CAP 5: un crudo encuentro y un pequeño secreto

964 55 5
                                    

Nos encontramos en la mansión, en el cuarto de cierto peli verde, el chico estaba descansando de todo lo que hizo en la U.A y de gastar su tiempo en darle un entendimiento a Uraraka.
El chico estaba acostada en su cama, pensando en la vida y el como podría mejorar más su poder. En eso llegó Albert, quién fue a buscar al peli verde y al encontrarlo simplemente lo vió.

Albert: chico, será mejor que hagas algo productivo... Aparte, de que ya sé lo que pasó, no puedes engañarme -dice mientras que mostró una sonrisa- al parecer humillaste a toda tu clase y le hiciste entender a una "compañera" que tú antiguo ser ya murió.

Izuku: ya te he dicho que dejes de leer mi mente... -algo enojado con el rubio y después de levantó para ponerse una camisa negra y una sudadera- iré a dar un paseo...

Albert: bien... Y no mates a nadie -viendolo irse-

Izuku: trataré de no hacerlo.

Dijo aquel peli verde, ya saliendo de la mansión y empezando a caminar hacia la ciudad.

En otra parte...

Se encontraba una mujer regordeta, cabello negro y un vestido rosa al igual que una falda azul. Esta mujer era Inko Midoriya, la madre de Izuku, ella estaba llendo a comprar algunos comestibles mientras que aún tenía en sus pensamientos al quien una vez fue su hijo, ella se arrepentía de haber abandonado y firmado legalmente que no seguiría siendo la madre de ese "traidor". Pero no sé esperaría algo minutos después...

Izuku se encontraba cerca de donde estaba Inko, él estaba viendo la ciudad con una mirada inexpresiva mientras que seguía en sus pensamientos, llegando a pensar en Momo.

Izuku: ("mmm... Porque ella es la única que si me apoyó y no me dejó de lado? Será por otra cosa? Será porque ella no es de mente tan débil?... Nunca lo sabré") -se quedó pensando en esas cosas hasta que chocó con una señora, la cual calló de trasero pero el peli verde simplemente se disculparía vacíamente- lo siento...

Inko: n-no hay problema, no me fijé por dónde iba... -dijo la señora para levantarse y ver qué con quién había chocado era nada más ni nada menos que Izuku- H-hijo...

Izuku: eh? Oh, ya veo quien eres... -dijo ya desinteresado y frío al ver con quién chocó-

Inko: hijo! -a punto de abrazarlo ya a punto de llorar-

Izuku: ¡No te me acerques! -dijo haciendo que la mayor se detuviera- yo ya dejé de ser tu hijo desde que me abandonaste, ¿Crees que no me enteré? Desde que supiste que "traicioné" a la U.A dejé de ser tu hijo, sé que firmaste para que dejara de ser tu hijo, yo ya no soy Izuku Midoriya. No sabes cuánto sufrí por culpa de los que creí que serían mis amigos, no sabes cuántas noches heladas y a casi morir sufrí...

Inko: -empezó a derramar lágrimas al oír todas esas palabras tan crudas del quien fue su hijo- I-Izuku... Perdóname...

Izuku: no perdonaré a la mujer que una vez fue mi madre, que me abandonó y firmó para que dejara de ser tu hijo... Hasta nunca... -dijo y siguió su camino, dejando a la pobre mujer arrodillada y llorando después de todo lo que le dijo.

En el parque.

Izuku llegaría al parque, sin remordimientos de haberle dicho todo eso a la que había sido su madre. En cuanto llegó al parque empezó a entrenar en unos aparatos de entrenamiento, siendo observado por Momo, quién pasaba ahí para pasar el tiempo. Momo se le quedó viendo por atrás de un árbol hasta que Izuku se dió cuenta de su presencia y dejó de hacer lo suyo para voltear a verla.

Izuku: que quieres...? -dijo viéndola salir del árbol-

Momo: oh, s-solo vine a pasear por aquí y bueno... Te vi entrenando y me dió cierto interés el verte...

La traición de MidoriyaWhere stories live. Discover now