—Az—murmura.

Se voltea haciendo que nuestras miradas se conecten, me quito el pasamontañas y ella hace lo mismo.

—¿Por qué estás así?— le pregunto con la voz ronca.

—¿Así como?

—Enseñando lo que es mío— ella traga saliva y voltea a mirarse, parece sorprendida.—¿Te quieres casar con él?

—Yo no..

Ella se calla rápidamente cuando pongo mi mano sobre su cuello haciendo una pequeña presión sobre el.

—¿Te gusta que te demuestre que solo eres mía?

Ella se muerde el labio inferior y yo pegó mi erección sobre su cuerpo, bajo mi mano de su cuello y me deslizó por su sostén, me deshago de el fácilmente, dejando sus pechos totalmente expuestos para mi, solo con el arnés que los decoran perfectamente.

—Responde, ¿Te gusta retarme?

—Si— susurra sin más, enmarcando una sonrisa pícara— ¿Me lo recuerdas por favor, mi señor?

Le sonrió y la miró a los ojos, su mirada está llena de lujuria, ella se acerca a mi y baja el cierre de mi pantalón, bajándolo y dejando mi erección libre, ella se relame los labios.

—¿Te gusta?— ella asiente y se muerde el labio—¿Te gusta como la pones?

Empiezo a pellizcar gentilmente sus pezones con mis pulgares y ella se estremece, hago su hermoso cabello hacia atrás dejándola más expuesta, su piel se eriza rápidamente ante mí tacto, ella se relame los labios deseosa por más.

Nuestras miradas se conectan y muerdo mi labio, me acerco adueñándome de su boca, ella deja salir unos jadeos y se estremece intentado seguir el ritmo de mis besos necesitados, nuestras lenguas se conectan y ella acaricia mi miembro que se agranda más con su tacto.

—Necesito sentir que eres mía—digo entre jadeos.

—Soy tuya— responde con la respiración acelerada.

Empiezo a adueñarme de sus pechos, jugando mi lengua con sus pezones, bajo mi mano de su cintura hacia sus bragas de encaje, que se siente  totalmente mojadita. Paso mi dedo por encima de su braga y ella se arquea sobre el árbol.

Juego con su humedad, haciendo un lado su Braga y jugando con su centro, ella gime de placer arqueando su cuerpo más para mi.

Doy movimientos circulares sobre ella, mientras ella suelta suspiros necesitados.

—Az—gime, haciendo que me prenda más.

Mi erección empieza a doler, queriendo sentir su humedad sobre el, pegó mi erección a su cuerpo y ella se estremece y jadea de placer.

—Hazme tuya, Az— susurra entre jadeos.

—Suplica, dime cómo te pongo.

—¡Joder! Me encantas Az, mi cuerpo te exige desesperadamente, solo hazme tuya— me susurra.

Sigo jugando con mis dedos, sobre su zona y ella empieza a temblar inconscientemente.

—Az.. por favor— hago mas rápidos mis movimientos.

Le quitó las bragas y se queda en puro arnés.

—Que sexy, mi ninfómana.

Ella mueve sus caderas, por encima de mí erección, puedo sentir que se pone más dura de lo habitual, las venas se empiezan a enmarcan salvajemente sobre mi miembro.

—Mira como la pones—le reclamó.

Ella brinca encima de mí, envolviendo sus piernas en mi torso, me empieza a besar salvajemente, puedo sentir su humedad sobre la cabeza de mi miembro, ella mueve sus caderas intentando sentirla más, pego su cuerpo al árbol y acomodó mi erección sobre su entrada, ella suspira.

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