de la misma manera- sólo iba a ir a conocer el lugar donde pasaré mis últimos meses de juventud -dije dramáticamente disponiendome a finalmente seguir mi camino-.
-Espera - me detuvo aquella mujer- ¿tu eres familiar de aquel hombre guapo que vino ayer? Cómo se llamaba... Raymond Manchester.
-Si, Ray es mi hermano -dije con disgusto ¿hombre guapo? ¿Es en serio? Iugh-.
-Excelente -Sonrió mostrando todos sus dientes- ¿Entonces ya conociste la escuela?
-No todavía, pero...
-Yo puedo mostrársela señorita Shapen -Se adelantó a decir ese tal Ian-.
- Ian tu siempre tan caballeroso -siguió aquella señora adulando al chico junto a mi que inflaba su pecho de orgullo-.
-En realidad -Interrumpió Henry- nosotros eramos quienes ibamos a mostrarle...
-¿Ustedes quienes? -Miró a Henry y los demás con disgusto- ¡ustedes vayan a clase!
-Es que nosotros... - insistió Henry-.
-¡sht! - lo interrumpió-.
-Nosotros íbamos a... - Siguió Henry-.
-¡Eph! - lo interrumpió de nuevo-.
-¿Va a escucharme? - Siguió ya irritado- o sólo va a seguir.
-¡Sht! ¿Qué no oíste lo que dije? Ian se encargará de la chica nueva.
-Pero - comencé yo esta vez-.
-¿Pero? ¡Ja! No hay peros con Ian niña, así no funcionan las cosas aquí -Rió irónicamente- Es el mejor estudiante aquí, es el rostro de la escuela, y te dejo en sus manos -me miró como si me estuviese haciendo un favor- No la pierdas de vista -dijo a Ian-.
-Claro que no - siguió este con una amplia sonrisa -.

Alcé una ceja en la dirección de aquel chico.

-¡¿Y tu sigues acá?! -dijo de mala gana dirigiendose a Henry quien seguía ahí mirando la escena con una extraña expresión, una que no logré decifrar- ¡vete a clase! - insistió la maestra- En realidad... ¡TODOS VÁYANSE A CLASE! - Gritó hacia todos los que todavía se encontraban en el pasillo- ustedes no se preocupen -Dijo hacía Ian y yo con voz calmada- tómense su tiempo, y tu - me apuntó con su dedo- no olvides ésto cuando le hables a tu hermano, mi nombre es Sharona Shapen -cerró un ojo en mi dirección-.
-¿Mi hermano? -La miré confusa-.
-Si tu hermano, ¡Entiéndelo, es guapo y quiero que le hables bien de mí! -Siguió con su irritable caracter-.
-¡Ugh! -Hice un gesto de desagrado-.
-¡Y en la tarde pasa a mi oficina a dejarme su número de celular! -abrió exageradamente sus ojos en mi dirección-.
-¿Su número? Para qué necesita...
-¡Es por asunto académicos ¿De acuerdo?! -se dio media vuelta-.
-Pero si sólo llevo un día aquí -Dije bajito para que no escuchara-.
-¡Qué les dije! -comenzó a gritar otra vez- ¡a sus salas! ¿O quieren que traiga mi megáfono? - en ese momento todos comenzaron a avandonar los pasillos rápidamente-.

Dirigí mi vista a Henry, el estaba con el ceño fruncido mientras Charlotte y Jasper tomadolo de los brazos lo llevaban a otro lado, posiblemente su sala de clase.

En poco tiempo el pasillo quedó desolado, y sólo quedamos ese tal Ian y yo.

-Entonces, ¿comenzamos? -Dijo aquel chico con una sonrisa victoriosa-.
-Supongo - Dije restándole importancia-.

El comenzó a caminar y yo fui junto a él. Recorrimos el lugar con calma. Por cada cosa que me mostraba tenía algo que decir sobre sí mismo, si veíamos los trofeos de la escuela mencionaba los que él había ganado, en los casilleros me mostró el suyo, en los pasillos por cuales andaba más y cuáles menos, en el gimnasio hablaba de lo atlético que él era, en la sala de anuncios cuantas veces tuvo que subir al escenario, en la cafetería su comida favorita y la mesa donde se sentaba, y así durante todo el recorrido.