~¿The End?~

513 93 27
                                    

El café en las manos de Alex está caliente, es fuerte y con un toque a chocolate, su favorito

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


El café en las manos de Alex está caliente, es fuerte y con un toque a chocolate, su favorito.

A Fargan nunca le gustó

Solía decirle cómo alteraba su comportamiento, su horario, como nunca podía dormir a la hora que quería gracias a este, y aún así nunca hizo nada para deternerlo.

Ni siquiera ahora.

“¿Hace cuanto?” pregunta, su voz sigue siendo débil, sutil

“Después de morir Frank” le responden, la voz de Luzu es cautelosa, con miedo a decir algo mal

“¿Por qué nadie me lo dijo?” reclama, sus palmas queman al rededor del vaso pero ni siquiera lo siente

“Creíamos que él te lo había dicho” dice en defensa su amigo, pero en realidad no era así ¿verdad? David nunca se lo dijo y sus amigos tampoco

“Solíamos acompañarlo cada vez que sufría un ataque” dice Raúl volviendolo a ver “Desde que llegaste, bueno, no diría que pararan pero definitivamente se reducieron” dice al fin dándole un momento para que lo pensara

Es un poco lógico ahora en esta posición, ahora entiende en parte su comportamiento retraído, el porqué de que la primera vez que lo vio fuera en esta misma cafetería solo a las 3 de la mañana; porque prefería su compañía a los demás y la razón de las terapias.

“¿Cada cuanto sufría de uno?” pregunta y ve a los chicos frente a él suspirar

“Cinco o cuatro por mes, desde que llegaste tú” levanta los hombros “dos tal vez uno” asiente en comprensión y se lleva la taza a los labios; el café ya no quema

“¿El te contó la verdad de lo que pasó con Frank?” pregunta luzu mirándole

“En las dos semanas antes de irme sí” responde y lo ve suspirar “Supongo que quería que todo estuviera limpio entre los dos” murmura y el sentimiento de culpa que lo ha estado corcomiendo desde la última semana vuelve.

Raúl lo nota, claro que lo nota

“Alex” le llama tomándole de la mano “Entiende que tú no tienes la culpa” le dice fuerte y el agarre se preciona

“¿Cómo no voy a tener la culpa?” su voz nuevamente está quebrada, tal vez esté llorando pero para este punto no le importa “Si le hubiera dicho la verdad no estaría como está” se defiende y ahora luzu le toma la otra mano

“Debes entender Alejandro que cuando un ataque pasa él no tiene el control” le explica su amigo “Samuel se lo dijo de manera muy mal y él simplemente perdió el control”

“Fargan sufre de Depresión, ansiedad y ataques de pánico, no había vuelto a tener uno tan fuerte desde que Frank murió y nos confiamos” explica suavemente “Cuando Willy llegó donde estábamos y nos dijo lo que Samuel había hecho supe que le había pasado”

“¿Por qué nunca tuvo un ataque frente a mí?” pregunta suave

“Llamaba a Raúl para que lo cuidara” responde el mayor sonriendo

“No quería que lo vieras en ese estado y como yo era con quien más confianza tenía pues” levanta los hombros y sonriendo le devuelve la mirada “Además, no es como si estuviera muerto” dice con un deje de diversión y resoplando el menor se permite sonreír

“Casi lo pierdo” murmura y los chicos frente a él sonríen

“No lo hiciste” explica Raúl “Aún así esperare tus más grandes elogios por salvarle la vida, prácticamente soy tu héroe” se burla y Alex suavemente le pega

“Ya déjalo” le regaña Luzu levantándose “Iremos a visitarlo después de esto ¿quieres ir?” le pregunta y niega

“Iré mañana” es lo único que dice, sus amigos tomándolo como única respuesta le sonríen y levantándonse salen del establecimiento

El café está frío en las manos de Alex, ha pasado un tiempo aquí, el sabor de chocolate se hace más pronunciado.

“Disculpa” le llaman y levanta la vista “¿Por casualidad conoces a David Romero?” es una camarera del lugar, se ve tímida, con miedo de preguntar

“Si” responde “Es un amigo” dice suave y la ve relajarse

“Que bien” sonríe “Hace unas semanas vino aquí y dejó esto” dice tendiendole un cuaderno “siempre viene con él y se siente en esa mesa de la esquina a escribir” señalando explica “se ve que es importante, por eso se me hizo raro que no volviera por ella” sonríe

“Sí” responde en un murmullo “Tuvo un accidente hace unos días, ha estado hospitalizado” le explica y la ve preocuparse “Todo está bien sin embargo” le dice para reconfortarle y parece funcionar

“Oh que bien” dice suspirando “Me alegra, espero que se mejore” le dice y Alex sonríe

“Gracias por el libro” le dice y la ve asentir para después dar la vuelta

El libro es negro, no tiene adornos y no es tan grande; no recuerda haberlo visto antes y aún así la chica dijo que era importante para Fargan.

Abre la portada y ve su firma ahí.

Diario de terapia de David Romero”
Tel: 8756889700
Correo:DRomero@ab11.gmail

Sonríe y pasa la primera página.

Su mano se detiene y después de un momento comienza a temblar.

Alejandro nunca ha tenido la necesidad de llorar en su vida, siempre ha sabido controlar sus emociones, recuerda que la primera vez que el doctor le dijo de su enfermedad su madre lloró, él no.

Pero ahora, Alex no siente remordimiento por la lagrima que moja el papel.

La primera vez que te vi fue en ese bar a las tres de la mañana.”







Solo queda el epílogo y es todo 💚

LimerenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora