Capítulo 23: Planeando.

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—Me conoces desde que soy un niño y aparte me dices Doris.

—Por tus ojos y porque al parecer eras chiquito. Creciste Harrison.

Sí, damos y damas. Ethan no toda su vida fue alto, je, je.

—¿Todavía se acuerda de mi apellido?

—Soy viejo, no estúpido— Ethan se ríe.

—En serio se parece a tí.

—No porque mi nieta es hermosa— sonrío con dulzura —pero yo lo soy más.

Y la sonrisa se borra.

—Definitivamente es igual a tí. Terminamos de poner los globos y todo afuera. Me voy a bañar enana. Un gusto volver a verlo de nuevo Kurt.

—No pienso lo mismo. Vete playboy de ojos azules.

—¡Abuelo!— me tapo la cara avergonzada.

Ethan solo niega riendo y se va arriba.

—Me haces pasar vergüenza y lo sabes Sevedo.

—Ese playboy está loco por tí. Tenía cara de estúpido cuando te veía.

—Si... Hace unos cuantos días me enteré que le atraigo de otra forma.

—Y tú tenías cara de tonta cuando le viste el abdomen— me hierve la cara. Una cosa es que me lo diga, por ejemplo Cassie. Pero mi ¿Abuelo?

—Yo... Es solo mi mejor amigo.

—En las películas todos dicen eso. Al final, los mejores amigos terminan juntos.

—No estás ayudando abuelo.

—Ya lo sé. ¿Y la que se parece a Nicol kindman por el pelo?

—¿Cassie?— digo entre risas. Mi abuelo jamás llamaría a mis mejores amigos por sus nombres.

—Esa.

—Debe estar peinándose. Tarda horas en arreglarse. Y eso que no es su cumpleaños, sino está todo el día.

—¡No me juzguen! ¡Así es el resultado!— la oímos gritar bajando las escaleras como salida de una película.

—Es un cumpleaños. Uno normal. No la fiesta de Kylie Jenner.

—Eres la hija de Raquel Scarlet Sevedo, famosa diseñadora de vestidos de novias y ropa en todo el mundo. Y también hija de William Sevedo, famoso abogado de Francia.

—Pareces Cheryl Blossom— digo sonriendo.

—Hey, ¿Por qué lo dices? no soy tan perra como ella.

—Porque estás toda de rojo.

—¿Pero estoy linda?

—Hermosa. El rojo representa el amor...— canturreo y rueda los ojos.

—No empieces— se da cuenta de mi acompañante —¡Señor Kurt! ¡Que sorpresa!

Lo abraza bien fuerte.

—La pequeña Cassie. ¿Cómo has estado?

—No me quejo. ¿Y usted?

El Miedo De Ámbar #1 Where stories live. Discover now