Capítulo 42

8.1K 637 135
                                    

¡Holaaa!!
Yo solo puedo decir que mi corazón 💔
Ojala no lloren y si lo hacen, pido disculpas por adelantado

POV Lena
No me había sentido tan feliz en mi vida como en este momento, tenía en mi brazos al pequeño Mattwiu mientras Kieran dormía al igual que su madre. Son tan perfectos, ambos. Hermosos y perfectos como Kara. Aún es pronto para saber, pero estoy segura que tendrán los ojos azules como Kara, Mattwiu tiene muy poco cabello de color rubio, Keran por el contrario tiene una enorme melena rubia un poco más oscura que su hermano.
-Sabes, te espere por mucho tiempo. Yo soy esa voz que te hablaba y te contaba cuentos cuando tu mami dormía ¿tú eras quien pateaba? – le digo al bebé que tengo en mis brazos y el pareciera entender pues no retira su mirada de la mía y hace pequeños gestos con su carita.
Lo arrullo y meso para que se duerma, Kara no ha despertado desde que los bebés nacieron, quedó muy agotada. Solo nos los presentó y nos dijo sus nombres. Son los que ambas elegimos, no lo olvidó.
-Hola, hola, espero no molestar. – dice Eliza entrando a la habitación
- Por supuesto que no, estaba hablando con este caballerito. – digo señalando al bebé que tengo en mis brazos. - ¿quieres cargarlo?- le pregunto señalando al bebé
- Tranquila, tenemos dos bebés para compartir. Disfruta un poco más de Mattwiu y yo cargarse a mi nieta. – Eliza se acerca al cubero donde duerme Kieran y la toma en brazos. - ¿Son hermosos, no crees?
- Son perfectos. – lo son. Ella me dedica una sonrisa. – tal vez quieras pasar un poco de tiempo con ellos, seguro que Kara querrá tenerte cerca. – suelto un suspiro triste. Qué más quisiera yo
- No creo que sea buena idea, Kara, ella… me pidió que me alejara y no pienso presionarla. – además, después de lo que hice no tengo valor para mirarla a los ojos.
- Kara te extraña y por lo que vi hoy le hizo muy bien tenerte a su lado. Este es el momento para que ambas se sinceren
- Yo… quisiera decirle, pero…
-  ¿aún tienes miedo?. – afirmó con la cabeza. Mi temor ahora es mayor, no sólo la perdería a ella, también a mis bebés y eso no podría soportarlo.
- Confía en mi, Kara te quiere y sé que le hará feliz saber que le importas más que una simple amiga. –
- ¿Por… por qué lo dices? ¿Ella te ha dicho algo? – preguntó con ilusión, tal vez ella…
- No, no me ha dicho nada. Al menos no nada en concreto. Pero créeme, una madre sabe cosas. Ya lo aprenderás con el tiempo. – dice mirando de mi a los bebés
- Le… Lena. – escucho la voz de Kara que está despertando
- Aquí estoy. – digo acercándome a ella para que me vea
- Los… los bebés. – pregunta y mira a Mattwiu que esta en mis brazos.
- Él es Mattwiu y ella. – digo señalando a los brazos de Eliza. – ella es Kieran. – digo con una sonrisa
- ¿Puedo… puedo cargarlos?- pregunta tratando de incorporarse en la cama
- Claro, cariño, solo deja que te ayudemos. No te vayas a lastimar. – dice Eliza y deja a la bebé en su cunero, hago lo mismo con Matt y entre las dos le ayudamos a sentarse. Eiza le da primero a Kieran y luego yo le entro a Mattwiu. Verla sonreír emocionada cargando a sus bebés me llena de vida.
- Son hermosos. – dice con lágrimas en los ojos. – y están igualitos… sólo que Kieran tiene más cabello
- Si, son muy hermosos. – igual que tú mi amor
- Iré a tomar un poco de café, las dejaré para que platiquen. – se despide la mayor y nos deja a solas con los bebés
- Gracias por quedarte Lee, gracias por estar conmigo.
- Ya te dije que no me tienes que dar las gracias por nada, todo lo hago porque me importas, me importan. – corrijo mirando a los bebés que tiene Kara en sus brazos
- Lo sé, pero… yo… de verdad no sé qué haría sin ti. Sin tu apoyo, sin tu cariño y cuidados, eres un ángel, mi ángel. – y tú eres mi vida Kara Danvers
- Solo soy una mujer, una que te adora con el alma… a ti y a tus hijos. Y que no piensa dejarte sola… no pienso irme de tu lado Kara h digo queriendo tomar el valor de decirle que la amo, es ahora, tiene que ser ahora
- Y yo… yo quiero que te quedes con nosotros, conmigo y los bebés, pero…
- ¿Qué ocurre?- preguntó preocupada al mirar cambiar su semblante
- No quiero… no quiero ser una carga… que dejes tu vida por mi y los niños. Quiero tu felicidad Lena.
