13. Mas viejos, mas idiotas.

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— ¿Quienes eran los chicos del otro día? —pregunto Dave mientras caminaba junto a mi por el pasillo.

 — ¿Que chicos? —pregunte, haciéndome la desentendida.

 —Esos del sábado, los que llegaron a tu casa. El con pinta de "Soy un chico rudo no me hables o te mato" y el "soy un gilipollas y follo chicas" —dijo mientras hacia cara y voces raras.

 — Ah,si. Ellos.

 — Si, ellos. ¿Que pasa Skyler? Dime quienes son —me aleto mientras me daba un codazo.

 — Mis hermanastros ¡Tara! ¡Sorpresa! —le respondí con una fingida emoción.

 — ¿Hermanastros? ¿Desde cuando tienes hermanastros?

— Desde que a mi papa le pareció una buena idea tener novia

— Whou, te lo tenias bien guardadito, eh —me fulmino con la mirada.

— ¡No me culpes! No fui la única que te lo oculto, Will también sabia, sin embargo, tampoco te lo dijo —me encogí de hombros

— Como digas -dijo mientras se acomodaba la mochila y aceleraba el paso.

— ¡Dave! ¿En serio te vas a enojar? —le pregunte mientas corría tras el.

Este me ignoro por completo y camino aun mas rápido que antes.

Maldito crió que me gasto como amigo.

— ¡Dave! —le grite mientras saltaba sobre su espalda haciéndolo caer de bruces al suelo.

— ¿Que mierda? —pregunto mientras quitaba los mechones rebeldes que caían por su rostro.

— Lo siento ¿okey? Solo no le di importancia, por eso no te conté —le dije mientras hacia un puchero.

— ¿Dani sabia? —se basto a decir.

Me rasque la nuca debatiéndome en si mentir o no.

— Lo sabia, creía que era tu mejor amigo —dijo mientras se levantaba y comenzaba a alejarte nuevamente de mi.

— ¡Y lo eres! —corrí tras el nuevamente —. Si te sirve de algo te diré que Marie tampoco lo sabia.

— Me da igual.

— ¿Por que te importa tanto? — lo ataque.

— Porque si yo hubiese estado en tu situación te lo hubiese dicho porque eres mi mejor amiga, confió en ti.

— Dave, vamos. Lo siento, no volverá a suceder —le asegure—. Lo juro.

Este se quedo entrecerrando los ojos por un par de segundo. Sin embargo, después de un tiempo su expresión se suavizo y me regalo una cálida sonrisa.

— Ese es el amigo que quiero ver ¡Dame esos 5! —le sonreí.

El timbre sonó e hizo un alboroto en los pasillos. Los chicos que se besaban dejaron de hacerlo, los que conversaban tranquilamente callaron, los que navegaban en Internet guardaron sus celulares, los que buscaban cosas en sus casilleros los cerraron. ¡Así es señores! Les presento el poder del timbre de inicio de clases.

— ¿Literatura?

— Literatura.

Entramos a la clase de literatura, encontrándonos con la malhumorada profesora en la puerta del salón esperando a que todos entraran a su clase.

— ¡Hey, Will! —grito Dave apenas vio a mi hermano sentado en su pupitre.

— ¡Hermano!

Yo negué con la cabeza mientras me sentaba en mi puesto.

RechazadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora