5SOS Preferences

#25 Ventanas

#25 Ventanas

Calum

-______.-una suave voz te llamó, sacándote del país de los sueños, un dedo te pinchó un costado mientras tratabas de seguir durmiendo.

-Owww.-aparentemente te quejaste, rodando fuera del alcance de quién trataba de despertarte.

-No, ¡_______! Vamos, nena, despierta.-la voz pidió mientras se sentaba a un lado de la cama, misma que cedió bajo su peso.  Sentiste un par de manos encerrarse ligeramente en tu cintura.

-No.-murmuraste infantilmente, tratando de salir del agarre de esas manos.

-Da una vuelta más y estarás en el piso.-la voz habló con una risita, acomodándote. Te sobresaltaste un poco ante el sonido de la risa y abriste un solo ojo para averiguar quien no te dejaba dormir. A tu lado yacía Calum, apoyado en un brazo y sonriéndote. Un beanie cubría su cabello negro y estaba usando un hoodie deportivo junto a unos pantaloncillos de deportes, y aún así se las arreglaba para lucir perfecto.

Resististe la tentación de esconderte debajo de las mantas, al darte cuenta que probablemente tu cabello estaba hecho nudos, no estabas usando maquillaje y estabas en pijamas.

-Tienes suerte de que esté usando pantalones.-dijiste, cerrando el ojo que habías abierto, rodando sobre tu espalda-. De otro modo esto hubiera sido considerado asalto sexual.-remarcaste, tratando de quitar sus brazos de tu cintura.

-¿Usualmente duermes sin pantalones, _______?-preguntó, casi podías sentir la sonrisa maliciosa en su voz. Si no estuvieras tan cansada probalemente ya lo habrías golpeado.

-¿Cómo entraste aquí de todos modos? ¿Debería querer saber que hora es?-replicaste, con los ojos firmemente cerrados.

-Pasa de las 2:15AM, y por la ventana, por supuesto.-respondió como si fuera la cosa más obvia del mundo, te giraste para poder verlo a la cara.

-Quiero saber por qué estás en mi cuarto a las 2 de la mañana. Y quiero saber cómo te las arreglaste para entrar por la ventana. AHORA.-él se encogió de hombros, indiferente, empujando tu cuerpo a donde él estaba recostado en la cama.

-Hay un árbol afuera de tu ventana.-respondió simplemente, trazando círculos en la palma de tu mano con su dedo. Lo miraste incredula.

-¿Un árbol? ¿Así es cómo llegaste hasta aquí? ¿Escalando mi árbol?

-Escalé el árbol, la ventana estaba abierta, así que la abrí y entré.-dijo casualmente sin levantar la vista de tu mano.

-¡Pudiste haber caído! ¿Y qué hubieras hecho si la ventana estaba cerrada?-Calum se encogió de nuevo de hombros, quitándose los zapatados con sus pies.

-Tu ventana siempre está abierta.-practicamente estaba pavoneandose.

-Eres quien siempre me grita que debo cerrar mi ventana. Supongo que debí haberte escuchado porque ahora tengo a un acosador en mi cama a las malditas dos de la mañana.-dijiste a hilo seguido, pero él ya estaba como si estuviera en su casa, deslizándose bajo las mantas y acurrucándose en ellas-. Hablando de eso ¡¿Por qué estás aquí a las DOS DE LA MAÑANA?!

-Dejaste de contestar mis mensajes.-acusó, ondeando un dedo en tu dirección mientras acomodaba tus -bueno, ahora sus- almohadas.

-Porque me quedé dormida.-dijiste usando el tono obvio que había usado antes.

-¡Estaba preocupado de que algo te hubiese pasado! Así que, como el dedicado novio que soy, decidí venir a a averiguar que pasaba.-infló el pecho cono alguna clase de superheroe, luciendo satisfecho consigo mismo.