Revenge • [Tom Riddle]

• 05 •

Me desperte sintiendo la luz del sol en mi cara.

Empece a abrir los ojos lentamente, pero rapidamente coloque una mano que me cubriera el sol mientras pestaneaba rapidamente para ajustarme a la luz.

Mire hacie mi derecha, donde horas antes habia estdo Tom, ahora solo se encontraba una silla vacia. Me levanté de la cama, y me fui hacia el gran comedor.

Algunos alumnos estaban entrando, mire afuera, parecia ser temprano, no pasaban de las 8:30 de la mañana, me senté en mi mesa tome una tostada con manteca y comi tranquila, a pesar de el hambre voraz que empezaba a notar en mi, despues de todo, no habia comido en dos dias, tenía sentido.

Tragé un sorbo de mi té cuando veo a Ced llegar corriendo al gran salón, pero frena en la puerta y empieza a buscar algo con la mirada. Euphemia llego segundos despues jadeando, ella no era de hacer ejercicio. Cuando Ced me vio corrio en mi direccion, dejando atras a una exhausta Euphemia.

Me rei ante la situación.

 — Daphne!!!! Estas viva!!! — gritó la pelirroja — ya enserio, estas bien?

 — Si, supongo.

 — Es una suerte que Tom- digo Riddle — se corrige — estuviera pasando por ahí cuando te desmayaste.

 — Si, no se que hubiera hecho si Tom no estaba ahí —Euph se unió a la conversación.

 — Por que le dicen Tom? — Por favor que no sea lo que pienso, espero que solo se hayan confundido — De que me perdí?

Las dos chicas se miraron entre sí, como si tuvieran miedo de como pudiera reaccionar.

 — Mira, cuando te desmayaste pasamos mucho tiempo en la enfermería — empezo la pelinegra — pero no eramos las unicas que te visitaban, Tom, perdón Riddle, pasaba todos los dias a verte.

 — Empezamos a hablar mientras estabas ahí, resultó ser un gran chico, es mas amable de lo que aparenta — Ced hablaba de manera cautelosa, como si tuviera miedo de que explotara —  mira Daph, sabemos que lo odias, pero ni siquiera lo conoces, deberias darle un oportunidad.

— No, Riddle-

— Yo que Daphne? — Preguntó alguien a mis espaldas — Hola chicas.

— Hola Tom — saludaron mis amigas. Yo las fulminé con la mirada.

Pasó por delante mio y se sento al lado de las jovenes Black y Travers. Ambas estaban completamente embelesadas por la belleza del chico. Y esto no hizo mas que enfurecerme. Ellas no eran así, no se enamoraban de alguien en dos dias.

— Venia a preguntarles si querian venir a tomar algo en hosmade el sabado — Habló el chico

— No podemos, el sabado nos quedamos en el castillo — mi tono era frio y cortante.

— Estaba hablando con Cedrella y Euphemia — con cada palabra que decia mas ganas de romperle la nariz me daban. — pero si tienen planes lo entiendo, tendre que pasar solo mi cumpleaños. — Era mentira, su cumpleaños era en diciembre, y estabamos en octubre.

Mis amigas me lanzaron una mirada de deasaprobación.

— No tenemos nada que hacer, perdona a Daph, esta malhumorada, ella debe quedarse a estudiar. — Sentenció la morena.

— Tenemos que hablar — tome al slytherin de la tunica, obligandolo a pararse — Me lo llevo un rato chicas.

Ellas no respondieron, se quedaron mirando al suelo con los ojos vidriosos.

— Que paso? La leona se puso celosa? — dijo el azabache cuando salimos del comedor. Yo solo pensaba en sacarle esa sonrisita de un golpe.

— Que les hiciste? — fui directo al grano, no estaba para rodeos.

— A que te refieres? Simplemente se dejaron llevar por mis encantos — se defendió egocentricamente.

— Quisa puedas engañar a todos en esta escuela, pero no a mi Riddle, ahora vas a liberar a mis amigas de tu hechizo, y vas a desaparecer de mi vida — amenacé — nada de miradas, nada de conversaciones incomodas, nada de contacto. Nada de nada.

— De acuerdo — accedio el chico.

Hizo un movimiento rapido con su varita y se fue. Sin condiciones, sin amenazas, sin pedir nada a cambio.

Realmente pensé que lo habia sacado de mi vida, que le había ganado.

Que ingenua era, mas equivocada no pude estar.

...

Las siguientes dos semanas ocurrieron pacificamente, iba a hosmade con mis amigas los fines de semana, y estudiaba para los examenes en mis ratos libres.

Tom Riddle había desaparecido de mi vida, nunca me lo cruce por ningun corredor, y casi ni lo veía en las clases. Euph y Ced no volvieron a hablar de el, como si nunca hubiera pasado nada.

Me encontraba en la biblioteca, repasando un tema que no entendía en lo mas minimo, y me frustraba mas de lo normal.

--- Entonces la materia desaparecida va a la nada, osea al todo --- dije mirando la hoja del libro, tratando de encontrarle sentido --- no tiene sentido.

Deje caer mi cabeza sobre el libro mientras largaba un gruñido de frustración.

--- En realidad si tiene sentido, solo tienes que comprenderlo --- hablo una voz atras mio. Me levante automaticamente, poniendo todos mis sentidos alerta --- si quieres te puedo ayudar --- dijo Riddle.

--- No.

--- Porfavor, se porque me odias, y tiene sentido, lo que hice fue una atrocidad, ahora me arrepiento profundamente de mis acciones --- de lo unico que se arrepiente es de no haberme matado ese dia --- y quisiera compensartelo ayudandote, se que no es mucho comparado con el daño que causé, pero no se que mas puedo ofrecerte. Por favor, acepta.

Y en ese momento tome lo que luego consideraria la peor decision de mi vida, Acepte.

En su momento pense que no era nada, solo me iba a ayudar a estudiar, pense que era inofensivo, pero no me di cuenta que con ese pequeño gesto, lo deje entrar de nuevo en mi vida. Aparentemente, nadie podia salvarse de sus "encantos", ni siquiera yo, quien lo habia visto asesinar a dos niños a sangre fria, quien casi habia muerto en sus manos, y solo sobrevivió por suerte, quien se habia jurado nunca jamas confiar en el. Tal vez no fue mi culpa, ya que el supo como manipularme a su gusto, o tal vez, yo no era tan fuerte como creía.