Capítulo 1: ¡Oh! ¡No los había visto!

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Era el interior de una vieja y oscura casa, llena de libros viejos y poco cuidados por la cual apenas entraba un diminuto rayo de sol, el cual se esforzaba por iluminar a duras penas aquella antigua y descuidada habitación. En el centro de la sala se encontraba nuestra narradora, una vieja y cansada señora castigada por la edad que había abrazado la soledad hacía tiempo y que parecía disfrutarla cada día mientras releía una y otra vez aquellos polvorientos y mal conservados manuscritos que competían en edad con ella.

La señora estaba absorta en su lectura cuando de repente levantó la cabeza del libro que tenía en sus viejas y cansadas garras y miró hacia delante.

–¡Oh!, ¡No los había visto!– exclamó sorprendida mientras cerraba su edición original de "Los días escolares de Tom Brown"– ¡Estaba inmersa en esta apasionante lectura!

La señora guardó el libro entre sus piernas mientras adopta una pose más cómoda y se dispuso a hablar hacia el frente, dispuesta a hablar a su público.

–Déjenme introducirles al tema de hoy con una pregunta– Se acomodó la gafas y miró con mucha seriedad.– ¿Realmente todos tenemos las mismas oportunidades?, ¿Se nos juzga más por nuestro pasado que por nuestro presente?, ¿Es posible la redención?– Mientras habla se ladeaba de un lado a otro como una lechuza en la rama de un abeto.– Supongo que todos tendrán una opinión formada en su mente y que posiblemente discierne de la realidad que vivimos, tan alejada de esos valores que deberían estar más que implementados.La narradora asentía a sí misma como si sus propias palabras la estuvieran convenciendo de lo que decía. –Prejuicios, discrimnación, clasismo, falta de oportunidades...– Giró una mano con intención de querer mostrar algo ,como el chef que termina 1 tarta y orgullosamente la muestra a los comensales con una floritura de la muñeca– En esta ocasión vamos a hablar de:

Ex reclusosWhere stories live. Discover now