Prólogo

3.2K 73 5
                                    




Es confuso ver como un instante determinado se pausa para ocurrir una catástrofe. Solo recuerdo el impacto del coche contra un camión más grueso y fuerte que nuestro coche, a mi amiga Maya conduciendo al volante cantando canciones de Rihanna por todo lo alto cuando nos dirigíamos a la playa con nuestros amigos que ya nos estaban esperando, entonces todo se vuelve negro.

Me levanté sobresaltada en lo que parece una habitación de hospital. Notaba como varios cables que me rodeaban no dejándome incorporar del todo. Miré a mi alrededor y localicé al fondo de la habitación a mi padre, sentado en una silla mirando al suelo y tirándose de los pelos como si se sintiera culpable de algo.

- ¿Papá? - Mi voz sonó más bajo de lo alto que había intentado que sonara.

Mi padre alzó la vista tan rápido como pude alcanzar a ver y se levantó aproximándose hacía mi.

-Alicia, hija mía- Tenía los ojos rojos y llenos de lagrimas.

Mi padre me acarició la cara y noté un pequeño dolor en la mejilla que me hizo fruncir el ceño. Entonces abrí los ojos como platos al ver mi pierna envuelta en una escayola, que se encontraba firmada por mi padre.

- ¿Qué ha pasado? ¿Y Maya?

Estaba alarmada, confusa y asustada. No poder controlar las situaciones me asusta y más con falta de información ¿Cuántos días llevo así? ¿Qué ha pasado con Maya? ¿Con su coche? ¿Tengo algo más roto? ¿Y si estoy muerta? ¿Y si estoy en coma y en realidad esto me lo estoy imaginando yo?

-Tranquila cariño, de Maya todavía no se sabe nada, pero no te preocupes - Toma una pausa, parece que ahora viene la catástrofe- No se encuentra en buenas condiciones, pero está viva ¿vale?

- ¿Cómo que no se encuentra en buenas condiciones? - La expresión de mi padre era terrorífica

-Está en coma.

Me quedé en shock, empecé a ver puntos negros, sentía una fuerte presión que iba desde mi boca hasta mi pecho, y de mi pecho hasta el estómago. Me volví a tumbar en la cama del hospital y observé el techo, donde seguían apareciendo puntos negros.

Mi mejor amiga, en un coma y yo aquí con una pierna rota y algún que otro rasguño. Empecé a notar las lagrimas por mis mejillas y a escuchar pequeños sollozos que me salían.

  ❊
Habían pasado varios días desde que me desperté. Me enteré de que estuve dos días dormida sin dar señales de vida, que me había roto la pierna con un impacto, mi asiento se fue para adelante y con un acto reflejo intenté amortiguar el golpe con mi pierna. Y, por último, me enteré de que iba a tener un nuevo compañero de habitación y que iba a ser un chico, nos explicaron que las habitaciones estaban completas por un accidente grave de autobús y que por eso se quedaba en mi habitación.

Ahora me encontraba comiendo la asquerosa comida de hospital que me habían puesto. Mi padre estaba en la silla enfrente de mi cama hablando por el teléfono, seguramente de trabajo que últimamente lo tenían saturado. Hacía tiempo que le llevaban ofreciendo un puesto de trabajo en New York, en la ciudad. Nosotros vivíamos en Woodstock, Ulster County, que está a unas horas de la gran ciudad. Vivíamos él y yo y nadie más en nuestra pequeña casa.

Mi madre quiso abandonarnos y seguir su vida de "joven" según me contó mi padre, le gustaba mucho las fiestas y tener un hijo o hija era arruinarse la vida, así que supongo que es la razón por la que me abandonó y no quiso saber nada de mi en 18 años.

-Esto es asqueroso- Aparté la bandeja a un lado y cogí la muleta para ir al servicio, hace días que no me miro al espejo y tengo ganas de reírme un poco.

Sonreí para mis adentros.

- ¿Qué haces? - Dijo mi padre susurrando y tapando el micro de su móvil con la mano.

-Solo voy al baño, quiero hacer las cosas por mi misma- Entorné los ojos.

Con dificultad para caminar por la escayola y que no controlaba muy bien el equilibrio con la muleta, llegué al baño y por fin, después de varios días pude verme en el espejo. QUE HORROR. Mi cabello castaño ya no tenía sus hondas por debajo de mis hombros, ahora se encontraba un mechón rizado, otro liso y otro ondulado y sin brillo. Tenía ojeras de no dormir lo suficiente por las noches y tengo la cara apagada.

Salí del baño para poder llamar a las enfermeras, necesitaba una ducha y sabía que con la escayola yo sola no iba a poder y mi padre no iba a saber tampoco.  

Estaba duchada y un poco maquillada para la llegada de mi nuevo compañero. En verdad estaba nerviosa, era el primer contacto que iba a tener con alguien que no fuera mi padre y mis enfermeras ya que no me dejaban ir a ver a Maya y tampoco muchas visitas.

- ¿Hola? - Escuché una voz grave en la puerta y levanté la vista al instante.   

Hola bombones, espero que los nuevos cambios os sigan gustando!! Me hace mucha ilusión poder compartir con vosotros mi trabajo así que disfrutarlo tanto como yo❤️

MI IMPRESIÓN MI JEFEحيث تعيش القصص. اكتشف الآن