Capítulo 22 | Quiero intentarlo

Start from the beginning
                                    

— ¿No mencionó para qué?

—No pero ¿Puedo preguntar algo?

La miré interesado.

— ¿Qué es?

— ¿Tú en serio te llevas mal con tu mamá? — ¿Qué? —Lo digo porque la otra vez escuché algo malo y luego vi algo bueno, estaba confundida pero terminé concluyendo que ella solo sé que se preocupa por ustedes —soltó todo muy rápido, sin pensarlo probablemente —Es mucho más de lo que la mía hizo por mí y a decir verdad, tú te pareces a gema, en el buen sentido quiero decir.

—Yo no soy como ella —desvié mi mirada, sabía que esto era un momento de reflexión pero pensar en mi madre y lo que pudo hacer, simplemente me enojaba — Yo no pongo a un hombre sobre la familia.

—Oh, siento haberlo preguntado, yo solo tenía curiosidad y...

—No importa —me esforcé en embozar una sonrisa —Olvídalo, las relaciones en mi familia nunca son buenas cuando no hay un equilibrio.

— ¿Equilibrio?

—Si, por ejemplo, mi abuelo solía decir que para ser feliz y tener un buen amor, debes conseguir a tu otra mitad estable, por ejemplo, tú me dices demonio, entonces yo tendría que buscar a mi Ángel.

—Entonces tú papá era el Ángel de tú mama —afirmó comprensiva —Y como tú eres un demonio y ella también, choca.

Asentí y sonreí por su inteligencia.

—Exacto.

— ¿Y de dónde sale todo este tema de los demonios y ángeles?

—Bueno, esa sería otra muy buena historia, se remota a mis ancestros pero esta historia no puede ser contada hasta que estés dentro de esta familia, es algo así como una maldición.

— ¿Me estás diciendo que tengo que casarme con un Vans para escuchar sobre la maldición?

—Si pero siempre hay excepciones.

— ¿Tú hiciste excepciones?

—Yo siempre hago excepciones si vale realmente la pena.

—Bueno, ya, prefiero no pensar más, mi cabeza va a explotar por todo lo de hoy.

Dulce caminó hacia la cama de Ada y se dejó caer, se veía agotada, hoy había sido un día desesperante para todos ¿Quién iba a pensar que una pequeña travesura acabaría en un gran desastre? Aunque no me importaba en lo más mínimo solucionarlo sabía que a ellas sí, no me quedo más que ayudarlas.

—Estoy igual de cansado —susurré dejándome caer a su lado.

—Entonces, deberíamos descansar, despejar nuestras mentes.

Después de decir aquello, dulce pareció observarme por unos segundos para terminar abrazándome de lado

Esta chica sí que me sorprendía demasiado.

¿Qué se supone que debería hacer?

Corresponderle el abrazo, idiota, me recriminó mi mente.

Y aunque no lo hice, no demostré afecto, solo me quedé ahí, sintiendo la calidez de su abrazo. Cuanto hubiese dado por corresponder aquello que sentía ella.

Verla cerca de mí, cerca de su infierno solo me hacía sentir culpable, al final terminaría lastimándola, eso era lo que siempre hacia. Mi destino estaba marcado por la desgracia, eso implicaba ser un Vans.

—Damon...—llamó aun pegada a mí.

Mierda, ella se hacía diminuta entre mis brazos pero grande en mi maldito corazón.

Prohibido Enamorarse de Dulce ©Where stories live. Discover now