Prólogo

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Sais, Egipto. 12 de Julio del 49 a. C.

Querido diario,

Mi romance con Julio César ha sido un fracaso. ¡Quién me hubiera dicho que nuestro hijo saliera bastardo! Desde mi trono Egipto se ha nublado... ¡Necesito encontrar un nuevo amado, a Julio César me han matado!

Si tan bien de un Marco Antonio me han hablado, ¡Interrumpiré yo misma el triunviratum! Egipto necesita algo nuevo en su reinado...

Hoy y en nombre de la Diosa Hathor, a Roma me voy en un barco. ¡Qué ansias de cruzar el Mediterráneo, ya me lo perdonarás Augusto Octavio! Pero no me frenará ni un naufragio. ¡Hasta remos de plata he comprado!

Pues en tu imperio hemos quedado, y ya nos veremos...

¡Mi amado!

𝑴𝒂𝒓𝒄𝒐𝒑𝒂𝒕𝒓𝒂; 𝒆𝒍 𝒇𝒖𝒍𝒈𝒐𝒓 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒅𝒆𝒄𝒂𝒅𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂Where stories live. Discover now