Malos recuerdos

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Me acaban de encerrar en el camión, estoy sola, completamente sola. Mi hija se ha quedado con esa horrible familia, que lo unico que quería era separarme de ella. Yo de aquí no puedo escapar, no hay salidas, ni si quiera ventanas de las que pueda escapar. Solo hay un pequeño orificio al lado de la rueda por el que puedo respirar, y por ahí ni de coña puedo escapar...

Hace frío, y no tengo a nadie. Me siento sola, soy basura... La que nadie quiere, nadie en la vida me a querido y nadie lo piensa hacer mientras yo siga en este mundo cruel.

El camión está mojado y no parece agua... No se lo que es, pero no me importa nada en este momento la verdad, porque no estoy de humor para nada y menos para eso.

Ya no me importa nada, solo quiero morirme y descansar en paz, por que queda claro que aqui en este mundo nadie me quiere, y menos como adulta.

Hay muchos baches y el camión no deja de balancearse, yo me voy de un lado hacia otro.

Al fin paró. Alguien abre la puerta de alante del coche para salir y en ese momento se abre la de descargas, donde yo voy. Me cogen. Es extraño, todavia no me han pegado. Mi alrededor estaba solitario y hacía mucho calor. Me dejaron allí y se fueron.

Este sitio no me gusta, no veo si quiera arboles, ni casas ni mujeres con bebes en carros, ni nada tipico de la ciudad, esta claro que no estoy en la ciudad.

Seguí andando sin rumbo alguno, recta sin girar ni un paso, asta que vi un colegio, uno muy grande. Los niños entraban y salían por la puerta principal y se me ocurrió entrar.

Oh, dios.. Pensé, cuando me di cuenta de quien estaba allí, y estaa segura de que era el.

Mi primer dueño estaba ahí, con su hijo ya crecidito jugando con sus amigos. Me acerqué al pequeño que ya tendría unos 7 u 8 años. Ladré para que el me mirara y se diera cuenta de que estaba alli, que era yo.

Desde luego lo unico que conseguí fue que me tirarán piedras, el y sus amiguitos. El ojo que tenía mal de aquella vez que tanto sufrí, lo perdí por completo. Lo peor esque se reían y competían por ver quien tenía la mejor puntería, estaba claro que el no me reconocía, asi que sali corriendo de alli como puede y en cuanto pude.

Y otra vez, ocurría la misma historia...

Diario de un perroWhere stories live. Discover now