Prólogo

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Dardanos paseaba por las bovedas una y otra vez, estaba ansioso, si, habian muerto alrededor de 100 personas pero eso a el no le importaba, lo carcomia algo mas fuerte dentro de si que la empatia, se movia casi por instinto desde que escucho ese rumor por parte de la anciana:

- Al parecer sobrevivieron 2 niños, pero nadie sabe donde están, se cuentan historias pero nada esta claro, sin embargo hay una especie de consenso en los pueblos vecinos sobre un grupo de hombres que llegaron con esos trajes aparatosos para que no se te pegue el virus y se llevaron dos paquetes donde podrian haber cabido los niños...-

-Un momento – interrumpio Dardanos – Alguien sabe a donde los llevaron?

La anciana lo miro de arriba a abajo.

-No te cansas de perseguir fantasmas Dar?-

-Jamas lo hare anciana, estoy destinado a hacer algo grande, aun no se que, pero lo siento en mi corazon-

La anciana lo miro fijamente unos segundos para luego suspirar.

-Nunca supe como lidiar contigo, en fin, dicen que se introdujeron en las bovedas subterraneas al sur del pueblo, dicen que esos tipos entraron y nunca salieron...-

Dardanos lo sentia en su interior al recorrer las bovedas, sentia que estaba cerca de algo grande, sin embargo el lugar parecia estar vacio. Un espacio bastante grande con techos curvos donde el eco resonaba con cada sonido, el suelo estaba lleno de tierra y se oia alguna que otra ave chillar a lo lejos. Y allí, en el centro Dardanos solo oia su corazon latir cada vez mas fuerte cuando casi instintivamente comenzo a moverse, camino hacia uno de los muros, poso la palma de su mano en el y una puerta oculta se abrio justo delante suyo, esta daba a una escalera que bajaba a la oscuridad y Dardanos lleno de felicidad comenzo a bajar por las escaleras y se adentro en la oscuridad.

Cuando Dardanos volvio al pueblo sus ojos no brillaban como antes, estaban apagados, sin deseos. La anciana lo vio pasar lentamente y arrastrando los pies, llevaba algo entre sus brazos y no dejaba de susurrar algo, cuando la anciana lo detuvo el la observo con sus ojos apagados unos segundos en los que la anciana vio lo que Dardanos cargaba.

-Que ha sucedido... -

Al oir su voz Dardanos recobro el sentido y sus ojos se llenaron de lagrimas

-Fue... fue horrible – Dijo entre llantos y la anciana le acaricio la cabeza.

-Ya lo creo – le contesto y le acaricio la cabeza, luego tomo al niño que traia Dardanos entre brazos – Y tu de donde has salido?

El niño le devolvio la mirada y rio, y con esa risa comenzo el silencio absoluto de dardamos, jamás volvió a hablar.

MetahumanoWhere stories live. Discover now