El karma de Shirley [YA EN LIBRERIAS]

22. Todo concluye al fin [Capítulo final 2021]

—Cuando me contaron que llegaste a Lincoln totalmente cambiada... me di cuenta que era la oportunidad de hablarte —me dijo Yanina por teléfono, haciendome emocionar un poco con sus palabras a pesar de su tono de cheta—. Quise invitarte y hacerme mi dama de honor porque quería cambiar. Quería ser tu amiga y pedirte perdón por lo mierda que fui en la secundaria.

—No tenías porqué, Yani, todas fuimos tontas a esa edad.

—Pero yo fui quien lo impulsaba. Leí tu libro, ¿sabes? —me contó sorprendiendome y alcé las cejas en ese momento, además porque Julian me estaba haciendo un café con azúcar y a mi no me gustaba—. Lo leí cuando te fuiste y me encantó. Me dejaste una enseñanza sobre el bullying que yo... yo no había entendido. Me di cuenta que era la matona de tu novela, la que hacía daño y decidí cambiar. Te seguí en todas las redes sociales y nunca me respondiste los mensajes. Así que cuando me dijeron que volviste, ni lo dudé.

—No sabía que habías hecho eso, perdón... tenía muchos seguidores en ese entonces.

—Lo sé, aunque estabas en tu derecho en ignorarme —soltó sincera y nos reímos unos segundos. Creo que una vez vi que me había seguido en facebook y me reí en voz alta con Laura. No estaba en mi cabeza pensar que Yanina quería ser mi amiga, quería pedirme perdón—. Decile a Lau que quiero que venga a mi casamiento, que se ponga el vestido de dama de honor y la pase bien. Es mi disculpa a ustedes, por más que seguramente sea una estupidez, para mi que estén en mi casamiento es importante.

—Gracias, Yani.

Laura me miraba atenta mientras yo le contaba aquello, sobre todo porque necesitaba mirarme para entender qué estaba diciendo. Suspiró y noté que dudaba. Cuando éramos chicas ir a una fiesta de esa chica significaba que de alguna manera iba a hacernos bullying. Noté el miedo de Laura en su mirada, pero le tomé de las manos y les di un pequeño apretón.

—Las cosas cambiaron, Lau —le prometí con total decisión—. Ya no somos las mismas de antes. Es hora de ponerse de pie después de lo mal que lo pasamos y perdonar. Sé que es difícil, sé que siempre fuimos dos rencorosas y estabamos en todo nuestro derecho porque nos hicieron mucho daño. Pero vamos a demostrar que somos mejores personas y vamos a perdonar. ¿Querés empezar de vuelta y perdonar?

Lau sonrió y aceptó, porque ambas queríamos una vida diferente a partir de ese momento. Queríamos perdonar y ser perdonadas. Amar y ser amadas. Vivir, finalmente.

De un día para el otro, sin previo aviso, comencé a escribir. Ni siquiera lo pensé, planeé o diagramé, simplemente senté el culo en la silla y me puse a escribir lo que tanto deseaba. Las palabras salieron solas, la novela comenzó a tomar forma y los personajes cobraron vida como en algún momento lo había hecho Julian. Sentía que finalmente era yo, que finalmente me había encontrado.

Es muy fácil perderse, es muy difícil encontrarse. Aquí no hay un GPS que nos indique hacia donde ir, pero si hay personas que nos dan indicaciones de vez en cuando para que retomemos el camino. Eso fue lo que viví con Julian y me hizo comprender que pude encontrar el camino con sus indicaciones, pero sola.

Fuimos al casamiento de Yanina y fue una de esas bodas sacadas de un catálogo de modas y una revista de chimentos. Faltaba Rial y estábamos todos listos para salir en todos lados. Ella estaba preciosa, como la diosa que era y su novio parecía el príncipe de los cuentos de hadas que todos queríamos formar parte. También era un poco Tincho, no voy a negarlo. Pero me gustaba para ella y se notaba que la quería mucho. Con eso me conformaba.

Julian me acompañó y agradecí tenerlo cerca mío. Sin embargo, sentí que era nuestro último momento juntos, nuestro final. Era como si él hubiera esperado hasta ese momento para terminar nuestra historia y por un momento sentí que no quería irme. Así que permití que la noche fuera eterna, que todo girara en torno a lo que éramos. Reímos, comimos, bailamos todas las canciones y también me di un tiempo para estar con mis amigas. Con las nuevas y con Laura.