- Contigo soy feliz, ¿no te das cuenta? – la veo sentirse confundida y me acerco a ella. – Kara… yo… yo… te… quiero… te quiero mucho mas de lo que puedes imaginar. Eres una luz en mi vida, mi guía, mi fuerza, estos días sin ti han sido tan difíciles y no… no quiero seguir así… Kara yo… - ella me mira con lágrimas en sus ojos
- No lo digas. - ¿Qué? Que no lo diga. – no ahora… no digas lo que creo que dirás ahora porque… porque aún… yo… yo…también te quiero mucho Lena, como no creí que podría llegar a querer, pero… no quiero lastimarte ni hacerte daño… yo… no estoy lista. - ¿lista? Ella me quiera ¡me quiere! Siento una felicidad enorme recorrer mi ser, ha dicho que me quiere y que no esta lista ¿acaso tengo esperanza?
- Kara… tú… - me acerco aun más a ella quedando a centímetros de su rostro, tan cerca que puedo sentir su respiración
- Si, te quiero. – me dice y me acerco para querer besarla, ella no se aleja. ¡Me corresponde!
- Creo que tienen hambre. – dice al ser interrumpidas por el llanto de Mattwiu ¡pequeño traidor! Sonrió ante la idea de que casi la beso. – Lee, ¿me ayudas? – llama mi atención pues me quedé ida con la sensación de sus labios tan cerca de los míos
- S.. Sii.. Sii… dame… dame a la bebé. – tomo con cuidado a Kieran para que Kara pueda darle de comer a Mattwiu tranquilamente, la veo acomodar su pecho y al pequeño que de inmediato comienza a comer. – tiene tu apetito. – digo al ver a ese pequeño arruina besos.
- Ojala solo Matt, porque no creo poder alimentar a ambos si los dos heredan mi apetito. – dice con una sonrisa y yo me siento inmensamente feliz.
-Kara, lo que dijiste…
- Quiero… queremos estar contigo Lee, pero…
- Sin presiones, no… no quiero que te sientas mal… yo… solo quiero estar en tu vida y en las de los bebés…
- Nuestros
- ¿Qué?
- Sin nuestros bebés, no lo olvides. – mi sonrisa se agranda a un más y me acerco para darle un abrazo… ella me recibe y con ambos bebés en medio nos quedamos unos minutos así hasta que entra una enfermera con una cámara.
- Un pajarito me dijo que mami había despertado y quise pasar a tomar una foto familiar para el recuerdo
- Eso suena genial, deja te ayudo para que salgas con ambos bebés. – digo haciendo ademán de levantarme de la cama
- Oh, tranquila mami, ambas pueden salir en la foto. Será su primer recuerdo familiar
- Nosotras no…
- Si… me gusta la idea, salgamos los cuatro…quédate a mi lado Lee. – no puedo evitar que mis lágrimas se acumulen en mis ojos de la felicidad que siento en estos momentos. -¿Qué ocurre? Si no quieres…
- Si… si quiero. – digo rápido y me acomodo a lado del amor de mi vida que acaba de traer al mundo a nuestros pequeños. Kara me ha dado una esperanza y aunque me ha dicho que no se siente lista, yo sabré esperar.
He esperado tanto tiempo que un poco más no me hará daño y menos porque ahora sé que me quiere y pronto sabré ganarme su amor y su… perdón… porque siento que la traicione, la engañe con lo que me pasó con Diana y de no ser porque ella me detuvo yo… ¡Dios! Fui tan idiota, pero no descansaré hasta que ella me perdone y le diga que la amo, que la he amado desde el día en que entro a mi oficina por primera vez.

Mañana Kara será dada de alta y quiero que todo esté listo para cuando ella llegue. Quiso quedarse en la nueva casa y creo que es lo mejor, es un lugar muy amplio y está adecuado para los bebés. Traje la cuna que prepare para ellos y la instale en su habitación, quiero que todo este perfecto para cuando ella llegue a casa con nuestros hijos… si… nuestros hijos… estos dos días que Kara ha estado en el hospital no me he separado de ella y aunque aún no hablamos de lo nuestro ella no deja de decirle a todos que los bebes son de ambas, incluso se los dijo a John y Megan cuando fueron a visitarla. Yo me sentí morir de la vergüenza, pero John me dio un abrazo y me dijo al oído que su hijo estaría feliz… Mike se sentiría orgullos de que Kara no está sola.
