Diario de un perro

¡Por unos minutos!

Estabamos aqui, en la perrera, solos aunque aqui al menos no nos maltrataban ni nada. Nos quedaban 2 dias para que nos sacrificaran a casi todos porque no nos habian adoptado. yo estaba gordisima y apenas me podia mover. Estaba sola en una jaula grande encerrada y todos los demas en otras a mi alrrededor.

Cada mañana nos sacaban un rato a un parque que hay pero esta cerrado todo para que no nos escapemos. No nos merecemos esto, ninguno queremos morir y seguramente lo agamos yo y mis bebes dentro de nada.

Yo aproveche para estar esta mañana con el padre de mis bebes y despedirme de el antes de que ya no nos volvieramos a ver mas en la vida, ya que lo dos estariamos bajo tierra y con un monton de bichos por encima comiendonos poco a poco.

Solo de pensar lo que me podria pasar a mi y a mis bebes me entraban unos escalofrios que recorrian todo mi cuerpo dejandolo helado por cada pelo que pasaba.

Ojala me adoptara una familia buena que me quisiera como soy, pero parece que en este mundo no soy bien recibida, ya que nadie desde que nací me a querido y no quisiera que a mis hijos les pasara lo mismo.

De mis hermanos y mi madre no se nada de nada, pero creo que la unicas mal recibida soy yo. Ellos estaran bien con una familia buena que les querrá.

Y bueno, dejando de divagar.. llamaron al telefono de la perrera justo cuando me iban a llevar a matarme.

-¿Si?- Dijo el policia que había descolgado el telefono.

-Buenas, Mi familia y yo emos visto por internet una perrita de 2 años y la queremos adoptar.

-Muy bien.. ¿En que celda dicen que esta?-

-En la 213.-

-Vale, vengan y la podran adoptar esta tarde.-

¡Me acababan de salvar la vida!iba a tener una familia buena...Yo estaba en esa celda.

Me despedí de el padre de mis hijos al que tanto quería y ya por la tarde vino la famosa familia que me iba a adoptar.

-Hola.-Dijo el policía.

-Hola-

-Aqui tienen a su perra.- Me colocaron sobre una mesa y me pasaron con mis nuevos dueños. Eran una joven pareja que se acababan de casar y querian perros.

-¿Va a tener cachorros?- preguntó la chica.

-Si, no le quedara mucho.-

-¡Que bien! me encantan los cachorritos!

-Pues le quedaba nada para sacrificarla. Bueno firmad a qui y ya podreis llevarosla.- Firmaron y mecojieron para llevarme a su coche.

Me metieron en el coche y cuando llegamos me pusieron en una comoda camita para perros.

Creo que, por fin, despues de tanto tiempo buscando, habia encontrado a mi familia perfecta.