Diario de un perro

Cachorritos nuevos

Esperaba no sufrir mas despues de todo por lo que había pasado, ahora solo quedaba que esta familia me quisiera de verdad. poco despues lo cachorritos empezaron a revolverse en mi tripa y cada vez me dolia más, creo que querían nacer.

Mis dueños me habían dejado sola en casa porque habían salido a dar un paseo. Poco después nació un primer cachorro, lo lamí y le quité toda la sangre, a mi segundo bebe le hice lo mismo pero ni siquiera se movia, para mi que estaba muerto.

Ya no quedaban mas cochorritos por nacer, había tenido dos y los dos se parecian a su padre, aunque uno estaba muerto porque no respiraba. Mi bebe era una hembra, como yo.

Estaba tan contenta, mi cola no dejaba de moverse por mucho que lo intentara. Ella era tan pequeñita y tan mona que me la comía a lametazos.

Cuando llegaron mis dueños, vieron que tenía algo acurrucado a mí, blanco, que se veia a lo lejos.

Mi dueña Katterine me levantó con cuidado y vió a mi pequeña y a mi llenitas de sangre por la manta del parto. Ella me lavó en la bañera y me curó el ojo que el hombre me cegó y cuiando salí limpita mi hija tambien lo estaba con una manta reluciente. Tenía los ojos cerraditos como cuando yo era pequeña, que mona, pensé.

-Fran, ¿has visto al cachoorrito? ¡Es tan monoo!

Estaba muy feliz, no podía asegurar que había encontrado a mi familia ideal porque siempre que lo hacía luego me pegaban, me dejaban tirada en la calle o en cuaquier sitio terrorífico.

Esperaba que con esta familia, no fallara.