Capítulo 9

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—Ese es el vestido que quiero —le digo a Bruno, un mes después de nuestra reconciliación. Le señalo a través de la vidriera, el vestido color salmón que vi el primer día. Él me toma la mano y me conduce hacia adentro del negocio.

No es mi novio, pero parecemos eso. Él se la pasa haciéndome reír, me da besos en la mejilla, me abraza y, como ahora, me toma la mano cuando caminamos. Puedo conformarme sólo con eso, pero necesito probar sus labios aunque sea solo una vez.

—Hola. —Saluda a la vendedora con una sonrisa—. ¿Podría ver el vestido que está en la vidriera? Es para ella. —Me señala.

La mujer mira de arriba abajo a Bruno y le sonríe. Luego me da el vestido con mala cara.

—Los probadores están al fondo —comunica.

Los dos vamos hasta donde nos indicó y entro a uno de los probadores. Al fin mi sueño de ponerme este vestido se hará realidad, además en la fiesta de graduación, donde voy a ir con Bruno. Bailo dentro del lugar mientras me pongo el vestido.

Me queda perfecto. Como tengo piernas largas, me llega hasta unos centímetros más arriba de las rodillas. Se me pega a mi cuerpo, ideal para mis curvas, y el color me sienta perfecto en contraste con mi piel.

—¡Ya está! —aviso. Bruno entra al instante y me observa.

—¡Te queda de diez! Está hecho para vos, te queda pintado. —Esboza una pequeña sonrisa—. Lo que sí es que es bastante corto. Mmm... —Toma la punta del vestido y lo tira hacia abajo, cosa que me hace más escote y menos piernas. Hace una mueca y se sonroja.

—Dejalo, se usa corto —digo riéndome y acomodándome la prenda nuevamente. Doy un giro de ciento ochenta grados para que me mire—. ¿Qué tal?

—Estás hermosa. Pero es que te mirarán mucho con eso... es muy corto.

—¿Y qué tiene que me miren? ¿Estás celoso? —Me mira a los ojos y se encoge de hombros.

—Sos mi mejor amiga, tengo que cuidarte. Y sólo mía, no de Joaquín.

¿Saben por qué está celoso del rubio? Porque ahora somos amigos, nos dimos cuenta de nuestros errores y, de repente, nos llevamos bien. Y además me tira onda.

Me toma de la cintura y me atrae hacia él. Siento su aliento en mi rostro, pero no me molesta. Pone un mechón rebelde que me tapa el ojo detrás de mi oreja.

—Te quiero —susurra.

Sin dejarme responder, me atrae hacia él y me besa. Cierro mis ojos, saboreo su boca. Sus labios, su lengua de terciopelo se entrelaza con la mía. Se me escapa un suspiro.

—Y yo te quiero a vos —respondo finalmente. Sonríe y nos volvemos a besar.

Es el día de la entrega de diplomas. Como tenemos que ir bien vestidos, decido ponerme el vestido con el que di mi primer beso con Bruno. Me trae tan lindos recuerdos...

Mi madre se arregla rápidamente y mi padre ya tenía el traje puesto. Subimos al auto cinco minutos después. Estoy nerviosa. Me voy a encontrar con mis compañeros, en mi último día. Me doy cuenta de lo mucho que los voy a extrañar.

Llegamos a la escuela y, luego de ubicar a mis padres, me dirijo a mi asiento. Saludo a Bruno con un pequeño beso en los labios y a mis amigos les doy un súper abrazo. Luciano sale del baño unos minutos después y se sienta a mi lado.

El director sube al escenario y todo el mundo se queda en silencio. Da un discurso, que no escucho porque estoy demasiado nerviosa y me siento en el aire. La mano de mi novio está sobre la mía. Me conecto a la tierra cuando empiezan a llamar a los alumnos. Hay una canción lenta de fondo y están todos los familiares emocionados. En cambio, nosotros, estamos más que felices.

—Felipe Herrera y Joaquín Ibáñez —ellos suben al escenario y le entregan los diplomas. Gritamos eufóricos.

Llaman a Kevin y a un tal Javier, a algunos más y llega hasta mis amigos. Yo tengo que subir con mi primo, ya que tengo el mismo apellido.

—Oscar Nuñez y Bruno Martínez.

Luciano y yo gritamos y aplaudimos demasiado fuerte y hacemos que los chicos se rían.

—Por último... —dice el director después de haber subido tres parejas de chicos más—. Luciano y Milagros Zalceria. También debo decir que gracias a esta chica, tomamos la decisión de tomar alumnas mujeres.

Se escucha una ovación por parte de los alumnos. Subo al escenario tomada del brazo de mi primo y nos dan los diplomas. Saludamos al director y a los profesores.

Luego, suben todos los alumnos junto a nosotros y empezamos a saltar. Nos reúnen a todos y nos sacan una foto, en la que salgo besando a Bruno. Más feliz no puedo ser...

La verdad, esta llegada como chica nueva me ayudó a auto-descubrirme nuevamente, necesitaba una nueva aventura y, junto a mi primo, mi novio y mis mejores amigos, logré hacerla...

La amistad y el amor es lo mejor que le puede pasar a una persona, estoy segura de ello. Solo espero que esto dure para siempre.

Fin. 

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Ya sé que esta es una historia muy cortita, no tiene tanta trama y es de lo peor que escribí jajaja

La hice cuando tenía 15 años y está editada, así que imaginensé lo que era xD Aún así, muchas gracias por leerla y seguirme en cada historia que hago, 

Las adoro mucho <3

Una intrusa en el institutoWhere stories live. Discover now