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Akira estaba nervioso, aunque como siempre, no lo mostraba. Había escogido un short de color azul marino y una playera sin mangas negra, ninguna playa ni clima cálido evitaría que su atuendo fuera de colores oscuros sin embargo era inevitable el no pensar en que, quizá en cuestión de un par de horas, estaría el Sol brillando en lo alto, por su altura con respecto al mar supo de inmediato que habría una ola de calor. En cuanto recibiera sus tareas volvería a su habitación para distraerse, sus amigos le habían invitado a una fiesta pero esas cosas simplemente no eran lo suyo. Sin querer llegó a los arcos un poco tarde, una costumbre poco recurrente en él.

Suspiró. Odiaba llegar tarde. Al poco tiempo sin darse cuenta buscaba entre las finas arenas blancas a Elayne, ¿Cómo le habría hecho para infiltrarse? En el caso de que hubiese venido claro. ¿Habría usado la poderosa magia de los Terianos para cambiar de forma? Sentía algo de curiosidad pero al buscarla, recorriendo todo el lugar dos veces, no la encontró. Se sentía algo decepcionado. Creía que tendría más coraje y valor para asistir, después de todo había hecho mucho ya cambiando lugar con algún otro Luterio. Era mucho trabajo para no estar ahí. Vio al Mayor de los Venuarios, a su lado caminaba uno de sus amigos más cercanos y más importantes: el Mayor de los Luterios. La cabellera de fuego del habitante de Venus casi tapaba la cara de su amigo aquellas llamas abrasadoras en su cabeza parecían danzar furiosas, intentó ver a su amigo, había visto ese rostro en batalla antes, así que conocía no sólo su cara, sino su cuerpo. Un amigo con el cual no hablaba seguido, pero sabía que estaba ahí y que lo podría encontrar siempre.

Todos guardaron silencio. Akira caminó hacia el arco más  cercano y se protegió el rostro del Sol, le sorprendía lo bien que se habían vestido todos como buenos habitantes de Terra habían toda clase de "turistas" ahí: chicas son sombreros enormes, algunos en traje de baño, gafas oscuras, bronceador y pelota de playa en mano, shorts de colores neón y toda clase de ropa de playa. Sonrió, al final del día, todos eran una máscara dentro o fuera de su planeta. Alzó la vista y vio cómo una hoja se movió, luego otra y luego otra... Elayne. Estaba seguro de que era ella, el movimiento no lo había notado nadie excepto él, pero sabía por las dimensiones del movimiento que había sido ella. Sonrió. Sabía que estaría ahí. Y tenía que admitirlo había sido muy ingeniosa para ocultarse ahí podría escuchar bien y estar cerca por si sucedía algo había sido muy inteligente.

-Silencio, con ustedes sus majestades: El Mayor Vike de Venus y el Mayor Luo, del planeta Plutón. Ambos están aquí para dar las encomiendas y tareas en esta primera etapa de Recolección.

Bajó la vista de aquellas rocas y árboles, puso atención. Aunque quería volar directamente hacia allá. Pero no lo hizo.

-Gracias. Hermanos, estamos aquí reunidos porque nuestro planeta Celeste está en un grave peligro. Los humanos han hecho avances en su tecnología con el paso del tiempo, con el paso y evolución de su especie. Si bien es cierto que no tienen idea de la existencia del Congreso, de la Unión de los Mundos ni mucho menos de otra vida en el Universo, es bien sabido por todos que han comenzado a trabajar en su tecnología y a explorar diferentes planetas con sus aparatos primitivos- Akira odiaba los discursos con un fin lucrativo o militar. La mayoría de las veces sólo era un sujeto hablando acerca de lo que debían hacer y motivos por los cuales la muerte sería gloriosa si fallecían ese día- Pero con su mismo andar han acabado ya con muchos de los recursos naturales de este mundo, el único mundo Celeste que posee este sistema solar hasta el momento, es esta misma especie de Terranos la que día a día genera miles de devastaciones a la flora y fauna de este maravilloso planeta. Nuestro sistema solar no es único aquejado o molestado con este problema, los humanos, como se han deseado llamar, han dejado de lado todo valor de justicia y equidad, todo principio moral y de lealtad, convirtiéndose en enemigos de su propia estirpe, de sus propios camaradas y sus mismos familiares. Han olvidado lo que significa existir y tener todos esos preciosos recursos, valorarlos y así mismo perseguir un bien propio y monetario. Egoístas. Todo este sector galáctico está cansado y se le solicitó a los Supremos Solarios que comience una evaluación sobre la erradicación parcial o total de esta raza Terrana, teniendo en cuenta que no podemos extinguir más que a los humanos, ya que los animales tendrán el tiempo suficiente de renovarse, de volver a sentirse seguros y habitar su tierra. Y, quien sabe, posiblemente una nueva raza de este sistema solar pueda habitar Terra y llevarla a al gloria que sólo un Celeste puede tener.

Los murmullos aumentaban y Akira se comenzó a sentir incómodo, agarró con fuerza la cuerda de su espada, la ajustó mejor a su pecho y levantó la mirada, para ver a Luo, se veía cansado y muy preocupado, el Venuario era el que hablaba, él se mantenía expectante.

