#29 Noches sin Domir

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#29 NOCHES SIN DOMIR

Calum

-No puedo dormir.- Calum gruñe, por tercera vez en menos de cinco minutos.

-Tus ojos ni siquiera están cerrados.-le recuerdas. Estabas exhausta y Calum estaba haciéndote imposible el poder dormir.

-Estoy tan desajustado al horario. Prácticamente dormí durante las veintidós horas del vuelo.-explica-. Ahora estoy despierto y listo para todo.

Admite con alegría dejándote con  un poco menos de entusiasmo.
Amabas a Calum, de verdad que si. Pero habías tenido un largo día luego de tener que esperar por él en el aeropuerto y ahora estabas agotada.

-Llama a Luke o algo.-sugieres, enterrando más tu cabeza en la almohada.

-¡Pero no quiero salir con Luke o cualquiera de los chicos! ¡Quiero pasar tiempo contigo! -gimotea.

-¿Puedes pasar tiempo conmigo mientras duermo? -preguntas perezosamente, sabiendo que iba a ganar de todos modos.

-¡_________, vamos! -chilla jalando tu brazo. Ruedas en la cama para verle. Sus ojos cafés están completamente abiertos, luciendo  inocente.

-De acuerdo.-suspiras dejando que te levante.

-¡Si! ¡Eres la mejor, ___________! -insiste mientras te aprieta con fuerza, sacándote de la cama-.¡NIEVE! -grita viendo por la ventana. Sigues su mirada y ves como efectivamente hay copos ligeros cayendo contra el suelo.

-No, Cal...-empiezas, pero él ya estaba hurgando entre su ropa. Se pasa una camisa de manga larga por la cabeza para después enrollarse una bufanda, finalizando con un gorro que cubre parte de su cabello negro.

-__________, no me hagas vestirte.-amenaza mientras agarra un puño de ropa, arrojándola en tu dirección. Ruedas los ojos en cuanto empiezas a vestirte.¿Era parte del plan para mantenerte despierta el arrastrarte fuera de la cama y al frío? Michael hubiera estado asombrado.

Una vez vestida bajo la cuidadosa atención de Calum; el chico se apresura a empujarte a la puerta principal. Te arroja un par de botas y guantes al igual que uno de sus gorros. Y él hace lo mismo al ponerse las prendas restantes. Cuando ha acabado de alistarse, prende las luces de afuera y corre directamente a la nieve. Tú lo sigues, un poco más lenta, dejando atrás la calidez de la casa.

-¡_________! ¡Cuidado!

Demasiado tarde, una bola fría  te golpea en la cara. Le miras con enojo antes de llenarte la mano de nieve para arrojársela , casi sacando del camino su gorro.

-Tu lo pediste.-advierte, tomado toda la nieve posible en sus manos. Te empieza a perseguir por todo el jardín, a través de pilas blancas hasta que tus piernas duelen. Respiras pesadamente, pensando que lo has perdido cuando te ataca por la espalda, tacleándote a la nieve fresca e inmaculada. Te sonríe como un niño cuando se quita de encimayu se acomoda a tu lado.

-Y tú no querías salir. ¡Mira lo mucho que nos estamos divirtiendo! -dice con cuidado, acariciando tus mejillas frígidas con  sus dedos cubiertos por los guantes.

-Está más o menos bien.-admites, mirando los hermosos copos que siguen cayendo. Sin mencionar al hermoso chico que te está sosteniendo entre sus brazos.

-Y solo piensa, aquí no hay nadie más que salte listo para interrumpirnos.-sonríe, refiriéndose probablemente a alguno de los otros chicos que ya eran famosos por arruinar momentos como ese. Le devuelves la sonrisa al reflexionar en lo suertuda que estabas siendo.

-Estoy agradecida de que me eligieras sobre Luke.-bromeas tomando sus dedos con los tuyos.

-Bueno, hermosa, algunas personas piensan que Cake es legítimo pero estoy más interesado en las chicas... -dice con una risa. Le golpeas el pecho pero la bufanda acolchada absorbe el impacto.

-Me refería a elegir a alguien para salir a jugar en la nieve! .-aclaras u su boca forma una "O" en cuanto lo piensa mejor.

-No importa la situación, siempre voy a elegirte.-susurra, alzas los ojos para encontrarte con la mirada llena de adoración del chico. La nieve cayendo con lentitud alrededor de los dos, el mundo allá afuera en silencio por completo a excepción por la respiración de Calum. Y a pesar del frío y de que era pasada la medianoche, no había otro lugar en el mundo en el que hubieses deseado estar.

Luke

Suspiras al moverte en tu lado de la cama de nuevo. Habías estado en la misma posición por más de una hora y sin embargo seguías sin poder conciliar el sueño.

-¿No puedes dormir? -Luke murmura a tu lado. Al mirarlo te encuentras con sus ojos llenos de desconcierto.

-Ugh, no.-gruñes acercándote más a él. Sus labios se fruncen y enrolla un brazo en tu cintura para ponerte sobre él.

-¿Todo ésta bien? -pregunta. Sus claros ojos azules se clavan en los tuyos buscando por cualquier asomo de tristeza o dolor.

-Si, solo estoy un poco hiperactiva, supongo.-te encoges de hombros, poniendo tus brazos sobre sus hombros desnudos. Su brazo izquierdo se coloca en tu espalda mientras el derecho descansa en tu cadera.

-Bueno, escuché que el pensar sobre eso solo ayuda a estimularte más. Así que, ¿Qué tal si encontramos otra cosa que hacer? -sugiere, susurrando en tu oído que está a la altura de su boca. Giras la cabeza de modo que tu mejilla descansa sobre su pecho, así puedes escuchar los rítmicos latidos de su corazón. Inhalas profundo su aroma, combatiendo la urgencia de esconderte en su pecho y jamás dejar sus brazos.

-Está bien.-susurras en respuesta. Te aprieta un momento contra su cuerpo y deja un beso en tu cabeza. Se levanta e igual te pone sobre tus pies. Soltando tu mano; se apresura a ponerse una camiseta con el logo de su banda, unos pantalones deportivos y un gorro parecido a los que Calum suele usar.

-Vamos.-sonríe empujándote a través de la cocina. Lo miras confusa en cuanto pasan de largo varias estancias hasta llegar a la sala de estar, donde se detiene para tomar algunas mantas.

-¿A donde vamos? -preguntas, insegura de su planes. Voltea a verte y solo se encoge de hombros.

Empuja la puerta corrediza de cristal que conduce al jardín trasero. Se detiene a mitad del césped y tiende con cuidado las mantas que había tomado con anterioridad. Se deja caer sobre ellas y sonríe adorablemente.

-¿Me acompañas? -su sonrisa es contagiosa e irresistible. Te encuentras a ti misma dejándote caer a su lado. Y de inmediato se apresura a poner sobre los dos otra sábana más ligera.

-¿Así que, exactamente qué estamos haciendo aquí afuera? -inquieres echándole una hojeada al patio a oscuras.

-Estamos aquí para apreciar la naturaleza.-responde, escurriendo su brazo detrás de tu cabeza de modo que lo usas de almohada.

-Lukey, está oscuro. No podemos ver nada.-recuerdas, jalando su gorro juguetonamente para que cubra sus ojos.

-¡Mira arriba, __________! -exclama señalando con sus manos. Lo sigues con tus ojos para encontrar a las estrellas brillando con fuerza. Mirando abajo en tu dirección estaban un millón de brillantes y parpadeantes puntos de luz-. ¿Lindo, verdad? -dice con una suave risa, conectando sus brazos para atraerte a su cuerpo. Asientes.

-Es increíble.

-No puedo ver este tipo de cosas cuando estoy atrapado en el bus del tour o en ciudades llenas de gente.-explica, con sus largos dedos entrelazándose con los tuyos, sonríes sin verle por completo-. Tampoco puedo ver esa hermosa sonrisa.

-¡Detente! -ríes con las mejillas ardiendo-. Agradezco que estés en casa, Luke.-suspiras cerrando tus brazos sobre su estómago.

-Igual yo.-susurra-. Tan tonto como pueda sonar, estos son mis momentos favoritos. No aquellos donde estoy en el escenario con miles de personas gritando mi nombre, sino estar aquí contigo, viviendo pequeñas experiencias como esta.

Emocionada, levantas la cabeza para presionar un beso sobre su mejilla.

-Te amo, _________.-dice, acariciando tu mejilla con su pulgar.

-Yo también te amo.-respondes mientras te acomodas en su pecho, rápidamente cayendo dormida.


 Ashton

-En realidad no estoy tan cansado.

Miras a Ashton escépticamente.

-Probablemente porque te tomaste tres Red Bulls hoy.-dices y él saca la lengua en tu dirección. Lo cual parece un poco tonto considerando que está tirado al revés en el sofá con las piernas en el respaldo y la cabeza colgando. Su cabello está desordenado causando que los mechones rubios salten por todos lados-. Por suerte, yo tampoco tengo sueño.

-¡Quedémonos despiertos toda la noche! -celebra levantando los puños en el aire. Pones los ojos en blanco.

