Un nuevo universo [Volumen.2]

Oscorp

El hombre de cabello Alvino caminaba tranquilo por la recepción del edificio, postura firme, manos en la espalda y con sus facciones relajadas. Parecía haber pasado por un spa para tener esa energia astral

-Disculpe señor ¿Tiene una cita?- la mujer de la recepción miranba con desconfianza al hombre desconocido que le miraba con aquella tranquilidad extrema- ¿Una cita a esta hora?- recalcó ya que aún era muy temprano para cualquier cita que ella misma hubiera agendado-

-Una cita con el destino no tiene hora- el hombre alzó su mano y libero una nube de color morado que golpeó la cara de la mujer- Vamos Le Messager tengo un trabajo para ti

Murmuró mirando como la mujer sostenía su cabeza y sus ojos perdian vida

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El mismo hombre de cabello blanco y lentes gigantes caminaba con soltura mirando y tocando todo como si de su oficina se tratase, en la gran oficina del penthouse, del mismo edificio donde había atacado a la mujer más temprano, sonrió y se detuvo observandolo, si, un edificio muy moderno y actualizado no como las antigüedades de París

Entro a la sala de descanso de la oficina y miró con una sonrisa más grande que la anterior

-Que lindo lugar

Pronunció mirando cada espacio de la habitación, una gran cama y un sofá con vista a un ventanal blindado que mostraba la ciudad, camino aún espejo de cuerpo completo que yacía en la pared más apartada, el mueble estaba casi oculto de la vista

El espejo era contenido por un marco tallado en madera con bellas flores incrustadas en el mismo material, era simple como cualquier otro espejo colgador en la pared

Gabriel toco uno de los centros de las flores, la pared de cristal pareció retroceder unos centimetros y ocultarse en un costado como una puerta corrediza

Camino lento a un elevador secreto que no bajaba más de tres metros para abajo, ya en el piso inferior salio de la plataforma para encontrarse con un lugar muy grande

Una especie de bodega con aparatos sin terminar y otras refacciones en cajas, el lugar estaba sucio y mal cuidado

-Este lugar parece una muñeca rusa...- Se movió a otra puerta que estaba en la bodega, justo a su izquierda y la abrió, una sonrisa surco sus labios nuevamente- Dentro de una habitación hay otra... Y otra.. y otra

-¿Quién demonios eres?- grito el joven con desespero, sus pies y manos amarrados a una silla-

Gabriel encendió la luz de la habitación haciendo que el chico cerrará los ojos por el cambio tan brusco

-De ti nada- sonrió nuevamente- solo te quería avisar que voy a estar trabajando y voy a hacer muchoooo ruido- dijo alargando las palabras- ¿No te molesta que use las cosas de tu padre? ¿Verdad que no?

Para que se hagan una idea de la guarida vean Spider-Man del 2004, cuando Harry rompe el spejo de su casa