Two Faced || bbh

1- El cuarto en el que sí puedo gritar

[Hay veces en las que nos quedamos paralizados, no podemos reaccionar. Hay veces en las que actuamos perfectamente bajo presión, pero en el amor... Nunca sabes cómo vas a reaccionar, ¿o sí?]

Two Faced

[CAPÍTULO 1 "EL CUARTO EN EL QUE SÍ PUEDO GRITAR"]

[💜Narra Lina💜]

Camino de prisa hacia el refrigerador de puertas transparentes de la pequeña tienda, está apagado así que veo mi reflejo y me observo unos segundos. Noto mis dos trenzas castañas con un tono anaranjado y largas recargadas en mis hombros y mi flequillo despeinado.
Doy un suspiro mientras me observo más a fondo, soy un desastre. Tengo puesto el uniforme, una camisa blanca de botones y cuello, un chaleco crema y una falda naranja.
Esta mañana he salido tan apurada para ir al colegio que no he desayunado.
Estiro mi mano y abro la puerta, en ese momento las luces del refrigerador se encienden y logro ver mejor los productos. Tomo una lata de macarrones con queso listos para comer y un café muy azucarado con fresa.

Comienzo a acercarme a la caja para pagar con una sonrisa en mi cara, tal vez mi desayuno sea barato pero es delicioso.
Observo a la chica de la tienda subir la mirada al escuchar mis pasos y yo pongo todo en la mesa. Ella toma las cosas y las cobra.
"¿Sería todo?" Pregunta recargando un pie para atrás y viéndome a los ojos.
Yo me detengo a pensar un segundo, y es que tengo un problema. Cada vez que alguien en esta tienda me pregunta si eso es todo lo que quiero llevar, siento que llevo cosas muy pequeñas o baratas y me siento mal.
Para que abran esta tienda debes timbrar una campana ya que es la casa de los dueños y está dividida, mitad tienda mitad casa.
Esta chica siempre me atiende y parece molesta de venir hasta este cuarto como para que solo compre un par de cosillas baratas, es por eso que me da pena y siempre termino pidiendo más cosas.

"Emmm" miro al rederor buscando qué llevar, en eso noto un pastelillo de frambuesa y chocolate en uno de los refrigeradores "llevaré ese pastelillo también, por favor" digo de prisa mientras lo llevo a la mesa.
Le entrego el dinero apenada pero alegre de que ya no se sentirá ofendida por mi compra barata y salgo del lugar.
Observo el pastelillo que cabe en mis dos manos, me las arreglo para tomarlo con una sola y con la otra meto el dinero y mi desayuno en la mochila, es una bolsa que se lleva solo de un lado y tengo el listón puesto en diagonal en hombro izquierdo y cae sobre mi cadera derecha.

Siempre he batallado con la forma en la que hablo y soy con los demás, a veces me paralizo y no sé qué decir, mis manos se entrelazan y no se quieren separar. También como habrán podido darse cuenta, me cuesta no ponerme en los zapatos de otros... No intento hacerme pasar por una buena persona, simplemente me cuesta trabajo escuchar lo que yo quiero. Eso es lo que dice mi mejor amigo cada vez que intento decir no a alguien y fallo.

Tomo el pastelillo con las dos manos y comienzo a correr con cuidado hacia la calle de en frente, donde está mi escuela.

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Entro al salón y miro al rededor, todos han llegado a clase, algunos sentados y otros parados, todos en grupos de amigos diferentes.
Acelero el paso al ver a mi mejor amigo, Chan Yeol. Él es el presidente de la clase, siempre ha sido muy simpático y aplicado, lleva unas gafas que casi no tienen aumento pero le hacen ver muy intelectual.
"Heeey Lina, llegas tarde" levanta las cejas en modo de regaño y se agacha un poco para estar a mi altura "¿desayunaste?, te ves algo pálida..." ladea la cabeza tomando mi hombro.

Yo quito su mano de mi hombro y tomo asiento a su lado, ya que los escritorios son de pareja. "No, pero compré algo para el almuerzo en la tienda de el frente" dejo el pastelillo en el cajón debajo del escritorio. La mesa tiene dos cajones, yo estoy usando el de la izquierda que es donde me siento.
"¿Compraste una bola de azúcar para el almuerzo? Eso no es saludable Linaa, lo sabes" dice mientras toma asiento a mi lado derecho.
"Este no es mi almuerzo, es para una reunión" mentí cruzando los brazos.