No había pensado en Mike desde hace mucho, pero desde el nacimiento de los bebés, ellos no hacen más que recordármelo… se parecen a él… especialmente Mattwiu, creo que será quien más se parezca a su padre, en cambio Kieran, es idéntica a Kara.
Decido dar una vuelta por L-corp antes de volver al hospital, he dejado tan olvidado el trabajo que tengo muchos pendientes e infinidad de documentos por firmar.
-Hola, Lena. – escucho la voz de Diana a mi espalda
- Diana. – digo y no sé cómo reaccionar. Desde la última vez en mi apartamento no hemos hablado.
- Lamento entrar así, pero… necesito tu firma en unos documentos y ver lo del viaje contigo… si es que tú
- Si, si… es decir… pasa… por favor. – le digo y ella entra a mi oficina. – toma asiento, por favor
- El proyecto de Londres va muy adelantado, más de lo que habíamos proyectado y tendré que ir antes de lo previsto. No es necesario que vayas, sé que en estos momentos no puedes y no tienes de qué preocuparte. Me encargaré de todo, no será necesaria tu presencia, al menos no física, podremos hacer videoconferencia por cualquier cosa
-Gracias Diana, yo… quisiera… quiero estar aquí
- Lo sé, no tienes que explicarme nada. – me dice con una sonrisa triste ¡soy horrible! La lastimé, herí a mi amiga
- Diana… yo…
- Tranquila Lena, no tienes que decir nada más.
- Es que quiero disculparme… yo fui una idiota y…
- Lena, ya quedó olvidado y no tengo nada que perdonarte
- Eres increíble, yo… no merezco tu comprensión. – digo agachado la cabeza, me siento tan mal, tan arrepentida por lo que hice
- Len, tú no estabas bien y… reaccionas te… no de la mejor manera, pero lo importante es que no paso nada
- Porque tú me detuviste, de lo contrario…
- Yo soy quien hubiera sido una idiota por aprovecharse de ti. Me importas mucho como para dejarme llevar y lo que más quiero es que seas feliz… y tu felicidad no es conmigo… es con ella y sus… y tus hijos. – me dice con una sonrisa
- Gracias Diana, muchas gracias
- No me agradezcas, siempre voy a ser tu amiga Lena, siempre y voy a estar para ti cada que me necesites. – me da un abrazo con cariño y yo se lo devuelvo. Es una gran amiga y yo soy afortunada por tenerla en mi vida.
Una vez que termine mis pendientes en la empresa fui al hospital, necesitaba verla… a ella y años bebés. Los había extrañado horrores durante todo el día y solo quería cargar a cada uno de mis pequeños y abrazar a Kara y tal vez… besarla por primera vez
-¡Lena! – dice emocionada la rubia apenas me ve entrar a la habitación donde se encuentras Alex, Sam y Ruby.
- Por fin llegas Lena, mi hermana ya me tenía harta preguntando a qué hora llegarías. – me dice la pelirroja cargando a Kieran
- Si amiga, Kara esta más insoportable que nunca. – segunda Sam a su novia quien carga a Mattwiu y tiene a una Ruby fascinada a su lado
- Mi tía Kara te extraño por eso preguntaba por ti, ¿verdad tía?
- Si  pequeña, pero las amargada de tus mamás no entienden.
- Yo también te extrañe mucho… a los tres. – digo mirando a los bebés y me acerco a Kara a dejar un dulce beso en su cabeza
- Pfff… me va a dar diabetes aquí… vamos Rubs, no quiero que mi hija sufra un coma diabético con tanta azúcar en la habitación. – dice Alex levantándose de la cama y me entrega a Kieran. – vamos amor, no se te vaya a pegar lo empalagoso. – le dice a su novia quien le entrega a Kara el bebé que cargaba en sus brazos
- Ojalá se les pegara un poco lo dulce que es Lena y así de les quita lo amargadas. – les dice Kara y Alex tapa los ojos de Ruby con una mano y con la otra le muestra el dedo de en medio a su hermana y se va riendo - ¡eres una grosera! ¡Le diré a mamá! – no puedo evitar reírme con las ocurrencias de las hermanas Danvers, a decir verdad, extrañaba mucho esta interacción  entre ellas. – ella es una grosera, pero deja que le diga a mamá.
- A ti te encanta molestar a tu hermana. – digo acercándome y sentando me junto a ella en la cama con Kieran en brazos
- Un poco, sí. – me responde. - ¿Qué tal tu día? ¿Mucho trabajo?
- Un poco, pero lo resolví en seguida. Quería llegar pronto para pasar tiempo contigo y nuestros bebés
- Me encanta que digas que son nuestros bebés. – me dice con una sonrisa
- Lo son, ya quedó claro eso. – digo mirando la pequeña foto enmarcada que nos tomaron el primer día en el hospital.
- Muy claro. – me mira a mis ojos y siento la necesidad de acercarme de nuevo para besarla, pero no sé si esté lista ¡al diablo! ¡Ya es hora! Me acerco lentamente y noto que ella cierra los ojos como dándome permiso a besarla, es el momento que he estado esperando, por fin podre sentir sus labios.
Me acerco lentamente y con cuidado uno mis labios a los de ella, despacio y con ritmo lento. No quiero asustarla o que sienta que la presionó, ella corresponde el beso y yo siento que vuelo, que floto en las nubes. El sabor de sus labios es más dulce, más placentero de lo que jamás pude imaginar, se mueven al ritmo de los míos en una completa sincronía, una perfecta danza sincronizada donde nuestras bocas son las protagonistas. No quiero alejarme, no quiero abrir los ojos y despertar de este sueño hermoso.
-Kara… - digo soltando un suspiro al terminar el beso. Abro mis ojos lentamente temiendo que sea solo un sueño, pero no, ella es real, todo es real. Miro sus ojos y no reflejan miedo o enojo sino…felicidad
- Te quiero Lee. – me dice y uno mi frente con la de ella. Una lagrima escapa por mis ojos, pero es de felicidad pura
- Y yo… yo te amo Kara… te amo con todo mi corazón. – digo y vuelvo a besarla. No me cansaré jamás de hacerlo, de besar sus suaves labios y de la sensación de sentir que me pertenecen.
- ¿me… me amas? – pregunta entre confundida y emocionada. - ¿habré ido muy lejos? No, ya es tiempo de que lo sepa
- Si Kara, te amo, te he amado siempre. – ella sonríe y me devuelve el beso
- ¿por… por qué? ¿Por qué hasta ahora?
- Porque tenía miedo de perderte, que no me correspondieras y…
- No digas nada más, por favor… solo bésame. – me implora y yo acepto con gusto. La vuelvo a besar con nuestros hijos en brazos. Ahora mi vida cambiará, me dedicaré a mi familia, a mis hijos y a Kara. Es pronto, pero sé que me ganaré su amor por completo, ella me quiere y sé que podremos ser una familia, como la que soñé hace un tiempo. Podemos ser felices por fin tendré la felicidad que tanto he anhelado tener a su lado.
Hoy es el día en que Kara y los bebés irán a casa. Moría de ganas porque ella y nuestros hijos vivieran conmigo, pero como Kara me lo pidió, le estoy dando tiempo para que se sienta segura. Ella me quiere y es lo que me importa, sabe que la amo y que quiero estar a su lado y de nuestros bebés.
-¡BIENVENIDOS!. – Dijeron todos los que habían asistido para recibir a Kara en la nueva casa, estaban su mamá y hermana, Sam, Ruby, Nia y Winn y por supuesto, John y Megan que no cabían de la felicidad por sus nietos.
- Muchas gracias, no debieron molestarse. – dice Kara con fingida molesta, todos sabemos que ama las sorpresas
- No engañas a nadie amiga, amas este tipo de sorpresas. – le dice Winn con una sonrisa
- Si, lo hago. – dice sonriendo… llevamos a los bebés en un coche doble, así no tuvimos que cargarlos, pero me moría de ganas por tenerlos de nuevo en mis brazos. Aunque siendo sincera ir de la mano de Kara, era mejor, mucho mejor.
- Yo quiero ver a ese par de preciosuras. – dice Nia, acercándose al carrito donde Ruby ya estaba hablándole a los bebés. – están preciosos, las felicito. – nos dijo a ambas y yo no pude sentirme más feliz.
No hemos hecho oficial nuestra relación, es mas aún no sé si es que tenemos una relación solo sé que tenemos algo, estamos juntas y cuidaremos a nuestros pequeños una a lado de la otra. Nuestros amigos no han dicho nada ni comentado al respecto. No siquiera Sam, no me ha dicho o preguntado acerca de lo que estoy viviendo con Kara y se lo agradezco, porque justo ahora me siento la mujer más feliz del universo a lado del amor de mi vida.
