e x t r a

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Felix despertó confundido, totalmente, al punto en que tardó varios minutos en recordar quien era, y sólo miró sin entender absolutamente nada de su al rededor, ni las máquinas que los rodeaban y que hacía unos momentos estaba conectado, ni siquiera sintió miedo en un principio, porque en serio no comprendía nada para temer de algo.

Miró desorientado la habitación, hasta que escucho al enfermero repetir su nombre que comenzó a organizar sus memorias de nuevo.

— ¿Lee Felix? ¿Cómo se encuentra?

Una de sus manos fue a la mascarilla en su rostro, quitándosela, el enfermero sólo lo miró con la misma pequeña sonrisa.

— ¿Changbin?— preguntó, extrañado de no verlo, no quería que fuera algo falso.

— ¿Disculpe?— el enfermero ladeó su cabeza, los ojos de Felix se abrieron con miedo, su corazón se contrajo y sintió que el aire comenzaba a faltar.

"No...Él no..." Ni siquiera pudo completar su pensamiento, le dolía.

Por eso estaba solo, y la habitación era sólo para él, porque no había nadie más.

— C-Changbin.

Sus hombros temblaron y sintió que iba a llorar.

— Oh, disculpe, no le había entendido— dijo el enfermero—. El señor Seo está en la habitación de al lado.

Felix igual quiso llorar.

Najó su vista a las sábanas que cubrían su cuerpo, las aparató sin más y le costó mover las piernas para bajarse, pero lo hizo a la fuerza, sentía todo su cuerpo dormido, pero su mente estaba despierta y sólo esperaba ir con la única persona que le importaba.

— Felix, no te recomendaría eso, recién despiertas después de semanas en coma, no creo que debas moverte aún.

— Tengo que ir con Changbin— murmuró, aguantándose el llanto, sus pies tocaron el suelo pero sus piernas no podía ni sostener su cuerpo y tuvo que apoyarse en la camilla de nuevo, agotado.

— Bien, lo traeré para ti— dijo el enfermero, y Felix lo miró como si estuviera hablando en serio—. Quédate aquí— dijo antes de salir del cuarto, y lo primero que pensó Felix fue que no debía ser un verdadero enfermero.

Intentó volver a subirse a la camilla, aunque no puedo, así que se quedó allí, sintiendo sus pulmones comenzar a fallar, apoyo el rostro sobre el colchón y aguanto las ganas de llorar, hasta que escuchó un sonido casi rechinante, que se fue acercando a la habitación.

— Felix.

Alzó la vista y su corazón se rompió un poco al verlo.

Era el mismo que había conocido en la caja, sólo que su cabello era negro, estaba delgado y su piel era mucho más pálida, le sonrío, aunque sus ojos se vieron tristes.

— B-Bin...— Felix estiró una mano hacia él, el otro pareció sorprenderse y se acercó a él rápidamente, ni bien lo tuvo lo suficientemente cerca, el menor lo abrazó y Changbin tomó su cintura y lo acomodó sobre su regazo, una mueca de dolor se instaló en su rostro un segundo, cosa que no pasó desapercibida por Felix, quién tomó sus mejillas, sintiéndose roto por dentro al tocar los huesos del pómulo del mayor—. ¿Qué te pasó?

Changbin sonrió de forma penosa.

— ¿Por dónde empezar— murmuró—. Felix, nosotros fuimos parte de un show... ¿Lo recuerdas, no?— el menor asintió—. Yo soy quien lo creó... Yo hice el programa, y yo también... Creé el sistema, ese juego tonto de la caja y la realidad virtual... Yo nos hice esto, lo siento.

Las lágrimas brillaron en los gatunos ojos del mayor.

Felix los miró un momento y juntó sus labios, en una caricia suave, un toque delicado, un beso suave, el primero que fue real, y hasta ese momento no lo supieron, fue como un consuelo mutuo que duro sólo unos segundos y no hubo mucho movimiento, hubiera arruinado la sensibilidad.

— No importa, Changbin— dijo el menor, acarició sus mejillas—. pero eso no es explicación de por qué estás así...

El labio inferior de Changbin tembló.

— Estoy enfermo— murmuró, apenas en un susurro, Felix se rompió un poco más por dentro—. Y necesitaba dinero para el tratamiento... Dinero que no tenía porque este show se estaba muriendo, y estaba por quedar en bancarrota... Lamento no poder darte esa imagen que veías de aquel chico en la caja, el que te acompañaba, era una mentira también, no tanto porque... Soy yo antes de enfermarme, volveré a lucir así cuando me cure, lo prometo...Sólo tienes que verme feo unos meses— buscó las manos del menor, aún en sus mejillas, tomándolas—. Pero lo salvaste todo, me salvaste también...

— Changbin, no me importa como te ves, me importan otras cosas... Y tú las tienes.

Changbin sonrió de forma agradecida, pequeñas arrugas se formaron alrededor de sus ojitos, y Felix las acarició, le parecieron hermosas.

— ¿Por qué fracasaba?— preguntó, curioso.

— Lo primero que pensaban todos era que era una batalla a muerte... Claro que no se puede morir en este juego pero no era del agrado de muchos y no lo miraban— explicó—. Una historia de amor cómo la nuestra... Aunque tan dramática a veces, mantuvo a millones mirando... Nos amaron, Felix.

Felix seguía teniendo ganas de llorar, unas pequeñas lágrimas surgieron.

— Changbin... No me importa en verdad— dijo—. Yo te amo.

— Yo también te amo, Felix— el mayor sonrió, junto sus frentes con una sonrisa—. Dime tú... ¿Recordaste algo?

Felix asintió.

— Pero es demasiado— murmuró—. Sé que firmé un contrato para participar, y sé que no podré quejarme con nadie de lo que viví allí... Porque también necesito el dinero... Porque mí vida es una mierda... Y el show también era una mierda, pero no tenía nada que perder.

— Tendrás más de lo que dice ese papel, Felix... Tendrás todo lo mío también, porque no voy a dejarte sólo.

Se miraron un segundo de la infinidad, hasta que ambos supieron que todo iba a estar bien, porque se iban a tener el uno al otro por el resto de sus vidas.

Y se abrazaron, sabiendo que así sería.








Por si no quedó claro:

Changbin es quien dirige el programa en donde ellos estaban metidos, todo un show hecho por una computadora en una realidad virtual a la que estaban conectados mientras en el mundo real estaban en coma, y así estar conscientes en el juego todo el tiempo.

Felix firmó un contrato con los del programa para participar en este, como retribución tendría parte de las ganancias del show, cosa que necesitaba.

No se dice, pero Changbin se metió en el show porque no había otro participante, y por si lo sospechaban, el descubrió todo lo que trataba el show porque él mismo lo creó y sólo tenía que redescubrirlo

Y si, ambos viven felices por siempre.

Lovely [Changlix]Onde histórias criam vida. Descubra agora