Capítulo 18: Mi trabajo

30.9K 1.8K 60
                                    

—¿Todavía no terminas?

Suspire y vi la pila de papeles que aún me queda por hacer, había tenido que hacerle varias cosas a Nick de ir a venir a varias partes del edificio provocando que el trabajo que tenía todos los días se me juntará.

—Aún no.— le contesté a Gabriel.

—Entonces me quedo aquí a esperarte.

Abrí los ojos sorprendida, se me hacia un gesto muy lindo de su parte pero también aceptar se me hacia algo cargado de mi parte —No es necesario.

No era necesario, el tenía derecho de irse y debería de hacerlo, ya la mayoría de los empleados se había ido porque ya habían terminado los turnos de todos, así que el edificio ya se encontraba algo solo.

—Lo haré.

—Hablo enserio Gabriel, yo me puedo quedar sola, tu ve y disfruta de tu noche.

Él si tenía una noche que disfrutar y alguien lo estaba esperando, él si desperdiciaría su tiempo quedándose aquí, mientras que yo no lo haría, de hecho me daba igual, yo no tenía nada importante que hacer llegando a mi departamento y mucho menos tenía a alguien que me esperará, ni siquiera una mascota, así que no importaba.

Frunció el ceño —¿Estás segura?

—Si.

—¿Segurísima?— insistió.

Sonreí —Segurísima.

—Si insistes.— se acerco a mi y me dio un beso en la mejilla —Nos vemos mañana, espero que termines esto rápido, me avisas cuando estés en tu departamento.

—De acuerdo, hasta mañana.

Cuando se fue comencé con mi tarea de terminar con todo mi trabajo, sabía que solo era cuestión de actitud positiva para terminar.

Cinco, diez, veinte, cuarenta, ochenta minutos después estaba terminando con los papeles, aún me quedaban 2 carpetas por revisar pero me tomé un ligero descanso, estar tan centrada en los papeles había hecho que se me cansara la vista y me diera sueño.

Me relaje en la silla y cerré los ojos por un momento, me tensé cuando comencé a escuchar pequeños ruidos que cada vez sonaban más fuertes, cerré los puños en el asiento y comencé a respirar rápido.

¿Qué estaba pasando? ¿Y porqué me sentía en una película de terror?

Me rehusaba a abrir los ojos, no sabía de dónde provenía los ruidos que se escuchaban pero obviamente no tenía la intención de averiguar de dónde provenían.

¿Qué debía de hacer? En todas las películas se escondiera o no la víctima terminaba muerta, descuartizada y su cuerpo era tirado en un río.

«¡Auxilio!»

Maldita fuera mi suerte.

Cuando comencé a escuchar pasos acercarse a mi, cerré con más fuerza los ojos y me asusté, no me quedaba escapatoria, lo mejor sería quedarme donde estaba y esperar que mi muerte fuera lenta y nada dolorosa. Tenia fe en que alguien se preocupará por mi e investigarán mi caso, y al final descubrieran quién fue mi asesino.

Cuando escuché que el asesino se paraba detrás de mi, me despedí de la vida, y de todas las personas a las que quería mentalmente. Para cuando apoyo sus manos en mis hombre dejé escapar un suspiro de derrota, y me preparé para abrir los ojos y ver a mi asesino, no ganaría nada pero tan siquiera conocería la cara de la persona que me había asesinado.

«Adiós mundo cruel»

Abrí los ojos y grité con todas mi fuerzas, cuando la luz me dejó de encandilar por fin pudé reconocer a la persona que estaba enfrente de mi.

Un flechazo por mi Jefe | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora