↷❝ Quinta parte. ❞↶

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➳ 01 de Enero 

El sol estaba apunto de ocultarse. Los hermosos colores naranjas, amarillos y rosas comenzaban a notarse en el despejado cielo.

El siempre cansado chico estaba apunto de salir de su casa, pero antes se despidió del pequeño cachorro que no dejaba de mover su cola de un lado a otro.

— Perdóname, tengo que marcharme — le dijo, secándose las repentinas lágrimas que caían por sus apagados ojos.

Al cerrar la puerta con un poco de fuerza llamó la atención de su reciente amiga.

— ¡Hola! — saludó la sonriente chica desde afuera de su casa.— ¿Saldrás a algún lado? — preguntó con notable curiosidad en su rostro.

Por otra parte, el desanimado chico solo se acercó hasta ella sin prisa, sacando una carta del bolsillo de su abrigo tal como la vez pasada.

— ¿Vienes a dejar una carta en el buzón? — volvió a preguntar con su característica risilla.

— Es para ti — respondió con la voz casi apagada, extendiendo la carta frente a ella.

— ¿Para mí? ¿En serio es para mí? — el chico asintió con su cabeza, así que tomó la carta con rotunda sorpresa.

— Debo irme — se volteó para marcharse, pero no dio ni un solo paso.

— ¿Pasó algo? — ladeó la cabeza hacia un lado curiosa.

—No, es solo que...— volvió a girarse, mirando nuevamente los ojos de la confundida chica.— Perdón, por todo esto.

"¿Por qué estoy empezando a dudar?" - se preguntó entre sus enredados pensamientos.

— No te vuelvas a disculpar, hazlo cuando sea verdaderamente necesario — bufó, regañando al abatido chico.

— Adiós, Jung Dong-sun — se despidió intentando dibujar una sonrisa en sus labios, para luego retomar su camino.

— ¡Nos vemos luego! — gritó al chico que cada vez se alejaba lentamente frente a sus ojos.

No pasaron muchos minutos desde el chico se marchó, dejando una carta para la sonriente chica, que ahora, tras leer aquella carta, ninguna sonrisa adornaba su bello rostro

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No pasaron muchos minutos desde el chico se marchó, dejando una carta para la sonriente chica, que ahora, tras leer aquella carta, ninguna sonrisa adornaba su bello rostro.

Sus manos, piernas y labios temblaban sin control alguno. Los cristalinos ojos, de alguna manera, no dejaban caer ni una sola lágrima, no se permitía llorar hasta terminar de leer por completo la carta que le fue dada.

— Maldición — una gota se escapó de sus ojos al terminar de leer.

Limpió sus lágrimas rápidamente, para entrar con prisa hacia su hogar. Tomó las llaves de su auto y dejó la carta sobre la mesa más cercana a ella.

Y, con el corazón acelerado, solo fue cuestión de segundos para que pusiera el vehículo en marcha.

— Maldita sea, ¿A donde fuiste? — se preguntó arrancando el auto con mucha prisa.

Las calles y carreteras se encontraban casi desoladas, esto debido a que era el primer día del año. De alguna manera, aquello ayudó mucho a la intranquila chica quien manejaba con mucha velocidad, mientras miraba a su alrededor intentando encontrarlo.

Estaba a pocos metros de pasar por un gran puente -muy concurrido normalmente, pero que ahora estaba casi desolado- y su mirada desesperada se topó con una lejana figura masculina.

Cabellos oscuros, como una noche sin estrella alguna. Camisa gris con un estampado muy particular que decía "I need you". Aquel solitario chico cruzó la baranda de seguridad del puente, quedando en el borde de este mientras aún se sujetaba de esa misma baranda, lo único que le impedía caer por el río.

Un gran estruendo resonó inesperadamente por todo el lugar, la asustada chica había frenado de golpe al reconocer a ese solitario chico frente a ella.

Su cabeza chocó contra el timón del auto, provocando que todo le diera vueltas.

— Maldición — soltó, junto con quejido del dolor, había frenado tan fuerte que si no hubiera llevado puesto el cinturón de seguridad habría salido volando del auto.

Con sangre saliendo de su frente, salió lentamente del vehículo, llevando sus temblantes piernas hacia el pavimento. Caminó en dirección hacia quien aún seguía aferrado en aquella fría baranda, siendo espectador de la brutal escena.

— ¡Kim Taehyung! — gritó, mientras caminaba sujetando su cabeza con una de sus manos, presionando el lugar de donde salía sangre caliente y carmesí.

— ¡Kim Taehyung! — gritó, mientras caminaba sujetando su cabeza con una de sus manos, presionando el lugar de donde salía sangre caliente y carmesí

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