La Bailarina ➳ Justin Bieber

Capítulo 44

| _______'s POV |

Mientras era arrastrada por Christina a su auto, miré hacia atrás solo para encontrarme con Justin sonriendo de oreja a oreja.

Entre cerré los ojos.

Algo se trae entre manos este idiota.

- Christina, que---

- Calla y camina, latina.

≫         ≫         ≫

Al llegar al Centro Comercial, Christina siguió arrastrándome hasta que llegamos a una peluquería, entramos tan rápido que no alcancé a ver cuál era el nombre de esta.

- Hola, señoritas.
¿En qué puedo ayudarlas? - dijo con un tono aburrido la joven que se encontraba en la recepción de la peluquería.

- Oh, quisiera comprar un poco de carne - dijo Christina con cara seria, la codeé, lo que hizo que me mirara,  aprovechando eso le di mí mejor mirada de compórtate.

- Tenemos una reservación - dijo mi amiga.

La joven miró mal a Christina y se colocó de pie para luego indicar que la siguiéramos, lo cuál hicimos, al llegar a una puerta, la joven la abrió revelando una habitación completamente blanca con algunas decoraciones doradas y otras negras, esta era la peluquería y obviamente todos los peluqueros se encontraban ahí.

Una vez entramos a la habitación, una de las peluqueras se acercó corriendo hacia nosotras.

- Hola, me llamo Portia y según dice en mi iPad; ustedes son _______, la amiga de mí cliente favorito - fruncí el ceño ante sus palabras.
Aléjate de mi chico, rubia.

- Y tú - señaló a Chris - eres amiga de ______, y tu nombre es Christina.- Chris la miró seriamente con una cara monumental de 'No me digas' pero Portia no hizo contacto visual con Christina de modo que no se dió cuenta, Portia bloqueó su iPad y caminó hacia mí.
- Yo me ocuparé de tí.

Sonrió espeluznante mente  y me acompañó hacia la silla dónde ocurriría toda la magia.

≫ ≫ ≫ ≫

Mi cabello había sido teñido, cortado, lavado, secado, y alisado.
No me sorprende sí mi cabello se cae una vez que me pegue el viento.

Solía tener el cabello un poco más abajo de la cintura y ahora está un poco más abajo de mi busto, Portia había aclarado mí cabello de manera que era básicamente rubio.
Me veía ardiente, a decir verdad.

- ¡Te ves hermosa! - exclamó Christina a mis espaldas, lo que me hizo voltear.
- Lloraría pero mi maquillaje quedó muy lindo, pero lloraré a la noche - reí.

Christina también había cambiado su look, bueno sólo un poco.
Ella solía tener una parte de su cabeza rapada, pero ahora son las dos partes y quedó solo el cabello de en medio, con este le hicieron un tipo de trenza la cuál se ve más que bien en ella.

- Te ves hermosa, rubia, ya era hora de un cambio - le dije.

- Los cambios mentales van de la mano con los cambios físicos, y antes de que preguntes; no, no saqué esa oración de ningún lado, de hecho acabo de inventarla - solté una carcajada.

Caminamos del brazo fuera de la peluquería, no sin antes despedirnos y agradecerles a todos por todo.
Al pasar por la recepción me despedí de la joven que se encontraba ahí.
Ella asintió con la cabeza.

Estábamos abriendo la puerta para salir cuando la recepcionista llama nuestra atención.

- ¿Sí? - preguntó Christina.