Ropa // Tsukkiyama

Tacones y un poco de maquillaje

Semanas después Aiko sería llamada para ir a una junta de ex compañeros de la universidad, donde se reuniría también con los mejores amigos que había tenido en ese tiempo, que seguían en contacto pero no se veían muy seguido.

El día de la reunión era un día sábado por la tarde; Aiko estaba lista y elegante, y su esposo había decidido acompañarla, mientras Tadashi había ido a la casa de su mejor amigo para pasar la noche; el pecoso quería saber que tan bien le habían ido esa noche pero se le olvidó mandar algún mensaje.

Un martes en la mañana cuando padre e hijo se preparaban para salir, la mujer suelta una orden que ningún varón del hogar debía negar.

— Tadashi irá conmigo a Tokio, no irá a clases — el mayor y el menor quedan mirando a la mujer, sorprendidos e interrogándola con la mirada.

— ¿Por qué?

— Debo hacer unas cosas y necesito que me acompañes, y ninguna palabra más.

Tadashi mira a su padre en busca de más respuestas o que al menos preguntara algo, cosa que no hizo y solo siguió comiendo.

A las nueve de la mañana tanto madre e hijo estaban de camino a Tokio, Tadashi trataba de obtener alguna pista pero al ver que no obtendría nada de parte de su madre prefirió enviar algunos mensajes a su amigo y al grupo del equipo de vóleibol para informar que no podría asistir.

Al bajar del autobús, Tadashi se da cuenta que su madre al bajar comienza a buscar a alguien entre todas las cabezas que caminaban de un lugar a otro; abrumado y un poco molesto, decide sentarse en una banca cercana mientras Aiko se sienta junto a su hijo, esperando.

Yamaguchi Aiko miraba una y otra vez el reloj en su muñeca izquierda, no habían pasado ni quince minutos y se estaba impacientando por la impuntualidad de su amigo; decide levantarse sobre la banca, después de todo, Aiko apenas y pasaba el metro sesenta y con los tacones sólo crecía cuatro centímetros más. Al final pudo visualizar a la persona que tanto esperaba; tomó rápidamente la mano a su hijo y juntos a paso rápido se dirigieron a la entrada del lugar para encontrarse con el hombre.

Tadashi vio a su madre saludando muy emocionada al hombre, un hombre delgado y un poco más alto que él, tenía el cabello rizado hasta los hombros de un brillante castaño y la ropa que llevaba era formal de color negro.

Su madre lo miró y los presentó, — Hijo te presento a mi mejor amigo Haru, Haru te presento a mi adorable hijo Tadashi.

Ambos se inclinan en un saludo formal y Aiko toma las manos de ambos para llevarlos a un lugar desconocido para Tadashi y uno muy conocido para Haru.

Tadashi aguardó la respiración al ver una calle donde estaban todas las grandes tiendas donde una simple camisa podía valer lo mismo que una carrera universitaria e incluso habían restaurant donde fácilmente podía vender su riñón para poder pagar un solo plato de comida, en pocas palabras, una calle de tiendas de grandes lujos.

— ¿Por qué estamos aquí? — Tadashi estaba sorprendido y un poco asustado.

Tadashi solo se hacía pregunta tras pregunta 《 ¿Por qué estamos aquí? ¿Acoso quiero robar alguna tienda? ¿Debe dinero en algo? ¿Yo soy el pago? 》