✓ Capítulo 7

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¿Han escuchado la expresión «salvado por la campana»? Pues la luz se fue en el instante que Dany estuvo tan pegada a mí como se tratara de un chicle a mi zapato, el grito de mi hermano Alex me hizo empujar ligeramente a la chica para ir en busca de él pero la casa estaba totalmente a oscuras y el hecho de que el sol ya se hubiera escondido hace algunos minutos dificultaba las cosas.

Choqué contra los muebles y le grité a Alex que no se moviera para poder encontrarlo, no llevábamos tanto tiempo pero comenzaba a acostumbrarme y a conocer las esquinas por las cuales tenía que pasar, aún así logré tropezar con muchas cosas regadas en el suelo. Cuando por fin llegué a lo que creí que era el sillón, tanteé con las manos en busca de mi hermano menor pero lo único que recibí a cambio eran montones de cojines.

Bien, si aquellos dos buscaban asustarme de nuevo definitivamente iba a sufrir de un paro cardíaco antes de siquiera llegar a la universidad y moriría junto a todos mis sueños. 

—¿Alex? —pregunté al aire, esperando una respuesta en lo que lo buscaba a él y a la vez mi celular para mínimo tener una linterna—, maldita casa nueva y sus problemas de electricidad. 

—¿Logan? —escuché la voz de Dany, fruncí el ceño mirando en dirección de donde provino la voz.

—¿Dónde estás?

—Logan —la voz sonó triste y tormentosa, la piel se me erizó.

Podía sentir la presencia.

—Joder, dejen de jugar, no es nada divertido.

Me quedé quieto en mi lugar, aún tanteando el sillón en busca de mi teléfono pero parecía haberse esfumado de la nada al igual que mi hermano pero mientras más movía las manos por el sofá las esperanzas de encontrarlo eran menos, hasta que me topé algo suave y caliente, era suave y rápidamente lo identifiqué con una maldita pierna.

Me asusté pero no tanto como cuando Dany me asustó en la cocina, y sabía que esa pierna pertenecía a ella. Dejé mi mano sobre ella, sabiendo que estaba sentada ahí.

Y fue de la nada, una luz que estoy seguro que proviene de una linterna se enciende iluminando de manera terrorífica el rostro de Daniela que está igual o más cerca de lo que estuvo conmigo antes de que aparentemente se fuera la luz. Contorsionado y lleno de sombras que lo hacían ver sombrío, el rostro de Dany me hizo saltar mi lugar con otro grito de horror y de nuevo mi corazón volví a martillar dentro de mi pecho como si se tratase de un tambor, incluso podía escucharlo en mis oídos y lo sentía en la garganta.

Después de eso, todo se volvió oscuro y el rostro de Dany desapareció de mi vista. No sabía si me había desmayado o la luz aún no volvía.

Lo único de lo que estaba seguro es que quería arrancarle la cabeza a Daniela.



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igual de corto e igual de interesante xd

intento hacer que los capítulos tengan la misma cantidad de palabras que tenían antes de que los editara para así poder abarcar bien todos los capítulos y no borrar ninguno.

¡Infantil! | EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora