Capítulo 5

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| Kailin's POV |

Al despertar a la mañana siguiente de nuestra llegada al hotel lo único que podía mover sin que me doliera, eran los ojos.

Gemí al tratar de levantarme y sentir como si es que me golpearan la cabeza con un bate.

Miré a mi izquierda para encontrarme a Christina durmiendo en la cama continua a la mía.
Tomé una de mis almohadas y se la lanzé de manera que cayó en su cara, funcionando así mi plan de despertarla.

Christina inmediatamente se levantó y se dirigió a mi para ver que tenia.

- ¿Que tienes, por que me lanzas cosas, acaso hay que irnos? - preguntó confundida, hice el amago de reírme pero solo me salió una débil mueca.

- ¿Tienes jaqueca? - asentí débilmente a lo que ella prácticamente corrió hacia mi bolso para extraer mis pastillas contra la migraña y jaqueca que me dan desde que tengo memoria.

Suspire.
Si no es una cosa es otra.
Si no es una chica haciéndome añicos el tobillo, es mi cabeza matándome.

Christina depositó la pequeña cápsula verde en mi mano y una botella con agua en la otra, coloque la pastilla en mi lengua y con agua ayude a tragarme esta.

- ¿Mejor? - preguntó colocando su fría mano en mi frente, me incline ante el contacto frío de su piel.

- Si, mamá - dije para luego escuchar como mi amiga reía.

Al ser ella unos años más grande que yo, siempre me ha cuidado de cualquier situación desde que nos conocemos.
Si bien es cierto, yo soy un poco más madura que ella pero ambas tenemos complejo de madre hacia la otra.

- ¿Sabes que hor---

Leves golpes en la puerta me interrumpieron e hicieron que ambas, Christina y yo, dirigiéramos nuestra mirada hacia la puerta.

La rubia se dirigió hacia la puerta en su pijama de Bob Esponja, que casualmente combina con el mio de Patricio Estrella, y abrió la puerta.
Lo único que veía de donde me encontraba era a Christina pero basado en sus expresiones, hay alguien importante en la puerta.

- Solo venía a ver como estaba Kailin, con su tobillo y todo - dijo una voz masculina.

No, por favor, que no sea Justin.

Christina abrió la puerta y por ahí entro el único e inigualable, Justin.
No es que me importe que me vea como estoy ahora, con mi cabello en dos trenzas para que al quitármelas mi cabello se vea ondulado, en mi pijama de Patricio y con los ojos inyectados de sangre debido a mi jaqueca.

- Hola, Kels - dijo Justin sonriendo, le sonreí de vuelta.

Kels.
Eso es nuevo.

- Venia a ver como estabas y basado en tu rostro, asumo que mal, ¿que tienes, es por tu tobillo? - pregunto preocupado para luego sentarse a los pies de mi cama.

- Solo un pequeño dolor de cabeza, mi tobillo está perfecto - dije para luego sonreír, el asintió y movió tu cabello de su frente por un segundo donde pude percibir un gran chichón.

- ¿Que te pasó a ti? - señale el área afectada para luego depositar mi mano gentilmente en su frente, a lo que el solo frunció el ceño.

- Me caí de cara en las escaleras ayer - tan pronto dijo eso, no pude evitar reír un poco.

Negué con la cabeza y seguí riendo.

  - Perdón, te imaginé cayendo - dije una vez que calmé mi risa.

La Bailarina ➳ Justin BieberWhere stories live. Discover now