-Será mejor que entremos, hay que llevar a los bebés dentro y Kara necesita descansar. – dice Eliza llamando la atención de todos
- Tu madre tiene razón, cariño, tienes que descansar. – le digo a mi hermosa rubia son soltar su mano
- Si, pero… no quiero ir a la cama… ¿puedo quedarme en la sala un rato? ¿Puedo? – me súplica con ese puchero que soy incapaz de negarle nada
- De acuerdo, pero solo un ratito.
- Muchas gracias. – dice y me da un tierno beso en la mejilla delante de todos que me hace sonrojar ante las sonrisas de nuestros amigos. Al aparecer ya todos saben de mis sentimientos por ellos, creo que no era tan discreta después de todo.
Entramos a la sala y nos sentamos el sofá grande, una a lado de la otra sin soltar nuestras manos. Kara se recarga en mi hombro y deja soltar un suspiro. Se escucha feliz, tan feliz como yo.
-Mis nietos están hermosos y se parecen mucho a su padre, Mike, donde quiera que esté debe sentirse muy feliz de ver a sus hijos. – dice Megan cargando a la pequeña Kieran
- Mike, estará presente en la vida de nuestros hijos. Se los prometo. - les dice mi preciosa rubia con una sonrisa
- Les hablaremos de él, lo hemos hecho desde estaba en el vientre de Kara, ellos sabrán quién era su padre y se sentirán muy orgullosos de él. – digo segura. No quiero que los niños crezcan sin saber de dónde vienen y la maravillosa persona que fue su padre, el gran amigo que fue.
- Gracias, Lena. Sé que cumplirán su palabra y educaran a nuestros nietos con la memoria de su padre y… si no es mucha molestia nos gustaría ser parte de su vida también… convivir con ellos aunque sea de vez en cuando… son todo lo que nos queda de nuestro hijo
- John, jamás me interpondré para que tú o Megan vean a sus nietos. Podrán verlos y visitarlos las veces que quieran. Mis hijos son muy amados y me siento bendecida por ello. Ustedes son sus abuelos y crecerán a su lado para que los malcríen y consientan como todos los abuelos a sus nietos.
- Gracias, Kara, de verdad, muchas gracias. – dice John con lágrimas en sus ojos
- Esto… significa mucho para nosotros. De verdad Kara, muchas gracias. – Kara se levanta con cuidado y les da un abrazo a cada uno con los niños en medio. Sé que ni ella ni yo permitiremos que John y Megan se queden solos, somos su familia.
Esa noche, acompañe a Kara hasta su habitación donde había colocado la cuna de los bebés y ver su cara de alegría y emoción me lleno de dicha. Le había gustado y estoy segura que nuestros hijos lo disfrutarán.
-Debes descansar, cariño. Ha sido un día muy agotador, ten, cámbiate de ropa en lo que voy a rescatar a nuestros bebés de tu hermana.
- Gracias, Lena. – me acerco y le doy un tierno y corto beso en los labios y salgo con una sonrisa. Me siento inmensamente feliz que nada podría alterar mi humor.
Los siguientes días fueron maravillosos, aunque no hemos tenido una cita real y no hemos aclarado nuestra relación, yo me siento infinitamente feliz por lo que estoy viviendo a su lado. Juntas hemos aprendido muchas cosas, desde cambiar pañales y sobretodo que hay que tener cuidado con Matt al cambiarlo ya que en una de esas veces que le quitamos su pañal el muy travieso me había bañado por completo y Kara no dejo de reírse. Solíamos bañarlos juntas, alternando a los gemelos, a veces ella bañaba a Kieran y yo Matt con cuidado de no ser bendecida de nuevo y luego cambiamos de bebé.
Parecíamos una familia, una muy feliz y unida, aunque había veces que notaba a Kara algo distante y nerviosa, estoy segura que es porque todo esto es tan nuevo para ella como para mí, pero ahora estoy segura que juntas podemos superar cualquier cosa.
Nuestros bebés hoy cumplen un mes de nacidos y quiero pedirle a Kara que se a mi novia, así formalizar nuestra relación. Ayer hablé con Eliza al respecto y le pedí su bendición. Después de hablar con mis bebés y prometerle que cuidaría de su mami y de ellos siempre. Eliza me dio un abrazo y me dijo sentirse muy feliz por este paso que quiero dar y que ésta segura que Kara aceptará mi propuesta y que seremos muy felices los cuatro.
Le pedí que esta noche se encargará de los niños en lo que Kara y yo teníamos nuestra primer cita oficial. No le he dicho nada, quiero que sea una sorpresa y demostrarle lo mucho que la amo y que deseo que estar con ella y nuestros hijos el resto de mi vida.
Casi tenía todo listo, Kara había salido con Eliza y llegaría más tarde. Yo me había dispuesto a arreglar el jardín de la casa para nuestra cena romántica, pero el timbre de la puerta me distrajo.
