10. La acogedora sala de castigo.

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Atrasada. Eso era lo único que sonaba en mi cabeza. Iba 10 minutos atrasada al colegio, me quede dormida y ahora parecía maquina corriendo de aquí para allá tratando de ganar tiempo.

Me despoje rápidamente de mi ropa para luego entrar con la misma rapidez a la ducha y abrir el grifo. Deposite el liquido viscoso en mi mano sin siquiera abrir los ojos y me lo vertí en la cabeza, comencé a esparcirlo tratando de hacer la espuma. Sin embargo, no producía espuma, al contrario, mi pelo comenzó a ponerse extremadamente lacio y resbaloso.

En mi mente resonó la alarma que me había equivocado y había vertido el acondicionador en lugar del shampoo. ¡No puede ser! trate de sacarme le contenido lo mas rápido posible, pero no fusionaba, seguí igual que hace un rato.

Tome el envase de shampoo y me lo esparcí por la cabeza y una vez no quedaba espuma salí de la ducha. Me mire el pelo y parecía como si no me lo hubiese lavado hace meses, estaba dividido en secciones. Un total desastre.

Encendí el secador para el cabello y lo comencé a secar. No notaba un gran cambio, seguía igual de aceitoso e igual de desastroso. Termine de secarme las puntas y lo que mas pude en la parte superior.

Me vestí con la primera decente que encontré y me puse un gorro, si bien lo de llevar gorro no es lo mio mi pelo era una vergüenza así que prefería eso a que parecer una mendiga que no se baña. Me lave los dientes los mas rápido que pude y ya estaba lista, antes de entrar a la ducha había tomado desayuno y no tendría que esperar a Will ya que ayer había cogido una gripe terrible luego del entrenamiento así que no iría al colegio hoy.

Entre a su cuarto y me encontré a un Will totalmente débil, tenia el cabello mojado por el sudor y estaba destapado. Soltaba uno que otro balbuceo mientras dormía. Lo tape y le puse una mano en la frente, estaba que ardía.

Salí de su cuarto y baje corriendo las escaleras. Quedaban 8 minutos y yo aun ni siquiera tomaba el transporte publico. Estoy frita.

Marque el numero de Rosita para preguntarle cuanto le faltaba para llegar a casa, esta respondió con un: voy llegando, no se preocupe.

Comencé a caminar nerviosa de un lado al otro esperando que el maldito transporte publico se dignara a pasar pero con la buena suerte que tenia hoy era obvio que esta no pasaría en una centésima de segundo. Se demoro 5 minutos en llegar. Revise el pequeño horario de clases que tenia escrito en mi libreta de comunicaciones y vi que mi primera clase era: Lenguaje.

Espero que mis amigos sean considerados y me hagan un funeral como dios manda.

Baje corriendo y apresurada entre al instituto. Estaban todos los pasillos completamente solitarios así que revise la hora en mi celular. ¡Genial! 8:20.

A paso lento me dirigí a la secretaria en busca del pase de ingreso al clase, pero con lo único que salí fue con un pase para la sala de castigo. Una vez a la semana se abre la sala de castigo para la gente que llega atrasado a clases o es sacado de clases por algún motivo y se le encuentra vagando por los pasillos.

A paso aun mas lento me dirigí hacia la sala de castigo. Cuando llegue tire el plomo de la puerta y esta sonó con un sonido muy poco disimulado, haciendo que todos (a excepciona de los que dormían) se girasen a mirarme.

Le tendí el papel al profesor Ivanović me extendió la mano mientras negaba con la cabeza. Yo solo atine a encogerme de hombros.

Me gire en busca de un puesto vació ya que la sala estaba sorprendentemente llena. Mis ojos vagaban de aquí para allá buscando un lugar y cada vez me desesperaba mas porque no había ninguno. Mis ojos llegaron a el ultimo puesto de la ultima fila. Era el único puesto es que estaba vació, solo ese.

RechazadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora