~©~

667 108 6
                                    

Nunca me había considerado una persona cobarde

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Nunca me había considerado una persona cobarde.

Recuerdo una vez en la que Willy y yo nos metimos en problemas en la secundaria, mientras él había salido ileso a base de mentiras bien adornadas, yo había dado la cara con gran valentía. Si, me había llevado un gran castigo pero aún así no había sido un cobarde que se escondía tras palabras de gran alarde.

Y después estaba la vez en que le pedí salir a Frank, recuerdo su mirada confusa por el humo del cigarro mirarme como si de un bicho se tratara, aún así nunca me inmute, sabía que era una vasta oportunidad pero debía arriesgarme y salió bien, por un tiempo.

Pero ahora estábamos en el presente, me habías pedido ayuda con una tarea de literatura, estas concentrado en esa frase que no lograbas entender mientras yo temblaba por la idea que te iba a plantear.

Lo había pensado mucho, pasé semanas dándole vueltas a la idea y aunque en un pasado no había dudado pedirle una cita a alguien contigo era totalmente distinto.

Eres alguien inalcanzable a mis ojos, una perla sin dañar que únicamente había nacido para que la admiraran.

El temblor se intensificó cuando imaginé que pasaría si decidias declinar, si ese brillo en tus ojos se apagaban ante mí insinuación o si la mirada de felicidad que solías darme se convertía en lástima.

Tantos futuros, tantas cosas que podían pasar sólo provocaban en este cuerpo mayor un sentimiento de rechazo ante lo que no se había dado.

“Deberíamos salir” dices botando el lápiz que tienes en la mano y colocando tu mano en tu barbilla

Hago un sonido de duda mientras dejo el borrador con el que estaba jugando junto al lápiz “No creo que sea buena idea, aún no terminas la tarea” digo suave

Una sonrisa suave corre por tu cara mientras una risa rebelde escapa de esta “No lo decía de esa forma” respondes y el brillo en tus ojos me dejan paralizado

Quería comprender que las ideas que venían a mi mente no eran las que tú habías dicho, convencerme que el que había dado el primer paso había sido yo y no tú quien merecía todo en el mundo; quería decirte que era yo quien debía preguntarte, servirme ante ti mientras ese delicioso rubor crecía en tus mejillas; pero este idiota solo atinó a decir que si de manera nerviosa y tartamuda.

Si después de esto me besaste tu a mi o yo a ti, nadie lo sabría decir.

LimerenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora