-Buenos días cariño-me saludó. Yo tomé asiento enfrente de ella y cogí un trozo de plátano con el tenedor. -¿Con que estabas soñando hoy? Estabas chupando la almohada cuando te fui a despertar- dijo divertida con una sonrisa. Yo tosí levemente y casi me atraganto con la leche. Ya se me había olvidado el sueño de anoche, hasta aquel momento no había vuelto a pensar en él.- Yo…esto… no sé, de verdad que no me acuerdo-mentí. Mi madre era así, una cotilla, la quería mucho pero sinceramente no me gustaba hablar de estas cosas con ella. ¿Qué pensaría si le contara que he soñado con que me liaba con un tío, del cual no sabía ni el nombre ni el aspecto?   Seguramente se reiría y me diría que ojala pudiera volver a ser joven otra vez y yo me la quedaría mirando en plan… mama no eres tan mayor…, y sinceramente no me apetecía tener esa conversación a estas horas.

Saqué una de mis galletas cookies con trocitos de avellana, mis favoritas, y la mojé en la leche de soja, hacía tiempo que no tomaba leche normal, no era por una dieta ni nada, simplemente decían que de verdad era más sana. Miré a mi madre con intriga, hoy parecía estar muy contenta.-Mama, hoy me van a pagar los 50 euros por ayudar en el festival… ¿Al final me vas a dejar ir de viaje de fin de curso con las chicas?-le pregunté algo suplicante.

 Ella me respondió con una mirada severa-¿Cuánto te queda por reunir? No sé yo… -dijo.

-Solo me quedan 90… por favor mama…-dije con una sonrisa.

-Lo hablaremos cuando llegues a casa, no es el momento de tomar una decisión-dijo con una sonrisa, aunque yo ya sabía lo que significaba esa sonrisa y di un pequeño brinco y le regalé en un beso en la mejilla-Gracias, gracias, eres la mejor-dije achuchándola.

-Vale, vale…que todavía no he dicho que sí.-dijo riendo.

-¡Te quiero!-le dije mientras subía las escaleras para cambiarme el pijama con energías renovadas.

Cuando llegué a mi habitación, abrí el armario y saqué una de mis blusas favoritas, blanca de manga francesa y con un delicado bordado en los bordes vaporosos. También agarré unos vaqueros pitillo claritos y mis vans negras de suela blanca. No era nada del otro mundo pero aún así era una ropa con la que me sentía muy cómoda. Entré en el baño sintiendo que iba a llegar muy tarde a clase. Cogí el secador y traté de deshacer aquel nido que se había formado en mi cabeza mientras dormía. Cuando el pelo me quedó más o menos…visible me maquillé un poco. Cogí mi mochila y una chaqueta lista para mi último día de clase.

Mi madre tardó apenas ocho minutos en llevarme hasta el instituto. Durante el trayecto encendí la radio y mi programa musical favorito inundó el coche con la canción “One Grain of Sand-Ron Pope” , comencé a cantar como una loca. Así era yo, me animaba y me ponía eufórica solo con escuchar una canción en la radio.-I don't want hold you if you want to go,
I'm not going to make you feel love if you don't... -.  Cuando el coche se detuvo frente a la entrada, yo medespedí de mi madre con un beso en la mejilla y le dije que tubiera un buen día. Me adentré en el instituto como una más de los cientos de chicos y chicas que como yo, habían tenido que madrugar aquella mañana de Lunes. Mi instituto presumía de ser de los más exquisitos de toda la ciudad, aunque en realidad era una escuela normal y corriente con sus estudiantes normales y corrientes... . Llegué a mi taquilla, había sido bastante complicado abrirse paso entre los cientos de estudiantes que ivan y venían de un lado a otro sin parar. Las paredes del pasillo estaban decordas con carteles que decían “Welcome Summer” o BienvenueÉtépara hacer gala del bilingüismo de nuestro instituto, me ponía un poco enferma todo ese rollo elitista, pero mejor me callaba la boca... yo formaba parte de ese rollo, a pesar de que mi madre tenía un sueldo normal y yo estudíaba usando beca. Abrí mi taquilla, apenas estaba decorada con algunas fotos y el horario de clases. Mientras sacaba los libro de la primera hora sentí que alguien me daba un empujón y casí me golpeo la cabeza con la puerta de la taquilla.-¡Hola guapa! ¿Que tal el finde?-dijo mi amiga Eva con su característica sonrisa.

