Capítulo 6: Como un león acechando a un pingüino.

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Roberto se volvía a encontrar en aquella oficina. Había recibido una llamada del Señor Millonetis y se disponía a reunirse con él nuevamente. Tenía miedo y estaba asustado.
Delante de él estaba aquel hombre con aquella ya característica mirada de condescendencia y superioridad como un león mira a un pingüino antes de darle caza. Roberto se sentía como un pingüino en ese momento.

– Señor roberto le seré directo y claro –Empezó el hombre– No le vamos a contratar porque en esta empresa no podemos arriesgarnos a tener a alguien que tiene antecedentes y tenemos una imagen que mantener además de una confianza ciega en nuestros empleados.

¡Robertó estalló en ira! Se sentía como un pinguino furioso.

– ¿ Y me hizo venir para eso?, ¡Usted no sabe lo que es la decencia!


El Señor Millonetis le quitó importancia con un gesto.

– Por favor, estas cosas es mejor tratarlas a la cara, es prueba de integridad.


– Usted no sabe lo que es bajarse de ese pedestal de lujos y privilegios que tiene, no sabe lo difícil que es para la gente como yo sobrevivir a este mundo. Sus prejuicios nos destrozan la vida. Soy tan capaz como cualquier otro empleado, y he cumplido mi deuda con la sociedad.

Desde su ostentoso sillón el Señor Millonetis giró sobre sí mismo y le dio la espalda.

– No tengo nada mas que decir.

Roberto se levantó y le lanzó una mirada llena de odio. Era un pingüino encolerizado.– Usted...usted no sabe lo que hace.

Ex reclusosWhere stories live. Discover now