-¡Sam! ¿Qué haces aquí?- digo saludándole con un abrazo y la paso a la sala de la casa
- Perdón sé que estas por tener una cita importante, pero necesitaba que firmaras estos documentos. Mañana Diana debe viajar a Londres para terminar con los preparativos de la fusión y necesita esto a primera hora. – dice mostrándome una carpeta. Me había olvidado por completo del viaje de Diana.
- Lo siento, Sam, he estado… distraída. - le digo sintiendo mi sonrojo
-  Me he dado cuenta. – dice con una sonrisa. – te ves feliz.
- Lo soy Sam, soy… inmensamente feliz. Por fin tengo todo lo que siempre había soñado
- Me alegro mucho por ti amiga, de verdad, pero…
- ¿Qué te preocupa? Kara me quiere, estoy segura y sabes que yo la amo mas que a nada en este mundo y con nuestros hijos hemos formado una hermosa familia que me lleva de felicidad
- Lo sé, los cuatro se ven…muy felices, pero Kara… hay algo en ella que no termina de convencerme. Siento que… no sé… no voy a arruinar tu felicidad. Seguro es porque te he visto sufrir por cuatro años por ella que ahora no fio mucho. Lo que me importa es tú seas feliz y si Kara lo está haciendo se lo agradezco en el alma
- Sé que te preocupas Sam, y te lo agradezco, pero tranquila. Kara, ella… ambas hemos tenido tiempo para irnos tratando y yo… sé que a partir de hoy compartiremos nuestra vida juntas. Ya no voy a sufrir más, ya no mas llanto. Ahora solo hay amor en mi vida
- Me… me dolía mucho verte sufrir por ella, moría de miedo pensar que te rompiera el corazón… aun tengo miedo de eso, por eso… yo… yo busque a Diana, sabía que le gustabas y quería… quería que fueras feliz, que salieras y recibieras el amor que tanto te mereces.
- ¿Así que por eso la llamaste?
- Bueno, por eso y porque necesitábamos una socia. – dice con una sonrisa avergonzada
- Gracias, Sammy, gracias por ser más que mi amiga, por ser mi hermana. Y gracias por traer a Diana, ella es, es especial. – digo con una sonrisa. – ella me enseño que merezco amor, me merezco salir y divertirme. Ella…
- Es única
- Lo es, a pesar de lo que hice, ella me perdono
- ¿lo que hiciste? – me pregunta confundida, no le había contado a nadie lo que hice, solo a esa chica que estaba en mi oficina el día que me llamó Kara y contestó mi teléfono. Imra, es su nombre
- Yo… estuve a punto de acostarme con ella. – digo sintiendo toda la vergüenza y arrepentimiento que sentí ese día
- ¿Qué tú qué? – dice molesta. - ¿cómo pudiste? ¿Qué pasó?
- Yo… - un ruido se escuchó en la cocina y quise asomarme, pero todo estaba en silencio de nuevo. – estaba muy borracha, herida porque Kara había decidido irse de mi lado e ir a vivir contigo y Alex. Me había dicho que no quería vivir conmigo y que lo mejor era tomar cada quien su destino. Me sentí abandonada y me puse a beber… Diana llegó a mi apartamento y me encontró, me ayudó a ducharme y cambiarme… entonces yo… la besé… no deje de hacerlo, quería olvidarme de todo, de Kara, del dolor, quería sentirme amada, deseada y…
- ¿Qué pasó después? – me pregunta con comprensión dejando a un lado su molestia
- Ella me detuvo, me dijo que le importaba demasiado como para aprovecharse de esa manera. Entre mi borrachera me sentí rechazada, pero después le agradecí que me haya detenido porque no me hubiera perdonado hacerle daño de esa manera. Ella fue tan comprensiva, atenta y supo entenderme. Me dijo que sabía lo mucho que yo amo a Kara y que mi lugar es a su lado. Que debía luchar por conquistarla porque… ella estaba segura que Kara sentía algo por mi y… no se equivoco. Gracias a ella es que busque de nuevo ayuda y estoy yendo a las terapias, yo… estoy recuperando mi vida y la pienso compartir con Kara y nuestros hijos.
- ¡Vaya! Yo, no sabía que habías llegado a ese punto. Pero me alegro que Diana te haya ayudado a recapacitar y entiendas que vales mucho y que mereces ser muy feliz. Sobretodo espero que Kara sepa valorarte y hacerte muy feliz porque si te hace sufrir otra vez conocerá la furia Arias y créeme no será bonito por muy mi cuñada que sea
- ¡Sam!