-¿Qué que tal el finde? Te voy a matar... ¿Cómo se te ocurrió dejarme tirada en mitad de la discoteca con ese tipo?-dije. La noche anterior, Eva y yo habíamos salido a dar una vuelta. Para Eva salir a dar una vuelta no significaba para nada lo mismo que para mí. Eva era la chica más guapa que conocía, tenía una hermosa cabellera larga y rojiza y unos centelleantes ojos castaños, en cuanto al resto... se puede decir que era la envía de todo el instituto. A ella le encantaba salir de fiesta incluidos los domingos, normalmente no conseguia liarme para salir con ella hasta tarde un domingo por la noche pero ayer fue una excepción y acabamos en una discoteca del centro. En la discoteca, nos encontramos con dos chicos muy majos, Eva intentó liarme con uno de ellos. La cosa como véis, no le salió muy bien. Eva se fue con uno de los chicos y me dejó tirada, yo al verme sola con el otro baboso, me piré a mi casa. Llegué sobre las 12 y después cogí el móvil y me puse a petarle el móvil a mensajes de Washap enfadada, pero en coña, solo para ver si los leía al llegar a casa. Y he ahí el motivo por el cuál me acosté a la una... aunque, a pesar de que seguro ella se había acostado más tarde, no mostraba signos de cansancio alguno.

- No me seas aburrid...-de repente se calló. Bueno en realidad todo el mundo lo hizo cuando él entró. ¿Os acordáis de que dije que en mi instituto todo era estudiantes normales? Pues bien...puede que os mintiera. Todos eran más o menos normales exceptuando a Sean McConnery. Él era....un autentico capullo. Asquerosamente rico y encima cantante famoso, si os estáis preguntando que hacía un chico como él en mi instituto... bien.. pues yo también. Al parecer durante el tercer curso el padre de dicho niño caprichoso le había conseguido un contrato con una discográfica famosa y le habían lanzado a la fama. Sean comenzó a grabar exitos internacionales, estubo parte del tercer año y el cuarto curso entero estudiando fuera mientras se iba de gira y se dedicaba a la buena vida. Y ahora había vuelto para acabar el bachillerato, supongo que habría empezado a cansarse de tanto ir venir. ¿Qué como se yo todo esto? Pues...no hay más que coger una revista de corazón al azhar...como por ejemplo laque sostiene una chica (bastante alterada por cierto) a mi lado. No me mal interpretéis, me gusta su música, el chico canta bien, pero es que él es tan... él.  Cada vez que entraba miles de chicas se peleaban por caminar a su lado, conseguir un guiño, una mirada, un hola...lo que fuera (Como por ejemplo la chica que mencioné, la cual ahora estaba persiguiendole mientras trataba de conseguir un autógrafo). He de decir que las entendía perfectamente, el chaval era alto y musculoso, de pelo castaño claro y ojos castaños muy brillantes, sus labios eran carnosos y rosados y tenía una mandíbula firme y perfecta que hacía que me temblaran las piernas.... un segundo, *¡Aria Stop!* dijo mi subconsciente y fue entonces cuando me dí cuenta de que me le había quedado mirando soñadoramente y se me habían caido una libreta y el estuche al suelo. Él apenas me dirigó una mirada de soslayo... menudo capullo. Aunque e de admitir que cuando pasó a mi lado sentí como si el tiempo se ralentizara. Mi amiga Eva fue la que me despertó de mi hipnosis.-Hey! Aria! ¿Estas bien? Te estaba hablando acerca de Dylan... ¿Te acuerdas? ¿El chico de la discoteca? –me dijo.

Esto no... lo siento-dije mientras parpadeaba y recogía mis cosas del suelo ¿Qué había sido eso?

¿Has visto a Sean? Creo que la fama se le esta subiendo demasiado a la cabeza...-dijo Eva.

Como no verle...-murmuré sin que Eva me oyera.-Es un idiota, aún no me creo que os liárais en segundo.-le dije

Bueno, por aquel entonces era majo...y el capitán del equipo de fútbol ¿Que quieres chica? Era un buen partido y desde luego más acesible que ahora.-dijo riendo

Yo también me reí y cerré mi taquilla, aquel prometía ser un día interesante. O eso quería creer mientras me acercaba entre risas hacía el aula de la clase de literatura.

Capullos, Frescas, Majos y... YOحيث تعيش القصص. اكتشف الآن