El maestro entra y todos toman asiento, pero siguen escuchándose algunas voces leves.
"Buenos días clase, al fin hemos regresado del fin de semana, ya paren de hablar que teeminaron las mini vacaciones, gracias".
La clase continúa y yo recargo mi cabeza en los brasos observando la ventana a mi izquierda, por suerte el maestro no logra verme recostada en toda la clase.
No puedo dejar de pensar en Luhan. Es un chico lindo de la clase de al lado quien siempre parece feliz y tiene una mirada profunda, no puedo esperar a ver su sonrisa, su mirada y con suerte saludarlo. Él está en el otro salón, por lo que no puedo verlo seguido, de hecho no hablo nunca con él.
Él tiene cabello castaño, siempre está rodeado por dos personas, su hermano de la misma edad y su mejor amigo. Es muy difícil hablarle con lo nerviosa que soy y todavía más con esos peleles a su lado.
Podría entrar a su clase de la tarde, todos están en un club, ya sea teatro, cocina ercétera...
Él está en canto, todas las chicas están obsesionadas con él por la forma en la que canta. Pero no puedo estar en su clase por que estoy en artes marciales, tae kwon do para ser específica. Entré por que Chan Yeol dijo que eso podría ayudarme a tener más confianza, sobre todo por que cada vez que das una patada o golpe debes gritar y eso es muy difícil para mí. Al principio me moría de vergüenza y me lreguntaba por qué debíamos hacerlo pero ahora lo hago con facilidad.

La clase terminó, y yo me la pasé pensando en luhan. Timbra la campana y todos comienzan a salir a recreo, de pronto siento un pequeño sape en mi cabeza "¡auch!" digo algo molesta "te has perdido toda la clase viendo hacia la ventana y no te voy a pasar mis apuntes" dijo Chan entre risas.
Lo miré entrecerrando los ojos unos segundos y luego lo tomé de las orejas "¿ah sí? ¡Pues pensaba en guardarte un pedazo de pastel pero ya no lo voy a hacer!" grité haciendo un puchero.

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Las clases terminaron a las dos de la tarde y Chan y yo comimos juntos, nos sirvieron una sopa con carne y unos cubos que no logré distinguir entre toffu y queso. Ahora me dirijo hacia mi lugar de desestrés, el salón de artes marciales. Suelo ser muy penosa, pero una vez que entro a ese cuarto todo cambia, me convierto en alguien que hace algo bien, que tiene una gran cualidad y me siento fuerte.
Si mi aura fuera visible, cambiaría de azul a naranja, así es como yo lo imagino.

Entro con mi mochila y el pastel mis manos de nuevo, sin saber qué hacer con él. Mina nota mi entrada y se apresura a ayudarme "Hola Lina, déjame ayudarte con tu bolsa, vamos a los vestidores a cambiarnos. ¿Has traído un pastel para el nuevo jefe de club?" pregunta ansiosa dando saltitos.
Mina tiene cabello corto y amarillo, suele ser muy energética pero da miedo en ocasiones.

"N-No... ¿Nuevo jefe de club? ¿De qué me estás hablando?" Dije confundida.

"¡Lina! Nos avisaron la semana pasada, ¡eso te pasa por no venir!, cambiaron de jefe de club, es un alumno de generación más avanzada en la escuela por un año, dicen que es muy estricto, será mejor apurarnos y llegar a tiempo" me toma del brazo llevándome a los vestidores.
Me cambio de ropa una vez estando en los vestidores por mi traje blanco y amarro mi cinta roja en la cintura.
Mina se coloca su cinta azul y retocamos un poco nuestros peinados antes de salir. Ella se hace dos coletas bajas y yo vuelvo a hecerme mis dos trenzas bajas esta vez con un cepillo que me prestó.

Salimos y vemos como todos están sentados en círculo al rededor de alguien, un chico castaño quien nos mira fijamente algo enojado. Nos dimos prisa pero aún así llegó antes que nosotras, incluso está pasando lista. Nos acercamos, tomamos asiento y miramos con atención.
"Bueno, mi nombre es Byun Baekhyun. Soy el nuevo jefe de club y espero que nos llevemos muy bien. Ya he pasado lista, así que quien haya llegado tarde tendrá falta" comienza a ponerse de pie.

Yo entrelazo mis manos y miro hacia abajo, siento la mano de Mina en mi espalda "Lina, faltaste toda la semana pasada, una falta más y reprobarás la materia..." comienzo a sentir algo extraño en mi estómago, una sensasión que hace que a penas me quede quieta. Aprieto mis dedos de las manos y doy un suspiro pequeño.
Suelo ser muy penosa, tranquila y me cuesta expresarme, pero en este cuarto me siento segura, es donde he logrado sacar mi lado más fuerte. Una vez puesto el uniforme mi mente sabe que ya no tendré piedad con nadie. Miro hacia arriba y abro mi boca para conenzar a hablar, ya que yo no me había presentado todavía.

[-Hola chicooos!!! Espero que les haya gustado el primer capítulo, tengo ideas súper interesantes para esta nueva historia, estoy tan emocionada que he escrito todo el primer capítulo en la madrugada y me han dado casi las cinco de la mañana, espero lo disfruten tanto como yo!!💕-]