Todo o nada

Encuentro casual

Era la hora del recreo y mis amigos se sentaron en un banco mientras yo no dejaba de moverme mientras hacía trucos con el skate.

-Te vas a matar cualquier día- Me decía Sofi.

-Venga ya, sabes que lo tengo bastante controlado- Respondí un poco sobrada, a lo que el karma me la devolvió con un caída intentando impresionar a mis amigos.

Todos ellos se empezaron a reír mientras mi skate fue recorriendo la zona hasta llegar a los pies de alguien que lo recogió.

-Sisi, muy gracioso. ¿No me ayudáis?- Preguntó malhumorada por la falta de consuelo de mis amigos.

-Oye Lex, ¿y tu skate?- Pregunta Jacob al darnos todas cuenta de ello.

Empezamos a buscarlo por todo el lugar, nos dividimos para abarcar más dimensiones y de pronto, como si de un milagro se tratara, lo consigo ver a manos de una dudosa chica a la que decido acercarme.

-Perdona, ¿me devuelves mi skate?- Digo firme pero con amabilidad.

-Oh si, perdona no sabía que era tuyo- Dijo mirándome a los ojos mientras sonreía tan perfecta y amable.- Soy Marta- Añade estrechándome la mano, a lo cual correspondo con una sonrisa.

-Yo soy Lex, estamos en la misma clase- Lo digo y me arrepiento al momento de decirlo, ahora va a pensar que soy una acosadora.

En ese instante llegan el resto de mis amigos contentos porque he conseguido el skate y tristes porque el recreo ya terminó y toca volver a clase.

-Oye Lex, ¿estás bien?- Pregunta Jessica que como mejor amiga sabe identificar bien lo que me pasa.

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La mañana pasó bastante rápida y por la tarde tengo que trabajar en la bolera de mis padres que es la única de la ciudad, por lo menos mis amigos vienen a jugar mientras a mi me toca atender a toda la gente.

- Ya pensé que no ibas a venir- Me dice mi primo Toni, ya que al ser la bolera de mis padres, muchos primos míos trabajan, es mas bien un negocio familiar.

-Ojalá, para no verte- Nos miramos entre risas recordando lo bueno que fue el verano a pesar de estar trabajando, hemos hecho buenas migas y conseguimos mucha confianza.

-Por cierto, te interesará saber que tus amigos han venido y están en la pista 3

-No sé que haría sin ti

-Yo tampoco- Me responde todo egocéntrico.

Llego a la pista 3 y me encuentro un panorama bastante peculiar.

-Por si preguntas, Sofi y Jessica se están peleando porque quieren impresionar a los chavales que están dos pistas más adelante y yo no quiero líos porque me dan vergüenza ajena estas dos- Se sincera conmigo Jacob que parece ser el único que no da la imagen de adolescente con las hormonas volando, no como esas dos amigas mías.

Finalmente se separan ellas solas y al acabar se dan cuenta de mi presencia.

-No recordaba lo sexy que estás con esa camisa de la bolera- Me sorprende una Sofi bromista ya que esa camisa es horrible y sabe cuanto la odio.

-Vete a la mierda Sofi- Digo con el ceño fruncido mirándola amenazante.

-Espera, ya que te vas nos traes unas coca colas por favor- Me suplica Jessica con un puchero a lo que cedo.

Subo a la cafetería y vuelvo a bajar a las pistas con las coca colas en la mano, se las dejo a mis amigos y cuando me dispongo a ir al mostrador a atender a los clientes, me choco con una persona quedando a centímetros de su boca. Cuando me doy cuenta de quien es noto que su respiración se acelera y sus ojos apuntan a mis labios, en ese momento decido separarme para que la cosa no se ponga fea.

-Lo siento mucho- Me responde tímidamente con los ojos mirando el suelo y las manos entrelazadas entre si como una niña pequeña.

-No pasa nada, las disculpas son mías Marta- Al pronunciar su nombre me mira de reojo con una sonrisa de lado y se la devuelvo amablemente.