- ¿Qué? Eres mi hermanita y no dejaré que nada ni nadie te vuelva a lastimar. – dice y le doy un abrazo, ella siempre cuidando de mi – bueno, te dejo porque seguro tu chica no tarda en llegar y no quiero hacer mal tercio. Disfruta tu noche y… mucha suerte. – dice dándome un último abrazo cargado de buenos deseos y sale de la casa.
Reviso mi reloj y veo que ya es hora de que Kara haya llegado. Voy a la cocina a terminar de preparar la cena que cocine para ella y escucho que la puerta se abre. Es ella… mis nervios amenazan con salir, pero tomo aire y me relajo, hoy es la noche en que por fin Kara Danvers de convertirá en mi novia.
-Kara. – digo su nombre y la noto algo extraña. Deben ser mis nervios intentando traicionarme
- Ho… hola Lee… te… te ves muy bien. – me dice, está nerviosa.
- Tú te ves hermosa. – trae un precioso vestido color melón, es increíble que después de tener dos hijos ella siga teniendo ese cuerpo perfecto que me vuelve loca.
- Gra… gracias… yo… iré a mi habitación a…
- No, así estas perfecta. Ven, te prepare algo. – le tomó de la mano y la llevó hasta el jardín. Ella se detiene en seco y mira todo lo que he preparado. En medio del jardín he colocado una mesa con velas y todo lo necesario para nuestra cena. El jardín lo decore con muchas plumerías y lilas, unas combinación perfecta de nuestras flores preferidas. Me giro para ver a Kara a los ojos y veo que sus lágrimas salen de sus ojos. – Kara. – le llamo despacio y con cariño
- Esto… esto es… es hermoso, Lee y yo…
- Lo mereces mi amor. Mereces esto y mucho más. – tomo de nueva cuenta su mano y la dirijo hasta la mesa. – está noche quiero consentirte, mi vida. – digo y la dejo sentada, ella se queda con lágrimas en los ojos viendo todo el jardín. – iré por la cena. – digo y ella cruza su mirada con la mía. Le dejo un corto beso en los labios y me voy a la cocina por la cena, siento su mirada en mi espalda al retirarme. Le ha gustado la sorpresa.
Estoy preparando los platos para llevarlos al jardín y consentir a mi chica, pero la escucho detrás de mí y me abraza por la espalda.
-Te dije que me esperaras en el jardín, amor. Quiero consentirte. – le digo en el abrazo
- ¿Me amas? – me pregunta de la nada y le doy una sonrisa una vez que me giro para verla
- Creo que la cena me delató. – digo con una nerviosa sonrisa. – sí, te amo, te amo con todo corazón
- ¿Desde hace cuánto? - ¿Por qué lo pregunta? Qué importa ahora si está conmigo a mi lado
- No tiene importancia. Lo único que me importa es que sepas que te amo
- Por favor, contesta mi pregunta. – dice sería
- Desde… siempre… siempre te he amado… yo… me enamoré de ti desde la primera vez que te vi en mi oficina. Yo…
- ¿Por qué… por qué nunca dijiste nada? Yo… estaba con Mike y tú
- Nunca me habría interpuesto entre tú y Mike, sé cuánto lo amabas y que te hacía muy feliz… yo… yo no dije nada porque lo más importante para mí era, es y será siempre que tu felicidad. – ella cierra los ojos y noto que algo le incomoda
- No… no debiste… tú no debías amarme. No lo merecías. - ¿Qué?
- Kara, ¿qué estás diciendo?
- No merecías pasar por todo eso… tú…
- Kara, yo no decidí enamorarme de ti, quise evitarlo. Lo juro, quise olvidarme de ti, quise alejarme, pero no pude. Me conforme con ser tu mejor amiga, tu confidente y…
- Yo te contaba todo, te hablaba de mis planes con Mike, mi boda, mi embarazo ¡TODO! Y tú… no dijiste nada. – ella se alejó de mí abrazo y se veía molesta
- ¿Qué podía decirte? No quería perderte, no quería estar lejos de ti. Yo… solo quería estar cerca para cuando me necesitarás, escucharte.
- Si, si que me escuchabas. Me escuchabas hablar de mi esposo y lo feliz que era con él, lo bien que se sentía estar en sus brazos… yo… ¡Dios! – lleva sus manos a su boca asustada. – Mike, él no lo imaginaba, no eres celos absurdos, él sabía, sabía que lo que tú sentías y no le creí, no quise creerle porque… no, mi mejor amiga no podría sentir nada más por mí que no fuera amistad. – dice molesta y me sorprendo ante sus palabras. ¿Mike sabía de mis sentimientos?
