30. Batalla por el Tiempo

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—Usted nos dirige, Mago. Yo podré ser el primero, pero usted se convirtió en el más grande todos nosotros.

James volteó a un lado. Quien le hablaba era un hombre alto y barbado de facciones hebreas, vestido con una túnica dorada.

—Adam —reconoció con respeto. Entre otros, distinguió también a Salomón, Sacerdotisa, Olimpo, Chamán, Iluminado, todos los Universales de todas las épocas se habían unido a la batalla.

—Todos atendieron al llamado por usted, darling —le aseguró Victoria—. Bueno, casi todos, los Venatores prefirieron mantenerse al margen.

—¿Esperabas más? —preguntó, aún procesándolo.

Y terminando de sorprenderlos, un chillido en el cielo captó toda su atención hacia el abismal vórtice a la Dimensión Oscura. Una numerosa cantidad de seres alados volaban en dirección a ellos. Aterrizaron todos junto al ejército de los héroes. Ada Reich plegó sus alas al instante, la acompañaban otras hadas en su misma condición.

—Espero no haber llegado tarde, el tráfico estaba terrible en la Dimensión Oscura.

Mago y Madame le sonrieron con dicha.

—Justo a tiempo —acotó Victoria.

Mago dio un paso al frente.

—Hoy, todos nosotros nos hemos convertido en una fuerza encarnada de lucha y resistencia —habló con su natal liderazgo—. Humanos de la Tierra y de las estrellas, criaturas, guerreros, hechiceros... héroes, todos juntos representamos la esperanza que no muere, somos el sacrificio y la constancia de un futuro de paz. Que sea este un recordatorio perpetuo para La Oscuridad, de que mientras haya uno de nosotros que aún respire, el mal no se pondrá sobre el horizonte. Hoy somos más que un escuadrón. ¡Hoy, todos somos la nueva Fuerza de la Luz!

El ejército de Mago fue el primero en lanzarse a la batalla con un retumbante canto de guerra. A Lord Máximo no le quedó más que dar la orden, y sus tropas también corrieron al enfrentamiento.

Las naves volaron con toda su potencia y abrieron fuego a las bestias en aire y en tierra, mientras que en suelo firme los dos ejércitos chocaron en una frenética embestida de poder y muerte.

—¡LO-BI-ZONA! —La gigantesca mujer lobo descargó un ataque rabioso con el que despedazó una criatura semejante a su colosal tamaño y otros tres más a su alrededor.

Dakota corrió a paso firme y escaló a gran rapidez sobre el peludo espaldar de la licántropa. Al llegar a los hombros dio un salto tan alto que le permitió alcanzar a Cripto y rastrillar sus garras en las alas murciélago.

El vampiro cayó como un proyectil, al tiempo en que Venatrix y Iodrana atacaban con una letal fiereza a las patas del Kantrox. El Monstruo de Sombras fue abatido al instante. Sobre ellas voló ShamWo, metamorfoseado en un águila oscura, pero pronto se transfiguró en un gorila que cayó sobre Ymirstalg, y tomándolo de los cuernos, lo doblegó con una sorprendente fuerza que le permitió aventarlo de regreso al lado contrario. A su lado, Xinok molía con su mazo a todo ser viviente a su alrededor y Zilra hacía uso de sus cuatro brazos en un remolino de cortes de espada.

Doctor, Monje y Reverendo Universal se unieron en el aire en una convergencia mágica. La energía verdosa y blanca combinada que irradiaron se consolidó en un megarayo que desintegró un pelotón entero.

Kissandra y Supernova atravesaron el campo de batalla en un vuelo parejo, pero se dividieron ante la cercanía de dos titánicas serpientes voladoras. La Emperatriz de Corvyn dio vuelta a la espada de Kassian y la hundió en el cuerpo de la criatura en un furioso corte horizontal que la derribó, mientras Carol Hardy, protegida por el fuego incandescente de su luz, atravesó a la serpiente por la mitad, provocándole una inminente explosión de energía.

Mago Universal: Encrucijada temporalWhere stories live. Discover now