- Trabajé en una panadería cuando tenía 16, siempre me gustó la repostería - Harry se paró de su asiento con timidez y se acercó al refrigerador para sacar un pequeño pastel color blanco y azul - no sé cual es tu color favorito, no sabía que color ponerle, por eso usé azul porque así de bonitos son tus ojos.

- Ay Hazz - Louis volvió a sonrojarse - gracias.

Harry partió el pastel y lo repartió en ambos platos. Los dos comenzaron a comer en absoluto silencio. Louis no le quitaba la mirada de encima a Harry, intentaba descifrar lo que esa cabecita pensaba, la razón por la que se encontraba tan nervioso como él, o hasta un poco más. Terminaron de comer y Harry finalmente buscó los ojos de Louis. Se quedaron por unos momentos viéndose fijamente hasta que los dos decidieron hablar.

- Tengo algo que decirte - dijeron al mismo tiempo, cosa que los sonrojó aún más.

- Tú primero - expresó Harry con la cabeza agachada.

- Bueno, uhmmm - Louis suspiró fuertemente para después alzar un poco su brazo lastimado y tomar la mano de Harry - Dios, parece que tengo 15 años, sólo iré al grano. Llevo dos meses desde que te conocí, y pensándolo bien no es mucho tiempo, pero es suficiente para saber que te amo y que siempre te amaré Harry. Sé que no es la mejor propuesta y que te mereces un camión lleno de flores y globos y todo lo que te guste, pero te quería preguntar si tu quisieras ser... si quieres ser mi novio... sé que prácticamente ya hemos hecho de todo pero pensé que sería lindo preguntártelo abiertamente, ¿Sabes?

- Louis yo...

- Si no quieres nada formal lo entendería, sé que haz pasado por mucho y a lo mejor no esperas nada serio entre nosotros...

- Louis, oye, te iba a preguntar lo mismo.

- ¿Qué?

- Eso, planeé esto para pedirte que fueras mi novio, al parecer te me adelantaste.

Louis sonrió como nunca lo había hecho y se acercó a Harry para besar sus labios de nuevo, parándose de su asiento y sentándose en su regazo colocando sus piernas a los costados. Harry apretó la cintura del castaño con fuerza mientras acaloraba aún más el beso y Louis buscó los largos cabellos de Harry, pero recordó que lo tenía atado con una liga, por lo que desamarró su cabello y enredó sus manos entre los rizos.

- Gemma te va a matar, tardó 20 minutos en arreglarme el pelo - rió Harry.

- Lo siento, pero necesitaba hacerlo - respondió pero luego mostró un rostro de dolor que alarmó a Harry.

- ¿Klein? ¿Estás bien? ¿Te duele algo? - Harry frunció el ceño y acercó sus manos al rostro de Louis para acariciarlo lentamente.

- Mi brazo, duele un poco todavía, ¿Podrías ayudarme a cambiarme la venda?

Harry asintió levemente y peinó los cabellos lacios que le caían en la frente al ojiazul antes de que este se parara y tomara su mano para dirigirlo hasta el baño. Cuando ambos se encontraron dentro Harry buscó entre las medicinas de Liam alguna venda y encontró una con facilidad, la puso en un pequeño estante y ayudó a Louis a retirarse la que tenía puesta. No entendía por qué se la quería cambiar si se veía nueva, pero aún así lo hizo pues él se lo estaba pidiendo.

No quiso hacerlo muy rápido, pensaba que podría lastimarlo, así que fue deshaciéndose de la venda con lentitud mientras Louis observaba el rostro de concentración de Harry, sonriendo bobamente al ver como sacaba la punta de su lengua como forma de concentrarse.

Pero de repente, casi llegando a la piel del psicólogo, sintió que algo plástico lo cubría, fue extraño pues Harry no sabía que se le ponía plástico por debajo de las vendas, pero al culminar con la venda recibió una gran sorpresa, sus ojos brillaron y ensambló una gran sonrisa en su rostro.

9 REGLAS (L. S.)Where stories live. Discover now