Un flechazo por mi Jefe | ✓

Capítulo 09: Lo lamento

¿Qué era todo esto?

—¿Qué... que...?— era incapaz de formular una oración coherente, me encontraba en shock.

Nick se veía tan tierno entre todas las flores que adornaban la oficina, había de todos colores y fragancias. Había flores por todas partes, en el escritorio, en la silla, en el piso, en los sillones, en literalmente todo.

Esto era simplemente hermoso.

Me daban ganas de llorar a todo pulmón y abrazar a Nick con todas mis fuerzas, esto era lo más hermoso que habían hecho por mí en toda mi vida.

Por cosas como estas era que mi corazón solo tenía ojos para Nick.

—¿Te gusta?— me pregunto nervioso mientras despeinaba su cabello —Después de que rechazaste mis disculpas la vez pasada se me ocurrió pedirte disculpas con un ramo de rosas, pero me di cuenta de que eso no era suficiente así que decidí llenar toda la oficina de rosas.

«¿Por qué haces esto, Nick? Se supone que yo te voy a conquistar no tú a mi»

—No era necesario.— dije asombrada ante tal revelación. Estaba segura que tenía una sonrisa de tonta enamorada en el rostro, pero también estaba segura de que no había nada que me la pudiera quitar.

—Claro que si... ¿Entonces qué dices?— lo mire confundida y él se rio, se acercó a mí y me tomo de la mano tiernamente, mi corazón se aceleró instintivamente —¿Me perdonas?

«¡Claro que sí! Ay Nick, te perdone incluso desde antes de que me lo pidieras» Mire nuestras manos unidas por unos segundos y luego levante la vista a él.

Estaba tan atractivo y perfecto como siempre.

—Sí, ¿Cómo podría enojarme contigo?— le dije tiernamente, recién salieron las palabras de mi boca cuando me di cuenta de lo que había dicho, sacudí la cabeza y me separe de él —Fuiste mi mejor amigo.

Cruce los dedos por detrás de mi espalda, rezaba en mis adentros para que Nick no le hubiera dado importancia a mi comentario o se hubiera dado cuenta del verdadero significado de mis palabras.

—Cierto.— frunció el ceño —¿Fuiste? ¿Qué significa eso, Gabrielles? ¿Me estás diciendo que ya le diste a otro mi lugar?.— me pregunto acusatoriamente.

Por alguna extraña razón las palabras de Gabriel aquel día que me tomo de la mano en calle volvieron a mi cabeza, sacudí la cabeza para quitar el rumbo que estaba siguiendo mis pensamientos.

—Tal vez.— me encogí de hombros.

«La realidad es que nunca fuiste mi mejor amigo Nick, siempre has sido mi amor platico»

Se llevó una mano al pecho fingiendo dramatismo —¿Tal vez? Me rompes el corazón, Gabrielle.

«En verdad me encantaría tener ese poder, eso querría decir que me quieres»

Sonreí dejando de lado mis pensamientos amorosos y concentrando en Nick, había olvidado lo divertido que era pasar tiempo con él, por cosas como estas era que me había enamorado perdidamente de él.

Le seguí el juego divertida —Pero... tal vez puedas recuperar tu puesto si me compraste mi helado favorito.

«¿A esto le llamas coquetear, Gabrielle?» Me reproche a mí misma.

—¿Me estas chantajeando? ¿A mí? Tu jefe.

—Noo.— negué con la cabeza pero no pude evitar reírme —Bueno, puede que si.— mordí mi labio inferior inocentemente —Trato de convencer a Nick ni al señor Morrison.