-No vas a lograr estar despierto toda la noche si no te sientas del lado correcto. Toda la sangre está corriendo a tu cerebro.-hace un puchero pero se impulsa sobre sus piernas para sentarse bien.

-¿Vas a actuar como mi madre TODA la noche? -dice y de inmediato lo empujas por el hombro-. ¡ABUSO!

-Ok, Ash, ¿Qué quieres hacer? -preguntas y él recompone su postura.

-No lo sé.-pronuncia con lentitud, dejando caer su cabeza en tu regazo. Tu mano encuentra su cabello suave e inconscientemente pasas los dedos por entre los mechones-. ¡Toquemos batería! -grita de repente.

-¡Son las dos de la mañana! Los vecinos van a matarnos. Además, no puedo hacerlo contigo.-ves como frunce el ceño al darse cuenta que tienes razón.

-Puedo golpearte (I can bang* you like my drums) como a mi batería.-sonríe con diversión en un intento por parecer seductor-. De acuerdo, mala broma.- se incorpora saltando y cambian posiciones, así que ahora está recostado sobre ti con su espalda presionando contra la tuya; con los brazos detrás de la cabeza.

-¿Qué tal si construimos un fuerte? -sugiere, con su niño interno saliendo a la luz.

-De música a sexo para saltar a un fuerte. ¡Estás loco! -lo empujas y dramáticamente cae al piso.

-¡Fácilmente podemos hacer las tres cosas! -guiña el ojo antes de levantarse para buscar sábanas. Apenas habías podido levantarte del sofá cuando Ashton regresa en su búsqueda de mantas.

Miras entretenida como mueve sillas y otros muebles para encontrar soporte para las mantas. Al darse cuenta de tu falta de participación te lanza una mirada envenenada. Suspiras y empiezas a acomodar almohadones y algunas sábanas ligeras. Pero para Ashton, tus intentos de ayudar solo quitan todo el progreso que ha estado haciendo.

-Eh, nena... ¿Qué tal si vas a conseguirnos algo para comer? -sugiere, tratando de no lastimar tus sentimientos. Sonríes al ir a la cocina.

Tomas dos tazas y las llenas con leche. Las llenas de chocolate en polvo antes de meterlas en el horno para calentar el líquido. Al final lo mezclas bien con una cuchara y pones un poco de crema batida en las dos para finalizar con una cereza.

-¡NEEEENAAA! -Ashton grita desde la otra habitación-. ¡El fuerte está listo!

-¡Estaré ahí en un segundo! -contestas. Aparece en la cocina antes de que tengas tiempo de salir. Sus hoyuelos aparecen en toda su gloria al ver las tazas.

-¡¿Hiciste chocolate caliente?! Ugh, __________, eres perfecta.-dice dramatizando al tomar ambos lados de tu cabeza parar empezar a besar tu frente incontables veces.

-Quítate de encima, tonto.-bromeas dándole un codazo. Se separa y agarra las tazas insistiendo en cargarlas.

-Trae la crema batida,sabes que me gusta.-ordena saliendo de la cocina. Sacudes la cabeza y agarras la lata, siguiéndolo.

Había movido todos los muebles, centrando el fuerte frente a la televisión.

-¡Por aquí! -una voz amortiguada llama bajo una pila de mantas. Sigues el sonido hasta encontrar a Ashton recargado en sus codos esperando por ti-. ¿Qué esperas? ¡VEN! -ríes escalando entre el pequeño fuerte, imitando su posición.

-Esto es genial, Ashton.-halagas, viendo alrededor de la casita hecha de mantas, sábanas y almohadas. Se encoge de hombros.

-Requirió todo un día de trabajo.-presume y ríes ante su intento de sonar rudo-. _________, dispara.-pide asintiendo a la lata de crema batida, abriendo su boca.

-Perdedor.-murmuras y aprietas el contenido por sus labios abiertos. Te detienes y el traga, estirándose por su chocolate para rebajarlo. Ríes al ver que un pequeño bigote de chocolate queda sobre sus labios al bajar la taza-. Ash, tienes un poco de...

-¿Lo quitas por mí? -susurra, inclinándose. Al no tener lugar para moverte no tienes más que cumplir.

Sus labios transfieren el sabor dulce del chocolate a los tuyos, dejándote con ganas de más. Ashton se separa una milésima de segundo para teclear algo en su teléfono. De inmediato la música llena el  reducido espacio. Se incorpora viendo a tus labios.

-Te dije que podíamos hacer las tres cosas al mismo tiempo.-ronronea antes de volver a atacar tus labios.

