C h a p e r • l l

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La fachada de la cabaña era realmente hermosa, una cerca rodeaba toda la extensión del terreno, una reja eléctrica de la cual el bicolor poseía el control se deslizaba horizontalmente dando entrada a los terrenos del lugar.

Los árboles y pequeños arbustos de pinos adornaban el camino a cada costado de este, la sombra que proporcionaban dejando apenas algunos rayos de sol colarse entre sus follajes daban un ambiente realmente extravagante. Habían árboles florales con apenas pequeños capullos que esperaban abrirse en cualquier momento, y a las lejanías se podían divisar campos extensos y una pradera del lado derecho del camino. El empresario Enji Todoroki no escatimó en gastos al comprar aquel hermoso lugar de campo.

_Es realmente impresionante- halagó Midoriya observando por la ventanilla del vehículo, su rostro estaba completamente pegado al cristal y sus manos a cada lado de su cabeza actuando como visores para poder ver mejor y que la poca luz de los rayos del sol no le dificultaran la visión. Sus ojos esmeralda más abiertos de lo usual incluso llegaban a dar cierto miedo. Porque, quien puede tener ojos tan grandes!?

Una piedra se atravesó en el camino y el auto inevitablemente dió un brinco, estampando así el rostro del pecoso; estruendosas risas se hicieron oír provenientes de dos rubios, uno cenizo y el otro intenso con un rayito negro en su flequillo.

_Lo siento- se disculpó el conductor bicolor al notar lo que el sacudon provocó, aunque claro, se estaba conteniendo las ganas de reír al igual que aquel pelirrojo que se cubrió con sus manos la boca para evitar carcajearse de la desgracia de su amigo.

_Terrible...durmamos- prosiguió el ojivioleta restándole importancia al asunto completamente indiferente a las lagrimitas que se empezaban a avecinar en los ojos del peliverde, y se quedó completamente dormido, nuevamente.

El recorrido no tardó demasiado. Se podía ya ver un arco fabricado con enredaderas de algún árbol floral, pues las florecillas daban un ambiente realmente llamativo que invitaba a deleite visual. Justo pasando ese arco se encontraba lo que parecía ser un garaje, así que el resto del recorrido a la cabaña la harían a punta de pie. Oh vaya, eso no animaba mucho a cierto rubio hiperactivo que justamente empezaba a padecer de pereza.

_Tu padre no pensó que dejar el garaje al lado de la cabaña sería mucho mejor que dejarlo a 10 kilómetros de distancia?- se quejó reclinandose en el asiento sintiendo su cuerpo cada vez más pesado a medida que avanzaban cada vez más al garaje.

_Al viejo le gusta hacer ejercicio, por qué crees que no se ah muerto como todos esperamos?- y no mentía, al cascarrabias Todoroki Enji le gustaba hacer ejercicio, lo mantenía en esa forma que te hacía pecar con la mirada, no hay otra frase que le quede como anillo al dedo más que: viejo sabroso.

_Yo pienso que no es tan malo- dijo está vez el pobre Midoriya con una voz similar a cuando te sacan una muela, con su mano derecha acariciaba su frente que fue la que recibió mayor impacto anteriormente- así podemos ver mejor el paisaje.

_Ignorando al nerd de mierda- fue el turno de hablar del cenizo, haciendo que Midoriya hiciera un puchero por lo que dijo- es joda que nos vamos a pata hasta la puta cabaña, verdad?- preguntó con un movimiento de mano digno de una diva, y aunque Bakugō era un escéptico por entrenamientos que conserven su magnífico y escultural cuerpecito, se suponía que esas eran vacaciones, y si estaba ahí era porque no planeaba mover ni un puto dedo.

_Aja, es enserio que caminaremos?- se cruzó de brazos Kaminari aguardando por la respuesta dejando ver su indignado rostro.

Todoroki era muy paciente, tenía una capacidad sobre humana para poder soportar tantas cosas, pero en ese preciso momento, quizo presionar el acelerador y salir disparado hacia el barranco que quedaba a un par de distancias del lugar.

A c c i d e n t e _ [BakuTodo-Kirikami] - [ P A U S A D A ]Where stories live. Discover now