Secreto (chilumi) +18; genshin impact lemmon

Capítulo 10

Tartaglia

Cálmate. Cálmate. Cálmate. Cálmate.

Dios mío Lumine está prácticamente desnuda en mi cama, lo único que usa es una camiseta ancha que además es mía.

Me alegro tanto de haberme comprado esa camiseta, fue creada para ella, sin duda.

Me lavo la cara con agua fría y salgo a la habitación de nuevo con las fuerzas suficientes para no comerme a Lumine.

No la mires. No la mires. No la mires. No la mires.

La miro y me pregunto cómo los dioses han sido capaces de crear un ser tan maravilloso. Mire donde mire no veo un solo fallo en ella, es perfecta, y jodidamente sexy.

Su cuerpo, su actitud... No puedo resistirme a ella.

Me siento a su lado en la cama y empiezo a comer. Ella se ha tumbado boca hacia abajo mientras coge trozos de pizza y se los mete lentamente en la boca.

La curvatura de su espalda y la forma de sus glúteos hacen que quiera perder los estribos, pero si gano mañana podré pedirle cualquier cosa a Lumine, incluso que se ponga un disfraz y... Digo, que me haga la comida o algo así...

—¿Qué te pasa Childe? ¿Por qué no quieres mirarme? ¿Acaso te doy miedo?

Le vuelvo a echar un vistazo y ahora está tumbada con pose sexy mirándome. Las arrugas de la camiseta hace que se vea al completo su forma, incluidos sus pechos. Estoy perdiendo el control.

—Vamos, no seas tímido.

Me empuja haciendo que me tumbe sobre la cama y se sienta encima de mí.

—¿No disfrutas de las vistas?

Empieza a besarme el cuello de manera lenta y pausada. Está sentada justo encima de miembro así que ya debe haber notado como me siento ahora mismo.

Me quita la camiseta para darme diferentes besos sobre el torso para luego colocar las manos en este y empezar a moverse. No puedo más.

Cada movimiento sobre mí hace que pierda aún más el control. Empieza a gemir de manera aguda, sé que lo hace a propósito para que me excite más mientras se restriega contra mí, y lo consigue, desde luego.

—Eres más débil de lo que parece, eh.

—De eso nada.

Con un rápido movimiento hago que se coloque ella debajo de mí. Con una mano sujeto ambas muñecas por encima de su cabeza. Al hacer el movimiento ha quedado con las piernas abiertas y con la camiseta subida hasta la cintura, tiene un cuerpo tan fino y bonito...

Me mira sorprendida, supongo que no esperaba que perdiese el control tan rápido, pero sé que lo perderé tarde o temprano, no quiero perder más tiempo.

—¿Y ahora qué vas a hacer, Ojou-chan?

Sigo haciendo movimientos con mi miembro sobre su zona íntima, haciendo que esta vez gima de verdad.

Le quitaría la camiseta pero... A decir verdad me exciga mucho que la lleve puesta, así que se la subo hasta por encima de los pechos sin quitársela del todo con la mano que me queda libre.

—C..Childe...

Cuando gime mi nombre hace que no pueda más. Me quito los pantalones como puedo y sigo rozando mi miembro contra su zona íntima, haciendo que cada vez quede más preparado para entrar. Está muy mojada.

—¿Quieres hacerlo, Ojou-chan?

—S..sí...

De debajo de la almohada saca un condón, al parecer ya lo tenía preparado por si acaso, Lumine es tan juguetona...

Me lo coloco y me introduzco dentro de ella, juntandonos por completo. Pego nuestros cuerpos y empiezo a moverme mientras sujeto con una mano el muslo de Lumine y con la otra entrelazco mis dedos con los suyos.

—C..Childe...

Que gima mi nombre en mi oído con esa voz tan dulce solo hace que quiera comermela cada vez más.

—M..más...

No esperaba que Lumine fuese tan atrevida, pero realizo sus deseos. Mis movimientos van acorde a sus gemidos, los cuales cada vez son más fuertes.

—¿Te gusta Ojou-chan? —Pregunto como puedo mientras respiro con fuerza.

Gimo al terminar después de unos minutos, tenía tantas ganas de hacerlo con Lumine que todo ha ido muy rápido.

Me quedo quieto un momento recuperando fuerzas, pero vuelvo a moverme igual que antes para que Lumine siga disfrutando.

—C..Childe... Y..yo... N..no puedo más... Ha sido muy intenso.

Salgo de ella y cuando me he limpiado, me tumbo a su lado y la abrazo desde atrás.

—Has perdido —Una pequeña risa sale de sus labios.

—Y aún puedo perder unas cuantas veces más, ¿has escondido más condones bajo la almohada?

Vuelve a reírse y se gira un poco para mirarme.

—Claro que sí.

Tal vez yo esté cansado, pero mi amigo no, y Lumine parece tener ganas de más aunque también esté cansada, así que aún detrás de ella cojo su muslo y lo levanto, rozando así mi miembro contra su zona íntima una vez más.

Cojo otro condón y procedo a introducirme en ella de nuevo en esa posición. No es la manera más cómoda de hacerlo, pero desde luego es excitante.

Esta vez sí que le quito la camiseta y le doy mientras con la mano con la que la estaba abrazando juega con sus pechos.

—M..me estoy derritiendo... —Dice entre gemidos.

Con frases así... No puedo dejar de perder el control demasiadas veces en una sola noche.