Cautivo - Hiatus

2. Escape fallido

En cuando su delgada cintura fue liberada, Xiao YuAn dio varios pasos hacia atrás, casi tropezando con una de las finas alfombras. En su tropiezo, no pudo evitar chocar con la mesa de noche. La tetera que contenía el agua cayó con un crak y el vital líquido se derramó por completo.

Xiao YuAn aún le temía, no había podido evitar que la trama original sucediera, su destino ya estaba escrito, peor al menos quería alargar un poco más su vida. No podía darse el lujo de bajar la guardia. Era mejor mantener una distancia segura al hablar.

-...Xiao YuAn...- llamó el emperador del sur en voz baja mientras observaba el líquido derramado. Casi podía sentirse como su voz se resquebrajaba un poco. Tomó un suspiro y llamó a una de las sirvientas que esperaban afuera para que limpiara y trajera más agua. Esta vez pidió que trajera unos refrigerios, pensando en que su "invitado" podía tener hambre.

Yan HeQing se quedó dentro de la habitación hasta que se llevaran a cabo todas sus órdenes. No tenía la confianza en dejar a su "invitado" solo. Después de aquel intento de castración fallido, no podía permitirse permitir que otras personas se mantuvieran cerca de él a menos que fueran de su entera confianza.

Durante todo ese tiempo los dos hombres solo se observaron en silencio.

El agua y los refrigerios fueron colocados sobre la mesa. Estos consistían en algunos pasteles de arroz, fruta confitada y algunos rollos de hojaldre dulces. Todo para recuperar un poco de energía y alegrar el corazón.

Cuando todo estuvo listo, el último en salir de la habitación fue el emperador del sur, no sin antes dirigir una última mirada a su invitado.

Esto tenía desconcertados a los sirvientes. No todos sabían cual era el aspecto del emperador del norte, así que solo lo tomaron como un capricho. Pero parecía haber algo más profundo en sus acciones ¿Por qué su regente era tan considerado con esta persona?, ¿estaría hechizado por la belleza de este?

Al quedar solo, Xiao YuAn se sentó en la cama dando un gran suspiro de alivio. Sus ojos se dirigieron a los delicados bocadillos presentados ante él. Tenía hambre.

"¿Tal vez sea cierto que solo quiere protegerme?"

Mejor idear un plan de escape.

Mientras masticaba uno de los pasteles de arroz, recordó que, cuando solía habitar el palacio sin ser "prisionero", llegó a escapar algunas noches por la ventana. Aunque siempre fue de una forma torpe donde terminaba lastimando sus redondos duraznos*, solo lo descubrieron una vez. Todo saldría bien siempre y cuando no hayan podado los arbustos cercanos. Serían una buena cobertura en caso de emergencia.

Siguiendo con su tren de pensamiento, una vez afuera, solo tendría que seguir un pequeño canal que pasaba por el palacio y eso lo conduciría a un pequeño túnel que lo llevaría a las afueras de su antigua residencia, justo a las calles de la ciudad. Fuera, solo debía escabullirse entre las sombras y pasar el control de migración de la puerta, hacerse pasar por un refugiado y ¡listo!

¡Libertad!

¡Era perfecto!

Muy en sus adentros, Xiao Yuan Se felicitó a si mismo por tan buen plan. "Nada puede malir sal..., ¡espera, así no era!" Casi se ahoga con el tercer pastelillo que estaba consumiendo.

-Coff cofff, Espera...-habló para si mismo -Yan HeQing dijo que vendría esta noche- su corazón cayó el pánico. ¡Tendría que ser muy rápido y no darle la oportunidad! Para cuando se encontrara con la vacía habitación, él(YuAn) ya debía estar lo suficientemente lejos para no ser encontrado.

En un instante perdió el apetito y se recostó a observar el techo, esperando de forma ansiosa a que el cielo empezara a oscurecer.

Cuando las primeras farolas y antorchas fueron encendidas por los pasillos, Xiao YuAn puso en marcha su plan.