- Kara… yo…
- ¡No! Esto… esto no. – se acerca a brutalmente a mí y me besa con desespero. Yo correspondo el beso sin entender qué está pasando. Su lengua pide entrada a mi boca y le concedo permiso, el beso comienza a ser más intenso y siento sus manos recorrer mi cuerpo, me guía hasta el sofá y me deja caer en él. - ¡Lena! – dice mi nombre soltando un leve gemido y me doy cuenta ¡esto no puede ser así! No quiero que nuestra primera vez sea de esta manera, tiene que ser especial, ella merece que sea especial.
- Ka… Kara… así…así no. – digo tratando de moverla, pero ella sigue sobre mi besándome con desesperación. – por… por favor Kara, así no… quiero… quiero….
- ¿Qué quieres Lena? ¿No deseas esto? – pregunta con dolor
- Si, por supuesto que sí, lo he deseado siempre, pero…
- ¿Entonces? ¿Qué ocurre? Yo… yo no logro entenderte
- Kara… te amo y quiero estar contigo, pero no así
- ¿Así cómo Lena? Dices amarme, dices que me has amado siempre, pero no dices nada, tú te guardas las cosas, me… me ocultas te tus sentimientos por años… yo… yo ¡lo estoy engañando contigo! - ¿Qué?
- ¿De… de qué hablas?
- ¡De Mike! Yo lo estoy engañando, quiero acostarme contigo Lena, te deseo y... Quiero besarte, hacerte mía, pero tú… - algo dentro de mi ha vuelto a romperse. – tú me rechazas, no fuera Diana porque con ella si quieres acostarte. – dice de pronto enojada
- ¿De qué demonios hablas?
- ¡Ibas a acostarte con ella!
- ¿Có… cómo te enteraste? – digo sintiendo todo el terror del mundo ante la idea de que se ha enterado de mi error
- No lo niegas, claro. – dice. – escuché cuando se lo contabas a Sam. - ¡No.. No… no! ¡Esto no puede estar pasando!
- Kara, déjame…. Deja que te explique yo estaba…
- ¡NO QUIERO OIRTE! ¡YA NO QUIERO ESCUCHARTE! ¿Cómo… cómo puedes decir que me amas y luego ir y quererte acostar con esa… esa mujer?
- ¡No es lo crees! Te juro que no pasó nada. – le digo con desesperación
- No tienes que jurar nada, Lena, no somos nada. No hay nada entre tú y yo y no… no lo habrá… quiero que te vayas
- Kara, por favor, escúchame, te lo suplico
- ¡No! No quiero volver a verte, quiero que me dejes en paz…que te vayas, vete con ella, ella que es perfecta, única y maravillosa. Es lo que dijiste ¿no? Ella es especial para ti… ella te hará feliz… yo… yo no quiero nada de ti
- Kara, por favor… no me hagas esto
- No me lo hagas tú Lena, vete… vete
Sus palabras se sienten como estacas que perforan mi corazón lentamente y en carne viva. Si antes en mi vida había sentido miedo, temor o dolor no se compara con lo que siento en este momento. Siento que… que mi corazón está destrozado en mil millones de pedazos y no tiene más remedio. Ya… ya nada tiene remedio… otra vez perdí lo que más amaba en la vida… perdí al amor de mi vida para siempre.
-No me busques más. – es lo último que le escucho decir y salgo de la casa con mi corazón destrozado… no… ya no tengo mi corazón… ella se lo ha quedado para seguir destrozando cada pedazo poco a poco.
Salgo caminando de la casa, sin rumbo, sin saber a dónde dirigirme. Me siento muerta en vida, ya no me queda nada, mi más grande pesadilla se ha hecho realidad y no soporto el dolor, no… no soporto la herida que parte mi alma.
-¡Lena! ¡Por Dios! – no sé cómo llegué aquí, pero apenas mis ojos cruzaron con los de ella, me abrazo
- Diana. – fue lo último que dije antes que la oscuridad me llenará por completo.

---------------------------------------------------
Uff! Después de esto solo puedo decir...inche Kara!!!
Pobre Lena, terminó por acabar con su frágil corazón.
💔💔💔
¿Creen que después de esto Lena logre perdonar a Kara?
Ahora la rubia tendrá que pagar caro este error y haber hecho sufrir tanto a nuestra reina.
No se olviden de dejar sus votos y comentarios.
Saludos y nos leemos muy pronto.
Dos capítulos para el final

Enamorada de ti (AU Supercorp) Completa Où les histoires vivent. Découvrez maintenant