Capítulo diecisiete.

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Dormir sobre su pecho era simplemente perfecto, sentir su calma respiración y el calor que su cuerpo irradiaba, no había sensación más bella que esa para mí; Louis era mi enfermedad y mi cura.

Abrir los ojos y encontrarme con su bello rostro dormido era un regalo del cielo, ya no había maltratos, aunque si se enojaba con facilidad, eso era una parte de él a la cual ya me había acostumbrado.

―Louis…

― ¿Si?

―Quiero saber más de ti ―de inmediato giró su rostro y se separó un poco para verme. Nos encontrábamos sobre la cama.

― ¿Qué quieres saber? ―preguntó un tanto fastidiado.

―Lo que sea Louis, quiero que confíes en mí.

―No confío ni en mi sombra Harry ―confesó viéndome a los ojos.

― ¿Qué sucedió con tu familia? ¿Zayn sabe tu historia?

―Zayn lo sabe, nadie más y así seguirá siendo por ahora.

Me levanté de la cama soltando un sonoro bufido.

― ¿Qué demonios te pasa Harry? ―preguntó algo fastidiado― No es el momento de que sepas todo, deberías darme tiempo.

― ¿Tiempo? ―volteé a verlo incrédulo― ¿Tiempo para qué? Abandoné la oportunidad de volver con mi familia por ti  ¿Realmente no puedes confiar en mí? ¿Qué más debo hacer? Lo he dejado todo por ti Louis, todo ―mis ojos se llenaron de lagrimas y él se levantó de inmediato a abrazarme― Louis lo necesito, necesito que me des algo a cambio de todo lo que yo he dejado por ti.

 ―Nunca fui bueno en nada Harry, temo decirte la verdad y que quieras irte, no te dejaré pero no quiero que sientas ganas de dejarme tú a mí, no podría soportarlo ―finalizó para luego separarse y verme a los ojos.

― ¿Has matado a alguien? ―pregunté con temor.

―Sí ―tragó saliva sin quitar su mirada de la mía.

― ¿Has matado a alguien de tu familia? ―el asintió a lo que volteé tomando una gran bocanada de aire.

―No me juzgues sin saber la verdad ―pidió posando una mano en mi hombro.

―Pues dímela de una vez Louis, por favor ―comencé a sollozar lleno de sentimientos encontrados, había descubierto que estaba enamorado de un asesino y nada ya tenía lógica alguna.

―Mi padre… ―comenzó y volví mi vista a la de él mientras lo veía sentarse al borde de la cama― Ese sujeto siempre fue una basura, con mi madre, conmigo… ―pude notar como estaba a punto de quebrarse y por eso se detuvo, no lo presioné, simplemente le di su tiempo sentándome a su lado y abrazándolo por los hombros― Él era un buen hombre, cuando mi hermana Lottie y yo éramos los únicos nuestra familia era muy linda, pero luego por problemas en el trabajo él empezó a tomar. Bebía mucho, llegaba ebrio a casa y todo era buena excusa para que mi madre fuese víctima de sus golpes. Yo era un niño, un niño cobarde que no sabía qué hacer y cuando ella me pedía que me fuera a mi habitación con Lottie lo hacía, por más que luego escuchara sus discusiones y su llanto, ella no tenía más de cuatro años y yo apenas ocho ―respiró profundo antes de proseguir―. Mis padres se habían separado un tiempo pero cuando mamá le dio otra oportunidad, al poco tiempo quedó embarazada. Allí nacieron los gemelos, yo ya tenía unos doce años. Todo parecía mejorar, pues mi padre había cambiado, mi madre seguía atada a él y probablemente ni siquiera lo quería pero aun así nunca se separaron y nunca supe el porqué ―me miró un instante en el cual no supe que pasó por su cabeza pero de alguna manera, sentía que él era un vivo reflejo de su padre y yo, de su madre―, él trabajaba bastante en aquella época, pasaba mucho fuera de casa, solo iba por las noches y mamá le reprochaba aquello, sospechaba que tenía otra y con el tiempo se supo que así era, mi padre tenía otra familia, y con ella, otra esposa e hija ―soltó un largo suspiro― ¿Aun quieres seguir escuchando?

Stockholm syndrome {Larry Stylinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora