¿QUE ESTOY Que? TERMINADA

Cap. 22

La tarde siguió avanzando mientras que la madre de Ritsu y Takano hablaban.

—Masamune, ¿tus padres saben esto?- preguntó la madre curiosa al tiempo que tomaba de su taza de té.

—Ma... madre... - dijo Ritsu viéndola algo preocupado y después viendo a Takano.

—No te preocupes Ritsu, está bien— le quito importancia y le acaricio la cabeza.

—¿Acaso dije algo que no debí?— menciono al ver como se había puesto su hijo.

—No, para nada.— dijo viéndola— ellos no saben nada.

—... pero son tus padres— reprocho la madre de Ritsu algo preocupada por esa situación mientras volvía a darle un sorbo a su taza y veía seriamente a Takano.

—... ellos se divorciaron cuando aún era joven, un poco después de que Ritsu se fuera— un pequeño deje de melancolía acompaño esas palabras— y ellos volvieron a hacer sus propias vidas por separado y cada quien tiene su familia ahora— se cruzo de brazos y cerró los ojos— me dejaron a mí a mi suerte, realmente no creo que les importe mucho como estoy ahora. 

—Son tus padres... no creo que no quieran saber de tu vida.— dijo la madre preocupada.

—Realmente no lo sé, me dejaron a mis anchas desde antes de que se divorciaran...— dijo abriendo los ojos— pero, no quiero que este siga siendo un tema de conversación— termino el tema con estas palabras y una mirada un tanto fría.

—... Está bien— acepto el fin del tema al pensar que quizás a Takano no le daba cierto gusto y llegaba a darle hasta mucha tristeza.—Ritsu— lo llamo y este la volteo a ver— ¿Desde hace cuánto es que amas a Masamune?— lanzó esa pregunta como puñalada.

El tono de piel cambio de ser un pálido color durazno a un fuerte color carmesí, sus manos comenzaron a sudar y el comenzó a temblar.

—Emma... em... yo...— volteaba a ver a todas partes, pero todas las miradas
estaban clavadas furiosamente en él. Tomo aire, intento calmarse— Yo... d...— un dolor punzante se apodero de su vientre. Se aferro a su estomago como si quisiera evitar que algo se desprendiera de él.

—¡Ritsu!— Takano lo tomó por los hombros tratando de que no cayera al suelo.

—¡RITSU!—gritó la madre desesperada por ver a su hijo así y corriendo hacía donde se hallaba su hijo.

—¡Ricchan!—gritó An mientras se acercaba detrás de la madre de Ritsu.

—¡Rápido An-chan llama a una ambulancia!— dijo la madre desesperada.

—Ritsu, Ritsu, ¿Qué sucede?—pregunto el de lentes preocupado y nervioso de verlo en ese estado, de sentir su cuerpo temblar entre sus manos y al sentir esa impotencia

—Yo... creo que... ya es hora— dijo mientras el sudor corría por su frente y se aferraba al cuerpo de Takano

—¡Rápido An!—ordenó Takano desesperado.

—¡Ya viene en camino!—dijo preocupada.

La ambulancia llego dejando subir solo a Takano que fue todo el camino tomado de la mano de Ritsu para que viera que él estaba ahí para él. La ambulancia fue tan rápido como pudo, bajaron a Ritsu en la camilla acompañado de un pelotón de médicos que lo custodiaron y desaparecieron con él en la sala de urgencia.

Takano se sentó desesperado en la sala de espera de ese hospital que parecía que quería que él se desesperara. Un doctor salió y se dirigió hasta donde este se encontraba sentado.

—Takano-san—lo llamo el joven de cabellos azabaches y ojos azules que ya se había acostumbrado a ver cada que iba a ese hospital.— Onodera-san está siendo atendido y se le realizara una cesaría—dijo haciendo una pausa—descuide, es normal que los partos múltiples sean más prematuros, pero si acaso, llevaremos a las bebes a una incubadora, eso sí es el peor de los casos, porque están a salvo. Si no tienen ningún problema con eso de ser prematuras, podrán llevárselas en poco tiempo mientras, Onodera-san se recupera del todo.— dijo terminando su informe— felicidades— sonrío y se fue.

Ese día era decisivo para Takano Masamune, ese día es el día de cuando se convierte en padre, de cuándo podrá a ver a sus hijas por primera vez, no en un ultrasonido, si no, en sus manos, sintiendo sus pequeños cuerpos en sus brazos y el cuidarlas. Atesoraría ese momento, ese día y cada instante de este, de eso estaba seguro.