Kihyun

137 16 4
                                    

—Muy bien—yo sonrío en dirección al joven que me acompaña, mis manos descansando sobre las teclas del teclado eléctrico de la agencia—. Ahora intentemos con un tono más arriba.

Hijo del presidente, con todos los lujos servidos en una bandeja sin siquiera esforzarme mucho por conseguirlos, y aún así prefería trabajar en una agencia de idols ayudando en el entrenamiento de los jóvenes que aspiraban a llegar al escenario y aparecer frente a las cámaras. También soy un importante accionista dentro de este lugar, cuya presencia es necesaria al momento de tomar decisiones. Es un camino que tomé por mi propia cuenta debido a que era preferencial para mí mantenerme alejado de todo lo que respecta a la política, no me vería muy cómodo en ese entorno por el que se mueve mi papá. Mejor ir por mi lado, haciendo mi vida como debería hacerse y como yo estoy acostumbrado a hacerlo. Incluso me reúso a tener guardias de seguridad, como los que mi madre tiene, ni siquiera quiero vivir en la casa presidencial.

La gente sabía quién era, pero para otra gente era irrelevante, después de todo. Seamos sinceros: no soy muy importante más allá de ser hijo del hombre más importante del país en el momento, en lo más mínimo. Al menos eso quiero creer. He ido a entrevistas en donde las preguntas acerca de papá parecían venir por defecto, en varias ocasiones sin saber con exactitud qué palabras podía utilizar para responderles. Al final, acabé por no ir nunca más a televisión. Era agotador, sin mencionar que no tenía ganas de hablar sobre papá, yo soy otra persona a parte del presidente Yoo. Más aún cuando mi relación con él fue bastante distante desde mi pre-adolescencia hasta el día de hoy. Vamos, no nos llevamos fatal ni nada de eso, sólo crecí.

Frente a mí, como ya había dicho antes, tengo a Seo Woobin. Un muchacho joven, con un excelente vocal bastante ligero. Las prácticas con él son bastante agradables y en más de una ocasión salí de mi papel como profesor para ser más bien como un amigo. Es siete años más joven que yo y a pesar de casi cumplir un año desde su debut oficial en su grupo, no deja de venir a mí para seguir con sus prácticas vocales. Dice que se siente cómodo en mi compañía porque sabe que siempre he visto mucho potencial y compromiso en él, viéndome como un hermano mayor. A veces, más de las que nos gustaría mencionar, acabábamos cantando juntos.

Woobin me mira fijo luego de hacerle mi petición. En seguida noto que está algo en desacuerdo conmigo a través de su lenguaje corporal: brazos cruzados y una ligera inclinación desde la comisura de sus labios.

—¿Podemos descansar un poco? —me pregunta.

—Claro—agarro la botella de agua que hay a mi lado y se la tiendo—. Toma, bebe agua.

Llevamos media hora, más o menos, practicando. Debía hacer que él tomara un pequeño descanso puesto a que suele pasar que a Woobin comienza a dolerle su garganta. Lo normal, vaya, y debo admitir que a veces yo le exijo un poco más de lo que él puede dar. Como por ejemplo hoy, que quiero que lleguemos a una tonada superior de la que estoy acostumbrado a trabajar con Woobin. Tiene un buen rango vocal, aún así lo que yo busco es explotar su talento. Su voz, sin duda alguna, es hermosa. Además que nunca está de más dejar de aprender, él solo algunas veces se ha corregido. 

—Vienes de maravilla—le comento yo con orgullo, en verdad lo veo en ocasiones como si fuera mi hermano pequeño—. Sigue así, eres un excelente cantante.

Él no duda acerca de este hecho pero, como todo el mundo, tiene sus miedos. Desde que yo lo entreno en lo vocal, ha ganado más confianza en sí mismo. Incluso puedo decir que yo mismo aprendí cosas de Woobin. Se ha vuelto un chico preciado para mí, mi hermano menor como antes había mencionado. Veo esa figura en ese muchacho, algo que yo no he tenido. Hijo único, y aunque uno puede pensar que he sido el bebé de la casa toda la vida, no ha sido tan así. Lo conozco desde que tiene dieciséis años, verlo crecer a nivel personal y como artista me llena igual de orgullo que si fuera su padre. Porque lo vi de cerca, porque hasta yo, puedo decir, que soy la causa de ello. Y así como Woobin aprendió cosas de mí además de cantar, también yo pude aprender cosas de él; como a ser más paciente, por ejemplo. Nos tenemos mucho aprecio, sin nada más que decir al respecto.

Fiscal Lee [Monsta X]Where stories live. Discover now