Prólogo.
El un gran empresario el cual llega a la famosa cuidad del pecado, para separarse de su prometida y disfrutar sus últimas semanas de soltero.
Ella una chica que solo busca diversión y fiesta, algo que hacen todos los adolescentes, pero se...
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Celeste.
Al instante reconocí la voz.
- Tranquila Azul, todavía eres mi preferida. -sé acerco a ella que estaba aún lado mío.
Ahora entendia el porqué, tenía autoridad sobre aquel hombre de hace unas horas, ella está relacionada con este tipo.
Mire a Azul la cual miraba desafiante a Mike, el decidió hablar, - ¿Entonces pequeña Celeste, vienes?
- No, no iré contigo, no tengo planes de irme, quiero pasarla bien y disfrutar todo lo que pueda.
- Si es por tu amiguita, podemos llevarla con nosotros, al menos que tengas algún inconveniente.
- Sabes Mike, tienes que aprender que cuando una chica dice no, es No. -me cruce de brazos
- Yo consigo todo lo que quiero, y creeme que tu, no serás la excepción. -sé acerco peligrosamente a mi
- Dije que no. -saqué mi gas pimienta y lo rosee sobre sus ojos, se quedó retorciendoce del ardor- Corre. -le indique a Azul y corrimos a los baños de mujeres
- ¡Malditas perras! -le escuchamos gritar
Entramos al baño y cerramos la puerta.
- Gracias. -abrace a Azul
- No hay de que, ese tipo es un pasado. -se separó de mi abrazo
- Ni que lo digas, antes de que llegaras estuvo ostigandome. -comenze a reír
- ¿Crees que ya se haya ido? -abrió un poco la puerta y se asomo por ella
- Lo más seguro, -hice un ruido con mis labios -ese gas pimienta, le ha deber ardido, hasta allí abajo.
Ambas comenzamos a reír como locas, y tocaron la puerta.
- ¿Quién? -pregunté mientras me tranquilizaba para dejar de reir
- Necesito ocupar el baño. -grito una chica
Abrí la puerta y ambas salimos, la chica nos miró raro.
- Lo sentimos. - se disculpó Azul
- Deberían conseguirse una habitación. -
¿A caso creía que Azul y yo...
- Si la próxima lo haremos. -codee a Azul
Ella entendió mi indirecta, - Vamos a otro lugar para estar más... Cómodas. -jalo mi mano volviendo nuevamente a donde estaban todas las personas
Comenzamos a reír.
- Bueno cele tengo que buscar un buen faje. -sé fue dejandome allí
Decidí ir a apostar un rato, pues no me quedaría aquí aburrida, me dirijo ya con mis fichas en mano y busque un buen juego.