Michael

Saltas del susto al escuchar un crujido proveniente de la cocina. Te sientas abruptamente, apretando las sábanas contra tu pecho. Tu respiración se vuelve irregular y tus ojos se abren por completo al escanear en la penumbra de la habitación. Todo parece estar en su lugar, sin embargo. Parpadeas un par de veces ajustándote a la oscuridad. ¿Tal vez el ruido había sido solo un sueño?

Te recuestas de nuevo y tus ojos viajan a la figura dormida a tu lado. El pecho de Michael sube y baja suavemente, puedes notar que está profundamente dormido por lo regular de su respiración. Sus cejas están juntas haciéndolo lucir adorable. Sus facciones relajadas: sus pestañas oscuras acariciando sus mejillas, las esquinas de sus labios rosas curvadas ligeramente y su cabello oscuro esparcido por la almohada. Las puntas azules ya despintándose, dejando mechones de verde y amarillo.

Estabas abrumada por su belleza.

Sonríes para ti misma al pensar en la suerte que tienes por tenerlo: Michael era un novio increíble. Te cuidaba pasara lo que pasara. Había regresado de un tour largo e insistido en que te quedadas con él esa noche.
Empiezas a sentirte adormilada, acurrucada en sus brazos.

Justo cuando estás empezando a quedarte dormida; escuchas otro crujido pero más fuerte que el anterior. Tus ojos se abren alarmados. La puerta de la habitación de Mike no estaba completamente cerrada. Miras por el pequeño espacio pero no captas nada.
Tus venas impulsan ansiedad por todo tu cuerpo, tu aliento se queda atascado en la garganta. Michael aún está sumergido en el sueño pero empiezas a sentir el sudor correr por tu cuello, te duele pero estiras una mano para despertarlo.

-Mmmm.-bufa suavemente cuando lo sacudes. Suspiras.

-Michael, despierta cariño.-dices empujándolo. Sus ojos verdes revolotean abiertos cuando te ve. Parpadea un poco tratando de regresar al mundo real.

-¿Qué ocurre? -pregunta con voz rasposa. Resultado de horas de inactividad.

-Te juro que escuché a alguien en la cocina.-confiesas, colgándote de su brazo con miedo. Sus cejas se fruncen con confusión.

-¿_________, a que te refieres? -pide en cuanto se mueve para verte mejor.

-He estado escuchando ruidos raros. Al principio creí que era solo mi imaginación pero ahora puedo jurarte que hay alguien abajo.-explicas. Su rostro se suaviza y toma tu mano entre la suya, su pulgar dibujando círculos sobre el dorso.

-Hey.-susurra colocando una mano en tu mejilla-. Estoy seguro de que todo está bien. Probablemente sea el aire acondicionado o algo, recuerda que no había estado encendido por un tiempo.-sus caricias te calman un poco pero aún no estás del todo convencida. Asientes de todos modos y  deja un beso en tu frente. Acaricia tu espalda mientras empieza a tararear.

-¿Mikey? -susurras con voz pequeña-. Gracias.

-Cualquier cosa por ti, nena.-responde y casi puedes sentir su sonrisa.

De repente, otro ruido suena proveniente de la cocina, seguido de una serie de pasos. Levantas la cabeza para mirar a Michael y él te mira como un ciervo miraría a las luces de un auto; impactado y sin saber que hacer.

-Quédate aquí.-ordena en cuanto se pone en movimiento y se levanta para ir en dirección a la puerta. Lo desobedeces (obviamente) y vas tras él.
Te mira desaprobadoramente en cuanto te ve siguiéndolo pero te rodea con sus brazos y ambos caminan de puntillas a la sala de estar.

Michael te empuja contra la pared cuando se inclina para asomar la cabeza a la estancia.

-¿ES ENSERIO? -alza la voz dejando caer sus manos a los costados. Te estiras para mirar por tu cuenta y los ves. Calum y Luke tirados a lo largo del sofá. Con un montón de comida a su alrededor y la luz de la TV reflejándose en sus rostros. Al verse descubiertos, la culpa tiñe sus facciones.

-No teníamos nada de comida en nuestras casas... Pensamos que a ustedes no les importaría.-Calum explica tímidamente.

-¡Asustaron a  ________! -Michael chilla-. ¡Vayan a casa!

-Nos vamos a llevar la comida.-Luke responde luego de disculparse. Y el par, llamado afectuosamente Cake empieza juntar los bocadillos que les rodean.

-No me importa. Tan solo vayan a casa.-Mike remarca, acercándose contra su pecho. Espera hasta que los dos limpian la sala de estar y desaparecen por la puerta.

-¿Regresamos a la cama? -sugieres.

-Regresemos.-acepta alborotando tu cabello, te carga y acomoda tu cabeza sobre su cuello.

[NOTA[

Quiero un Luke Hemmings en mi vida T_T

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Ces x

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