la gemela de sesshomaru

capitulo 3

Kirinmaru  aun no entendía porque sayumi aun le decía señor el no quería aquella formalidad entre ellos.

- si confío en usted, usted me recibió en su palacio me cuido se lo que es y lo que yo soy y estoy muy agradecida por el aprecio que usted me tiene por eso lo trato con respeto.- dijo sayumi.

-  de nada sayumi. Y que somos ?-

- somos yokai, se que por eso estoy en su castillo por que los humanos nos odian y por eso siempre he estado ahí para que no me lastimen.-

Kirinmaru se acerco a ella le tomo la mano y se la beso.

- mi quería sayumi siempre te protegeré si estas a mi lado.-

- gracias - se acerco y le dio un tierno beso en la mejilla.

Kirinmaru saco las cosas que traía en los bolsos tomo un mantel y lo coloco en el suelo saco un par de cosas para comer y las coloco  en aquel mantel. Ella se sentó y kirinmaru se sentó al lado de ella.

- se ve hermosa el agua cierto? - dijo kirinmaru.

-si me encantaría mojarme- dijo ella feliz.

- y porque no lo haces?-

- en serio.- ella se levantó y se quito el kimono y se fue a meter al agua.

El al verla asi solo con su ropa interior casi no podía mirarla.
Para sayumi  no le daba vergüenza sacarse su kimono delante de kirinmaru por dos razones uno ella estimaba a kirinmaru y dos no sabia que era el pudor.
Sayumi se metió al agua y nadaba hacia varios lado amaba el agua amaba estar fuera del palacio.

Ella salió del agua y se dirigió donde estaba kirinmaru tomo su kimono pero en ese mismo instante una flecha rozó la mejilla de sayumi quedando clavada en el árbol que estaba al lado de ella.

Ella callo an suelo del susto miro hacia una colina y vio que habían varios hombres parados con arcos apuntando hacia ellos. Kirinmaru tomo a sayumi y la cubrió con su ropa y la subió al caballo.

- ve directo al palacio - le ordeno kirinmaru.

-  pero y usted señor- dijo preocupada.

- no te preocupes por mi-

Ella tomo las riendas y se dirigió al palacio, Justo en ese instante se escucho un gran estruendo haciendo que los árboles azotaran sus hojas unas contra otras. Sayumi llego sana y salva se bajo del caballo  y lo dejo en el jardín . Ella se fue a sus aposentos y se cambió de ropa y noto que en su cara tenia un leve rasguño. Se limpio  y fue al jardín a esperar que llegará kirinmaru.  Cuando al fin el entró ella corrió a abrazarlo.

-esta bien no le paso nada - ella lo miraba de arriba a abajo.

-tranquila sayumi estoy bien - dijo el acariciando su mejilla.

Pero se dio cuenta del rasguño que traía sayumi.

-te han lástimado - dijo el con ira.

- no se preocupe fue solo un rasguño- dijo ella tomando la mano de kirinmaru.

-debi de haberlos matado.-dijo aun más molesto.

Aquellas palabras preocuparon a sayumi ya que matar para ella era algo muy malo. Pero a la vez sentía el porque de  la ira de kirinmaru no habían Hecho nada y los atacaron sin razón.

Se fueron al palacio y kirinmaru se saco su armadura  y sayumi se percato que el también tenia una herida en su hombro de una flecha.

-esta herido- dijo preocupada

-no te preocupes no es nada grave -

Sayumi tomo el vestuario que estaba manchado con sangre y se lo quito haciendo que kirinmaru queda con su pecho al descubierto.

-que haces sayumi- dijo kirinmaru algo nervioso .

Ella solo se levantó y fue a buscar unos vendajes y curó las heridas a kirinmaru.

El solo la miraba mientras ella lo curaba. Pero sayumi a la ves estaba roja ya que nunca había visto el cuerpo de un hombre pero al ver el torso de kirinmaru sintió que su corazón latía muy fuerte.

-muchas gracias sayumi- el la miro con deseo.

- de nada kirinmaru - dijo ella aun mas roja.

El al escuchar que ella al fin le dijo su nombre se puso feliz, de a poco se acercó a ella y la beso. Sayumi tenia miedo, pero aquel beso le dio tranquilidad.  El sintió como aquel
Beso encendia su cuerpo de a poco, se fue acercándose mas a ella y le acariciaba el cuello  con la mano, sayumi  solo se dejo llevar ante aquella pasión.

-sayumi eres hermosa- le decía entre besos.

-tu también-

En ese instante se sintieron unos ruidos y se separaron ya que se acercaba zero. Ambos se arreglaron  y se acomodaron. En eso entró Zero a la habitación.