-Han seleccionado esos supremos a 4 planetas, entre ellos nosotros: Venus y Plutón. Haremos evaluaciones en los sectores de economía media-baja así como de países específicos, para ello es necesario que tomen de esas mesas el papiro que flote directamente hacia sus manos, serán sus tareas y más aún su deber informar de cada una de las cosas que sucedan en este tiempo. Sé que acostumbrarse para los Luterios es difícil, pero les pido de favor cooperación, cualquier anomalía en el sistema deberá ser informado con su respectivo Mayor para ser atendido, les recordamos a todos que las armas de fuego de este planeta, así como las nucleares están totalmente prohibidas y quien las use, venga del planeta que venga, el castigo será la muerte.- Hubo un silencio sepulcral e incómodo para todos, ¿Muerte? la situación de ese planeta era demasiado crítica, tanto que habían puesto el máximo castigo para quien rompiera los acuerdos establecidos previamente y que habían firmado- Así es, no se permitirán actos traicioneros o ambiciosos de parte de nadie, quien incumpla los acuerdos será castigado con pena de muerte. Se les recuerda también que aquí, dentro de este planeta, estamos trabajando juntos, cooperando entre nosotros pero no quiere decir que si alguno de ustedes se mete con la gente de otro planeta Responderemos, perdón, responderán los planetas.

Akira rodó los ojos, los venuarios eran seres extremadamente violentos, su alma era violenta, agitada y nunca se conformaba con nada. Sus almas sólo conocían el bien común y mayor para ellos mismos, jamás para los demás. Luo señaló la mesa y comenzaron a acercarse, rápidamente en el papiro se iluminaba el sello de cada planeta y se acercaba a su nuevo dueño, Akira esperó a que pasaran todos. Después de una hora y pláticas banales, se acercó por su papiro, el último que quedaba. El Mayor Vike se había ido con toda su tropa,cantando una familiar melodía de guerra, sabía que Venus y sus habitantes eran conflictivos pero no se imaginaba que lo fueran a ese nivel, interesante. Tendría que cuidarse la espalda.

-Sigues aquí- Dijo Luo acercándose a él, Akira se encogió de hombros y vio al resto de Luterios irse- Creía que la Mayor iba a venir hoy, ya sabes con eso de que ama hacer discursos motivacionales y ama a los Solarios como Dioses, pensé que estaría aquí.

-Ojalá hubiera estado aquí, hubiera sido todo más sencillo para mí- Dijo frotándose la cara con una mano- Ayer me comentaron que no te quedaste con tu compañero de la nave, espero que todo esté bien.

Akira asintió.

-Fue un gran día, sólo que no sé qué tanto pasó. Aún sigo asimilando los detalles- Su amigo, mucho mayor que él en edad le sonrió, olvidaba que trataba con alguien que tenía mucho más tiempo de existir que él- Cosas buenas creo, pero de todos modos fue totalmente inesperado, jamás creí que esas cosas me pasaran a mí... pero me pasó. Vi la Luna, había una chica, una Teriana ahí conmigo viéndola dos desconocidos, viendo ese hermoso satélite, no me veas así, porque en cuanto me la vi me apuntó con una espada de su tamaño y una daga, no se tú, pero es raro. No sé cómo pasó todo eso.

-Oh vaya, una chica. El pequeño Akira al fin consiguió a una chica y mira nada más, una Teriana, maravilloso. Son hermosas pero ten cuidado, son delicadas y requieren de muchos cuidados. Protégete de su magia, son increíblemente poderosos.

Akira se rió fuerte, la Teriana estaba justo encima de él, acariciando pelícanos seguramente, mientras lo escuchaba hablar. No sabía por qué le había contado a Luo sin hacer una mención antes de soltar la sopa como decían los lugareños, simplemente quiso contar su historia y ver si sonaba tan raro como parecía, quizá sí lo era un poco muy raro, porque nunca antes había hecho algo así pero se sentía bien, emocionado.

-No pierdas la cabeza muchacho, escoge un compañero de búsqueda primero y deja que esa chica te cautive por favor, ya has pasado mucho tiempo vagando solo por ahí sin rumbo.

-Creí que serías mi compañero- Dijo apartando lo demás de una tajada- No pensé que necesitaría a alguien más, ahora debo comenzar a buscar, ¿No es así?

-Quieren a los Mayores y Generales en pareja, lo siento amigo, pero tendrás que hacer mella y buscar en todos lados, es mucha recolección y necesitarás de alguien. Tengo que volver, estoy instalándose en un hermoso y lujoso hotel, deberías ir cuando puedas Akira, tengo nuevos juguetes a punto de instalarse, te encantarán... Si encuentras a la chica, invítala a cenar, será maravilloso ver a una Teriana en una cena común en vez de unión de guerra.

Su amigo desapareció tras desaparecer todo rastro de haber estado ahí.... y él también, o eso pensó Elayne.

Conectando Estrellas *Notas de autora*Where stories live. Discover now