Cómo tratar a tu novio.

3- Escándalos en la cafetería

ºCAPITULO 3º

Escándalos en la cafetería...

Casi podía sentir las ojeras formándose debajo de mis ojos en enormes bolsas oscuras y me dolían los dedos por tanto escribir.

Tomé un trago de mi refresco y miré la hora en la pantalla de mi celular, eran ya las 12:30 de la madrugada y me había pasado horas haciendo todo lo posible por organizar y arreglar los detalles de mi club.

—Avery ¡Apaga la luz! —gritó Said enojado desde su habitación que quedaba justo a lado de la mía, era como la millonésima vez que me pedía que apague la luz, ese es uno de los problemas de vivir en una casa pequeña, la luz se filtra por todos lados—. Mañana tenemos clases, ¿No deberías de estar durmiendo ya?

—Ya casi, y deja de darme ordenes... Yo llegué primero al mundo, eso debe de darme algo de ventaja.

—No seas ridícula Avery —dijo para luego bostezar—. ¡Apágala!

Ignoré sus palabras y continué haciendo lo que había estado haciendo desde hace horas. Ya tenía la mayor parte de mis cosas arregladas. Había comenzado a escribir en mis libretas las reglas del grupo, una hoja para los nombres de los miembros, y los detalles de cada uno.

Busqué entre mis más remotos recuerdos hasta encontrar a mi víctima número uno... Sí, el primer novio que tuve, teníamos unos tres o cuatros años, ni siquiera sabíamos hablar bien, Demian y yo estábamos en el jardín de la escuela comiendo nuestro pastel de manzana preparado por la madre de Demian y el pequeño niño de piel morena y cabello oscuro se nos acercó, no recuerdo bien su nombre ahora pero creo que era, Uranio, Ursulo... Ah, sí, ¡Uriel! Sí, así se llamó mi primer amor... El niño se acercó a nosotros y me dio un poco del sándwich que le había hecho su madre, me dijo que era linda y que mi cabello era tan amarillo como el pelaje de su gato, (Es uno de los más lindos cumplidos que me han hecho) Ese día nos hicimos novios, me besó en la mejilla y fuimos novios durante todo un día, hasta que su madre llegó por él en la tarde y jamás volvimos a hablar.

Tomé mi lapicero azul cielo y escribí su nombre en mi carpeta:

NOVIO 1:
-URIEL

Dejé toda una hoja en blanco para anotar sus detalles después, creo que él está actualmente en el club de matemáticas de la escuela, lo que me hace pensar que es todo un cerebrito.

Continué colocando nombres, números y detalles en mi libreta, básicamente colocando toda mi memoria encima de un lindo papel con florecitas amarillas.

***
El lado derecho de mi cara dolía... Abrí los ojos lentamente sintiendo como me dolía hasta el más pequeño hueso de mi espina dorsal, la alarma de mi celular sonaba una y otra vez avisándome que ya había amanecido... Aunque yo no recordaba si quiera cuando me había quedado dormida. Al parecer me había dormido encima de mis libretas y lápices dejando todo un desastre encima de mi escritorio.

—¡Avery! ¡El baño ya está libre! —La voz de mi madre rechinó en mis oídos martillando en mi cabeza.

Me puse de pie y metí todas mis cosas en mi mochila para luego caminar como Zombie hasta el baño. Terminé con mi rutina mañanera luchando con mis horribles ojeras para disimularlas al menos un poco con mucho, mucho maquillaje, recogí mi cabello en una coleta sobre mi cabeza y puse mucho rímel y sombre en mis ojos. Me miré al espejo feliz con los resultados y odiando una vez más el horrible uniforme.

—Avery, anoche no apagaste la luz de tu cuarto... —Me recriminó mi padre mientras leía el periódico.

—Es que me quedé dormida sin darme cuenta —Me excusé y comí un poco de mi pan tostado con mantequilla, bueno para el paladar, malo para el cutis.