Conectando Estrellas *Notas de autora*

Desde la libertad.

Desde la libertad te escribo, Elena.

Ya es hora de cerrar el ciclo. Sé que estás asustada y que intentaste todo con tal de tener un atisbo más de aquellos ojos que alguna vez te brindaron paz, compañía y fueron tu apoyo.

¿Cuánto tiempo duró realmente? ¿Dos, tres meses? Los pocos minutos buenos, no compensarán tus lágrimas, la angustia y ansiedad que esa situación te causó.

Te escribo a ti, aquella adolescente de 17 años que creía en el amor romántico. En su palabra, que no valió para nada.

Quisiera detenerte antes de que entres de lleno en ese huracán... Quisiera que escogieras otro camino. Pero no me atrevería nunca a cambiar tus decisiones, porque hoy, desde la libertad, la alegría y paz en la que estoy, entiendo cada peldaño que subiste y porqué seguiste escalando aún cuando te sentías morir.

Te escribo esta carta porque sé que estás en una pésima racha. Sé que el cuento de hadas se transformó en una historia de terror demasiado pronto y que tu castillo cayó antes de siquiera ser terminado. Lamento mucho las noches que vienen porque serán duras y te sentirás muy sola.

Ojalá pudiera sentarme a un lado de ti, de esa versión tan pequeña, crédula, frágil y muy vulnerable para brindarte los pañuelos que necesites, cobijarte con una manta y darte un abrazo. Pero por eso estoy aquí, para escribirte y mandarla en un deseo a ese momento en el espacio-tiempo donde estás.

Sé que todo se ve oscuro. Que anhelas tenerlo entre tus brazos o que él te cobije con los suyos, me temo que no pasará. También sé que a nadie le cuentas la tristeza que parece haberse pegado a ti como una segunda piel y te conozco lo suficiente como para saber que ahora sientes que no mereces ser feliz.

Él te ha dicho que estás rota, lo estás. Eso no quiere decir que no funcionas, que no sirves así como estás... Que no vales la pena. Puede que él te diga que sin él tú no eres nadie, que es gracias a él que brillas, que has cambiado tus hábitos, que él siempre sabe que es mejor para ti y que si algún día te deja... No podrás sola.

Lo siento por el spoiler: Te dejará sola.

Aquel que juró quedarse, que tanto pregonó que su palabra era igual de valioso que el oro...

No lo es. Otro spoiler, otro consejo que me encantaría darte: No confíes en cada vez que aparezca prometiendo que todo puede volver a ser como era antes. Que de verdad te extraña y quiere recuperar algo, lo que sea.

¿Cuándo haz visto que una hoja de papel vuelva a ser lo que era una vez desdoblada? Nunca.

Me encantaría que comprendas a la primera vez, que si no te escoge cuando más dice quererte, nunca lo hará.

Me pesa saber todo el esfuerzo que vas a hacer. Todo el mal que pudieras ocasionarle a terceros. Lo poco que vas a descansar y que tus calificaciones bajarán unas décimas. Lo siento, pero en la universidad lo haremos mejor, lo prometo.

Sé que pudimos haber aprendido de otra forma, quizá de una no tan violenta pero es lo que hay. Es lo que tocó y tal vez lo necesitas para en el futuro no encontrarte con algo peor.

Desde el día en que escoja a otra persona, te hará creer que fuiste ineficiente, que tu amor no fue lo suficientemente bueno, que debiste hacerle caso cuando él quería.

Siempre es así, hacer las cosas cuando quiere.

Porque lo haz notado aunque voltees la vista para no empañar esa imagen tan bonita que mostró al inicio.

Te habla cuando está de buenas, te apoya cuando tiene tiempo, te busca cuando tiene ganas o te extraña en esos cinco minutos, te quiere marcar a la hora que él tiene libre, te ignora cuando está enojado consigo mismo, ni siquiera acompañarte al transporte puede... No me mientas a mí, porque yo también lo he visto.