Utopia JJK. (LOVE BOOK III) [EN EDICIÓN]

^^ Final ^^

Salí de la ducha en tiempo récord, saqué una falda larga muy linda que Alex me había comprado de Italia, si, suena como si fuera una falda muy llamativa o algo por el estilo, pero en realidad era una falda larga con transparencia de flores y fondo color beige y una sudadera delgada anaranjada, me sentía bastante cómoda y no podía parar de mirarme en el espejo, me sentía muy bonita.

Decidí apresurarme, si no todo se arruinaría todo. Me dirigí a la habitación que estaba frente a la mía, busqué mi guitarra, y no, no las nuevas, mi guitarra aquella que tocaban mis padres y que casi destruyó en un momento en el que no estaba muy cuerda. En fin, metí la guitarra a su estuche y salí de la habitación con la guitarra colgada a mi espalda. La deje recargada en el sofá mientras regresaba a meter una última cosita a la maleta, era pequeño, pero el motivo de todo esto, una vez con la maleta cerrada me dirigí de nuevo a la sala de estar, tome mi bolso y metí las llaves y el dinero.

Después de pensarlo mucho, decidí no salir con el teléfono, sabía que eso podía costarme la vida, pero era parte del plan. Una vez con todo listo cerré bien la puerta del apartamento. Lamentablemente tuve que regresar porque salí sin cambiarme las pantuflas por mis converse.

El día estaba precioso, todo estaba casi perfecto, el clima era soleado, y el calor no era asfixiante, más bien cómodo. Comencé a caminar entre la gente, llamaba la atención a causa de la maleta que llevaba, la guitarra y la colorida bolsa de mano que Amber me había regalado por mi cumpleaños.

Me daba risa y a la vez vergüenza el no saber todas las rutas de Seúl, más bien, olvidarlas, por eso cuando estaba subiendo al bus le pedí con todas mis fuerzas a Dios que no me perdiera, el apartamento estaba en una zona concurrida y "céntrica" pero ese hecho hacía que la agencia quedara casi al otro lado de la ciudad, si no mal recordaba, tenía que tomar dos colectivos e ir a la estación del metro. ¡Pero no es mi culpa! Es culpa de mis amigos sobreprotectores, todo el tiempo quieren llevarme en auto ¡A todos lados! Cuando yo disfruto bastante de caminar.

Aunque... para este entonces comienzo a arrepentirme por no traer mi celular y no poder escuchar música y más ahora que voy en el bus. Aunque supongo que para este momento ya hicieron al menos una llamada, ya sea JungKook o Sam. Una vez que bajo del bus y comienzo a caminar a la siguiente estación, me quedo parada en mi lugar estorbando a algunas personas que venían detrás de mí, me miran extraño, pero no le doy importancia, mi mirada sigue fija en el cielo, si mi yo inteligente no me falla y por la posición del sol, supongo que son las tres de la tarde.

¿A quien engaño? No tengo ni la menor idea de que hora podría ser, pero de lo que si estoy segura es que los nervios de algunas personitas comenzarán a botarse. Claro que sería más fácil preguntar por la hora, pero decido no hacerlo, mejor apresuro mi paso y camino con una sonrisa porque me siento feliz y emocionada.

Aunque también con cierta incertidumbre de lo que pueda pasar, ¿Y a quien quiero engañar? Una parte de mi tiene miedo y tristeza.

Sacudo la cabeza como si eso hiciera que los pensamientos no invadieran mi mente.

Llego a la siguiente estación, y así hasta salir del metro, para este entonces mis tripas comienzan a pedir alimento, a pesar de que haya comido no hace mucho.

Al menos ya estoy cerca del McDonald's que estaba buscando, y si claramente podía haber ido al que estaba a unas calles del apartamento, pero no quería ese, necesitaba en especifico este, abrí la puerta del establecimiento, tuve que hacerme a un lado porque iba saliendo una señora con sus pequeños, agradeció mi acción y yo le regalé una sonrisa. Una vez dentro hice mi pedido para llevar y esperé unos minutos para salir de nuevo.

Vale, para este punto claro que llamo la atención, todas mis extremidades estaban completamente ocupadas.

Seguí con mi camino, la tarde comenzaba a hacerse más presente y el sol comenzaba a tomar su curso hacia el atardecer.