diecinueve. regaño

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—¡Nami, Satoru!.

Padre e hija se observaron con miedo el uno al otro mientras permanecían escondidos dentro de aquel armario, sabían que ella estaba molesta, tampoco era como que habían hecho lo peor del mundo, pero ambos sabían que ahora mismo aquella mujer estaba furiosa.

—Te dije que me llevarás a la escuela.—murmuro por lo bajo Nami.—Ahora mami sabe que no fui por una semana, me quitara mis dulces.

—¿Tú dulces? Nami, mamá nos ignorar por un mes.—habló Satoru.—Me mandara a dormir al sillón.

—No te preocupes papi, puedes dormir conmigo.—respondió la pequeña mientras abrazaba a su padre.

Satoru sonrió con ternura mientras correspondía gustoso aquel abrazo. ¿Cómo le explicaba que su cama era muy pequeña para él? Aun así, encontraba realmente tierno aquel gesto de su pequeña, pero él prefería dormir en el sillón que dormir con ella, después de todo era su cuarto, su pequeña camita.

—Bien, ¿a qué hora piensan ustedes salir de ese armario?.—pregunto con seriedad la fémina mientras observaba con los brazos cruzados

—Hasta que te vayas de la casa.—respondió el albino.

Ella por su parte suspiró, acercándose a aquel armario y así abrirlo completamente, viendo así aquel dúo de peli blancos quienes se encontraban abrazados.

—Satoru y Nami Gojo salga ahora mismo.—ordenó con firmeza.

Satoru suspiró, saliendo de aquel armario en compañía de la pequeña, ambos observaron a la fémina que se encontraba enfrente a ellos. Ella simplemente los observó con los brazos cruzados.

—Nami estás castigada por un mes, no comerás dulces, no saldrás de casa a menos que yo te acompañe y no veras televisión al menos que yo lo permita.

—Cariño, ¿no es mucho regaño para una niña?

—Tú cállate, no tienes derecho a hablar.—ordeno con firmeza.—Nami ve a tu habitación, quiero hablar a solas con papá.

La pequeña no respondió, simplemente obedecido y corrió hacia su habitación, dejando completamente solos a ambos adultos.

—¿Te he dicho lo linda que te miras enojada?.—preguntó regalándole una sonrisa.

—¿Por qué? ¿Por qué malcrías de esa forma a Nami?—preguntó ella.—Yo se que Nami es una buena niña, es educada e inteligente, pero después no querrá ir a la escuela por tu culpa.

Satoru la observó por un momento, sabía que hizo mal el no haberla llevado a la escuela. Él simplemente sentía miedo, era un nuevo año escolar para le pequeña y temía por que le pasara algo a su pequeña, o simplemente que los demás niños fueran malos con ella, Satoru no quería ver a su pequeña triste o algo por el estilo. ¿Pero que aseguraba que eso le podía pasar a su pequeña? Tal vez simplemente se estaba creando historias en la mente.

—Temía que le pasara algo a Nami, (N), es una nueva escuela para ella, son personas nuevas en su vida, no las conoce y por una extraña razón temía por que fueran cruel con ella.—respondió sin más.—No quería ver a mi pequeña triste o algo por el estilo, es difícil ser amigos cuando eres el nuevo.

Ella se mantuvo callada por un momento, comprendía un poco lo que sentía Satoru, ella igual sentía ese "miedo" pero aun así, estuvo mal el que no hubiera ido por una semana completa a la escuela. Al final, tal vez ella hubiera hecho lo mismo.

—Es realmente dulces que te preocupes por Nami de esa forma, que la quieras cuidar y proteger.—habló ella acercándome a él.—Pero ella debe ir a la escuela aún así, ella estará bien, después de todo es tu hija y sabe defenderse sola. Ella puede.

—¿Ya no estás enojada?.

—¡Claro! Contigo sí, con Nami no.—respondió con una sonrisa.—Le quitare el castigo a Nami y tú, dormirás en el sillón.

—Pero es mi cama.

—En el sillón dormirás.—ordeno de nuevo.—Ahora ven, vayamos con nuestra pequeña.

Satoru sonrió, tomó su mano y ambos se dirigieron hacia la habitación de la pequeña.


les quería actualizar desde la semana pasada, pero no saben la flojera que le daba y lo ocupada que estuve con mis clases):

stories ⭑ satoru gojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora